Chilenas excepciones
inercia (2014)
"Como el ser humano es un animal aconsejador, a veces comparto mi sabiduría con los limosneros que me tocan el timbre o me topo en la calle. Hay casos perdidos, como la mujer que viene siempre a la hora de comida con la cara agria y los ojos opacados: por hábito, sigo aplicándome delicadamente una servilleta a los labios mientras hablamos, pero sé que la indirecta es muy sutil y mis palabras tampoco le van a hacer efecto. Más promisorio parece el tipo que viene a lavar el auto, cosa que hace escrupulosamente aunque con una lentitud extrema. Pero si bien le he explicado muchas veces que le iría mejor si llevara su propio trapo y papel de diario en vez de obligar al cliente a buscarlos, la costumbre o la resignación vence y nunca lo hace. El peor caso, sin embargo, es el anciano decrépito con barba blanca que pide limosna en un semáforo Hace un par de años murió una universitaria atropellada en su bicicleta en esa misma esquina, y para conmemorarla se armó un jardín con flores y una bicicleta pintada. Pero al anciano no se le ocurrió cambiar de puesto y ahí sigue, ostentosamente inútil y redundante, enmarcado por ese homenaje a una vida joven llena de promesa, como si fuera uno de esos grabados decimonónico que titulaban Una cruel ironía, o Debió ser él. Su recaudación habrá bajado, sin que él sepa por qué; yo nunca me he animado a bajar la ventana del auto y decirle". (Página 37)
en la negra selva (2016)
"Una tendencia consabida de la vida moderna es la urbanización. Yo crecí en el campo y cuando niño pasé incontables horas gateando por el pasto mojado en la oscuridad. Con el tiempo cambiaron los gustos y las posibilidades y nos dirigíamos a pie con amigos a algún pub campestre. Como nunca se nos ocurrió llevar linterna, nos tocaban largas caminatas nocturnas de regreso, iluminadas por las estrellas. Estando el cielo nublado, nos guiaban de repente unas luciérnagas que llenaban las orillas del camino, pero las más de las veces nos orientábamos por el simple recurso de caernos a las zanjas, que cumplían la misma función de caernos a las zanjas, que cumplían la misma función que las canaletas en las pistas de bowling. Una vez vimos una bola de fuego del tamaño de una pelota de fútbol que se nos acercó rodando por la calzada a pocos metros de distancia, pero que desapareció antes de alcanzarnos; juré que iba a investigar el fenómeno, pero nunca lo hice. En todo caso, son experiencias poco frecuentes a estas alturas, porque la gran mayoría de las infancias transcurren en ciudades, bajo la luz de los faroles. Y si intento representarme la experiencia que encarna la emoción característica o la aspiración de la vida de hoy, sería algo así como la de acercarse a una gran ciudad en un auto de noche, viendo cómo se espesan las luces y las muchedumbres, con una especie de tamboreo alegre como música de fondo. (Página 103)
"Usted está muy mal"
Neil Davidson
Libros del Laurel
128 páginas
$ 11.000
Adelantos del nuevo libro de crónicas
"Usted está muy mal", de Neil Davidson.