"Los datos 'freak' te ayudan a comprender de forma entretenida procesos históricos"
Estuvo ayer por primera vez en Osorno invitado por la librería Qué Leo, donde presentó su segundo libro en calidad de escritor.
Se trata del autor santiaguino Joaquín Barañao, quien a sus 35 años tiene mucha historia que contar, además de su segunda producción "Historia Universal Freak" volumen dos. Barañao estudió Ingeniería Civil Hidráulica, aunque sabía que lo suyo era la literatura. Ha desarrollado diversos viajes por el mundo y desde 2006 al 2010 trabajó como asesor parlamentario, lo que le significó también viajar muy seguido al sur del país.
Actualmente, además de ser escritor, trabaja en una fundación de educación ambiental y tiene una página web de rutas de trekking a la cual dice le dedica mucho tiempo. Pero ayer hizo un alto en sus actividades para llegar hasta nuestra ciudad, donde al mediodía se reunió con estudiantes del Osorno College con quienes compartió su historia y el entretenido desarrollo de su libro.
Por la tarde realizó otra conferencia en la librería Qué Leo, donde conversó abiertamente con sus seguidores y desmenuzó, en parte, la "Historia Universal Freak 2".
-¿Qué tiene de distinto el volumen dos del primero?
-El primer volumen comienza con el Big Bang y termina en la Revolución Francesa. El actual parte con Napoleón y finaliza en la época contemporánea, incluyendo la revolución de las tecnologías de la información, y las redes sociales como Facebook. Además, hay un epílogo acerca del futuro, que es un capítulo de reflexión a título personal, pero que sigue el estilo del libro.
-¿Qué episodios fuertes o 'freak' abordas acerca del sur del país?
-Hay una historia que en su momento contó el senador Carlos Kuschel, en el mismo diario El Austral, donde narró que en la localidad de Cochrane (Región de Aysén), cuando Augusto Pinochet estaba al mando, éste llegó en aquel entonces en su calidad de Presidente a la plaza del lugar y encontró como que estaba todo mal hecho, que los bustos de Prat y O'Higgins no cumplían con los protocolos, entonces le señaló al alcalde "Esta plaza hay que arreglarla. Y póngale pino alcalde", le dijo. Y al parecer el alcalde se lo tomó literal, porque hoy día uno va a la plaza de Cochrane y está llena de árboles de pino.
-¿Alguna otra historia del sur?
-Bueno, Alejandro Soffia en su libro "Por qué se llama como se llama", cuenta que Puerto Octay adquirió el Octay porque antiguamente había un almacén de un señor de apellido Ochs y cuando la gente hablaba de querer ir a comprar algo, decía "donde Ochs hay". Si querían comprar aceite, "donde Ochs hay", si querían azúcar "donde Ochs hay" y salió el nombre Octay. Y bueno, yo confieso que no pondría las manos al fuego por la veracidad de la historia, a pesar que sale de un libro publicado y donde hay un importante trabajo de investigación detrás.
-En tu trabajo también hay una profunda investigación…
-Yo procuro pesquisar todas las opciones disponibles, chequeo varias fuentes y soy una persona que opero con mucho escepticismo y armo una buena idea de la veracidad de las historias. Por ejemplo, yo sé que hay mucha gente que piensa que Los Vilos se llama así porque contaban que existió un pirata llamado Lord Willow y eso fue derivando en la chilenidad de Los Vilos. Pero esa historia sí es falsa, porque nunca existió ese pirata y he ahí mi escepticismo porque muchas veces no están las herramientas para llegar a la veracidad de algunos hechos, pero cuando las hay se hace un esfuerzo metódico para chequearlo.
-O sea, detrás de cada dato o hecho freak hay investigación…
-Sí, claro, de hecho yo llevo 14 años desarrollando investigación y he recolectado más de 3 mil 600 datos freak y muchos de ellos fueron seleccionados y cobran valor en el texto, dentro del libro.
un ancla en la memoria
-¿Qué es "freak" para ti?
-Algo asombroso e inesperado.
-¿Qué te motiva a contar la historia desde lo freak?
-Hay varias razones, la primera es que los datos freak te permiten disfrutar el relato y eso es una de las condiciones necesarias para continuar leyendo. Y si uno lee y no lo disfruta, no se va a quedar con lo que es realmente importante. Porque puede que los datos freak no sean relevantes en sí mismos, pero sí son un medio para que la gente lea lo que sí es importante y que hay detrás, es decir, operan como ancla en la memoria para hechos que sí son importantes. Y lo segundo es que los datos freak son un reflejo de cuán distinta es la sociedad contemporánea en relación a sociedades pasadas. Por ejemplo, es freak que en el siglo 17 en el Reino Unido las personas se hayan teñido los dientes negros, para aparentar que comían mucha azúcar, porque quien podía pagarla (porque era cara) era adinerado y así uno comprende cómo era la economía del siglo 17 en Europa. De esta manera, los datos freak te ayudan a comprender mejor y de forma entretenida procesos históricos.
-Eres ingeniero civil, ¿cómo ligas tu profesión a la literatura?
-Si bien soy ingeniero civil hidráulico, definitivamente me siento más literato y me gusta mucho lo que hago ahora, simplemente hay personas que descubren su vocación más tarde y hoy disfruto lo que hago y las conferencias que continúo dando, tal como en Osorno. Todo partió con un proyecto de datos freak en la historia, que utilizo como el sustrato para contar estas cosas. Y la gente puede acceder a ellos a través de la página www.datosfreak.org.
libros ha publicado Joaquín Barañao, ambos titulados "Historia Universal Freak". 2