La cumbre de cancilleres del G7 -los siete países más industrializados del mundo- aún no comenzaba ayer, en Italia, cuando el secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, lanzó un duro recado a Rusia y Siria tras el ataque químico que la semana pasada dejó 87 muertos, entre ellos decenas de niños, y cuya autoría Washington atribuye al régimen de Bashar al Assad.
"Tendremos en cuenta a todos los que cometan crímenes contra los inocentes en cualquier parte del mundo", aseveró el jefe de la diplomacia estadounidense, mientras visitaba el mausoleo en memoria de los crímenes perpetrados por los nazis en la conocida como masacre de Santa Ana de Stazzema, en la provincia italiana de Lucca.
La advertencia de Tillerson llegó cuando casi se cumplía una semana del bombardeo químico que dio la vuelta el mundo y que causó la respuesta casi inmediata de EE.UU.: el lanzamiento de 59 misiles Tomahawk desde el mar Mediterráneo hacia la base aérea donde, según el Pentágono, el régimen sirio perpetró el ataque.
Bajo fuertes medidas de seguridad, la ciudad de Lucca, en el centro-norte de Italia, acoge hasta hoy una cumbre de ministros de Relaciones Exteriores del Grupo de los Siete (G7) marcada por el conflicto en Siria y la necesidad de presionar a Rusia para que deje de apoyar a Al Assad, además de otros temas como la intención de Corea del Norte de seguir desarrollando su programa nuclear.
Se trata de la primera cita multilateral de la que participa Rex Tillerson como secretario de Estado de EE.UU. En entrevistas difundidas la víspera del inicio de la cumbre, Tillerson mostró una postura más crítica hacia el Gobierno de Vladimir Putin que el Presidente Donald Trump, al decir, por ejemplo, que el Kremlin ha sido "incompetente" por permitir a Siria conservar armas químicas.
Así, como era de esperar, la crisis en Siria y las relaciones de la comunidad internacional con Rusia acapararon ayer la atención de los ministros y representantes en materia de Asuntos Exteriores del G7 reunidos en Lucca.
La cumbre reúne hasta hoy en esta ciudad de la región de la Toscana, a Tillerson junto a sus homólogos de Italia, Angelino Alfano; Alemania, Gabriel Sigmar; Francia, Jean Marc Ayrault; Reino Unido, Boris Johnson; Japón, Fumio Kishida; y Canadá, Chrystia Freeland; y a la alta representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, la italiana Federica Mogherini.
Primera jornada
Los ocho celebraron ayer una primera jornada de trabajo que comenzó a primera hora de la tarde con una sesión de análisis a la que siguió una foto oficial, una visita turística por el centro de esta ciudad toscana y después una cena.
Las conversaciones se mantuvieron a puerta cerrada y versaron especialmente sobre Siria, donde desde el inicio de la guerra en 2011 han muerto más de 320 mil personas, según los cálculos más conservadores, y más de 12 millones han abandonado sus hogares.
"El apoyo de Rusia (al régimen de Bashar al) Assad centra las conversaciones" de estos días, confirmó el ministro de Reino Unido, Boris Johnson, en un mensaje en Twitter. Johnson, además, declaró a la prensa que el G7 de Exteriores valorará imponer sanciones contra Siria y Rusia.
Rusia "tiene dos opciones: estar al lado del régimen de Bashar al Assad o trabajar con el resto del mundo para encontrar una solución política para Siria", opinó. Además de la reunión conjunta, los ministros del G7 celebraron encuentros bilaterales a puerta cerrada.
Hoy, los ministros del G7 mantendrán una segunda sesión de trabajo y después celebrarán una rueda de prensa en la que explicarán las conclusiones compartidas en estos días.
A primera hora de hoy, los ministros reunidos en Lucca conversarán también sobre Siria con sus homólogos de Turquía, Emiratos Arabes, Arabia Saudita, Jordania y Catar, en una mesa de trabajo convocada de forma extraordinaria.
Para hoy, en tanto, está prevista una reunión de trabajo entre Tillerson y su homólogo ruso, Sergei Lavrov, en Moscú.
"Rusia tiene dos opciones: estar al lado del régimen de Al Assad o trabajar con el mundo para encontrar una solución política".
Rex Tillerson
Secretario de Estado de EE.UU."