El 4 de febrero de cada año representa una de aquellas fechas en la que todo el mundo debería unirse solidariamente en la batalla contra el cáncer. La razón es muy simple: el cáncer es una enfermedad muy insidiosa que se ha expandido por todo el mundo como un reguero de pólvora causando millones de víctimas fatales. Sólo el año 2016 contabiliza casi nueve millones de muertos.
Por otra parte, ya no existe ningún rincón de nuestro planeta que esté libre de este mal, que carcome el cuerpo y enferma el alma.
Chile, por cierto, no está libre del cáncer, especialmente, porque cubre transversalmente todo nuestro territorio. Ninguna región se escapa. Por el contrario, existen algunas regiones más afectadas que otras, ya sea por sus condiciones medioambientales, o bien por el estilo de vida que lleva una parte de su población. Es por ello que los estudios epidemiológicos realizados en Chile revelan una realidad muy preocupante, por cuanto, si nos centramos en la Región de los Lagos, muy pronto advertiremos que el cáncer de colon y recto -especialmente en mujeres-, y el de hígado en hombres, muestra tasas entre 2 y 3 puntos por sobre el promedio nacional, en tanto que el cáncer de vesícula en ambos sexos casi duplica la tasa del país.
Una de las razones que esgrimen los investigadores para explicar esta realidad, es que en la Región se estaría produciendo un exceso de consumo de carne y grasas, lo cual, a su vez, estaría incidiendo en el aumento de ciertos tipos de cáncer. Incluso más. Las proyecciones de los expertos señalan que en los próximos años, el cáncer en la Región desplazará a los accidentes cardiovasculares como primera causa de muerte, un hecho verdaderamente insólito, considerando que las muertes por enfermedades cardiovasculares ocupan en todo el mundo -sin excepción- el primer lugar.
Otra región que preocupa a las autoridades corresponde al norte de nuestro país, considerada por los expertos como una verdadera "cloaca química", con el foco de atención puesto en Antofagasta, por cuanto, un estudio conducido por los investigadores chilenos Tchernitchin y Bolados en el año 2014, reveló la presencia de metales pesados, tales como el manganeso, arsénico, cesio, zinc, mercurio, etc., elementos cancerígenos que podrían explicar la causa de que esta ciudad tenga "el más alto número de cáncer de pulmón y vejiga, no sólo a nivel país, sino que latinoamericano y mundial".
Dr. Franco Lotito Académico e Investigador (UACh)