Nuevo edificio para la farmacia vecinal
El nuevo servicio municipal dará un nuevo paso hacia su consolidación con la decisión de construir un recinto especial.
En su poco más de medio año de funcionamiento, la farmacia vecinal de Osorno se ha instalado como una muy efectiva posibilidad para que las personas accedan a medicamentos a un costo significativamente menor que el que ofrecen las cadenas farmacéuticas nacionales, gracias a una política de abastecimiento y comercial que permite cobrar prácticamente el precio de costo a los interesados. Lo que comenzó tibiamente el año pasado, replicando un fenómeno que se originó en la Municipalidad de Recoleta bajo el formato de "farmacia popular" y que creció rápidamente en el país, en el caso osornino ha logrado consolidarse en un corto lapso de tiempo, al punto de que hoy por hoy el negocio cuenta ya con 16 mil inscritos que acuden periódicamente a adquirir remedios a valores más que convenientes para el común de los bolsillos.
El número de personas registradas en la base de datos de la farmacia y el relativo funcionamiento sin grandes sobresaltos de la tienda, ha obligado al municipio ahora a decidirse por pasar a una segunda etapa: construir un nuevo local en terreno propio que albergue la unidad, pues hasta ahora opera en una dependencia arrendada en la calle Matta. El proyecto apunta a levantar una nueva instalación pensada precisamente para acoger a la farmacia vecinal, lo que de paso permitiría cumplir a cabalidad con las indicaciones que exige la Autoridad Sanitaria para este tipo de tiendas. El sitio escogido se encuentra en la esquina de Mackenna con Prat, la ubicación precisa para poder mantenerse en el sector céntrico y facilitar de este modo el acceso de los interesados desde cualquier punto de la comuna.
Aunque la farmacia vecinal ha tenido que lidiar con ciertas dificultades para hacerse de los medicamentos solicitados por sus clientes, tanto por el procedimiento que se debe seguir (principalmente licitaciones) como por la falta de espacio para contar con una bodega en su lugar actual, no hay dudas de que ha cumplido con su misión de ofrecer remedios a un menor valor. Su sola vigencia y crecimiento, considerando que otras iniciativas similares en la propia Región y en el país han corrido una suerte distinta, hacen de la farmacia osornina todo un acierto que ojalá persista en el tiempo.