"El escenario político está complicado, veo una posibilidad de polarización mayor"
Reconocido por sus diversos escritos y crítico análisis de la política a nivel mundial y nacional, el historiador económico, ex parlamentario de Suecia y escritor, Mauricio Rojas, trajo ayer su experiencia de vida y conocimientos a la ciudad de Osorno, con motivo de la presentación de su nuevo libro "Lenin y el Totalitarismo", de la editorial Penguin Random House.
Su presencia en la ciudad forma parte de una gira por el sur del país impulsada por la Fundación para el Progreso, donde actualmente es senior fellow. En la tarde de ayer, dictó una conferencia en el Instituto Profesional Aiep de Osorno para presentar su libro. Allí compartió su reflexión histórica sobre la situación política y social en Rusia desde finales del siglo XIX y principios del XX, con motivo de conmemorarse el centenario de la revolución bolchevique.
Mauricio Rojas conversó con El Austral de Osorno su crítica mirada y actual posición política que lo llevó de ser en su juventud militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), con un consiguiente exilio en Suecia en 1974, a ser hoy partidario de un pensamiento liberal al que otorga sus propias características y que lo presentan actualmente como un interesante y polémico autor que invita a reflexionar sobre el presente y pasado de las ideas a las que ha adherido.
-¿Qué lo motivó a escribir "Lenin y el Totalitarismo"?
El motivo más evidente es que se cumplen 100 años de la Revolución Rusa, de la toma del poder a través de Lenin y los bolcheviques, quizás el hecho político más importante del siglo XX, y a 60 años después que ellos habían tomado el poder, una tercera parte de la humanidad estaba gobernada por regímenes de partidos marxistas leninistas. Por lo tanto, yo creo que no hay ningún éxito político comparable a éste, pues influenció a todo el mundo y por supuesto a la historia de Chile, que no se puede entender si no entendemos lo que sucedió con el gobierno de Allende, donde estaban partidos marxistas leninistas en el gobierno.
-Esta obra tiene relación también con lo que ha sido su historia personal...
-Sí, porque en mi juventud yo traté de ser lo más cercano al ideal de militante revolucionario que planteó Lenin, y lo que aparece en el libro es en parte lo que leíamos los miristas de entonces, admirados con una receta revolucionaria que desemboca en cómo se puede hacer para tomarse el poder.
-Dijo que Lenin es parte de la historia de Chile...
Bueno, tú no puedes entender el gobierno de Salvador Allende, ni el golpe de Estado del '73, si no entiendes que se trataba en aquel entonces de una coalición de partidos marxistas leninistas, liderada por un presidente marxista, y la fuerte presencia de socialistas y comunistas que descienden de aquella ideología.
-¿El libro trasciende más allá del marxismo y leninismo?
Va más allá del marxismo. Habla de la tragedia del idealismo político cuando se pasa de lo que es humanamente posible. Es una historia muy presente. Es la idea del paraíso terrenal y termina siendo el infierno en la tierra. Porque hay una voluntad de mejorar el mundo y hacerlo perfecto, pero luego de esa voluntad surgen finalmente infiernos en la tierra, desencadenados a través de la violencia, el surgimiento de campos de concentración y la muerte de personas por conseguir un fin, porque es una propuesta tan atractiva crear un mundo nuevo, sin problemas, pero esta historia muestra lo peligroso que es creer en este tipo de cosas.
-¿Qué lo llevó a dejar el MIR en aquellos años?
Entre otras cosas, la evidencia que en todos los países en que mis ideales habían llegado al poder, veía que terminábamos en infiernos. Mi ideal era liberar a los hombres de la violencia y donde llegábamos se creaba mucha más violencia que ningún otro régimen.
En chile
-En el plano nacional, ¿qué opina del actual escenario político en Chile?
Esta complicado, porque yo veo una posibilidad de polarización mayor, con la aparición de partidos como el Frente Amplio que es una alternativa fundamentalmente populista y que postula a una refundación del país o cambio radical que son elementos preocupantes.
-¿Y en el otro polo estaría Sebastián Piñera?
Hoy afortunadamente está Piñera, que para mí es una expresión del realismo político y de priorizar lo que es necesario, como es el hecho de crear riqueza para poder repartirla.
-¿Qué le parece este cambio generacional donde aparecen nuevos líderes políticos?
Está bien que se produzcan cambios generacionales en política, sin embargo, esto ha tendido a ser una generación joven que pasó de la calle el 2011, al protagonismo mediático, Giorgio Jackson, entre otros. Fue un salto que los proyectó y dio un peso que no corresponde a su verdadera maduración política.
-¿Qué ha hecho mal la Presidenta Michelle Bachelet?
Todo. Porque primero planteó las cosas mal, una especie de agenda refundacional, y se compró el discurso de la calle al nivel de ofrecer la educación superior gratuita, y eso no puede ser posible, es lo más aberrante que puede haber y cuesta de entender. Hizo un gobierno pasable la vez anterior, porque delegó a técnicos buenos, pero esta vez fue más populista y se rodeó de un entorno ideológico, pero que tiene muy poco respeto con la realidad.
"No puedes entender el gobierno de Salvador Allende, ni el golpe de Estado del '73, si no entiendes que se trataba en aquel entonces de una coalición de partidos marxistas""