Un México aturdido y sin plan B recibe la era Trump y sus amenazas de levantar un muro
MIGRACIÓN. El país latinoamericano teme por las deportaciones masivas.
Sin cartas bajo la manga y conmocionado. Así recibe México al nuevo Presidente de EE.UU., Donald Trump, y sus amenazas de levantar un muro en la frontera común y hacérselo pagar, deportar a millones de inmigrantes mexicanos, gravar con impuestos las remesas y dañar al país en el terreno comercial.
Como si llegara el Apocalipsis, los mexicanos han ido asimilando como han podido los flancos abiertos durante meses por el próximo inquilino de la Casa Blanca, considerados ya afrentas a la soberanía nacional e incluso declaraciones de guerra soterradas. Una realidad que ni el más pesimista imaginaba y que sembró en México rabia e indignación.
Dos sentimientos potenciados por la timidez del Gobierno de Enrique Peña Nieto frente al republicano, que algunos han tildado hasta de servilismo desde que lo invitó a la residencia presidencial de Los Pinos en septiembre durante la campaña electoral estadounidense.
Un cóctel con sabor a impotencia que implica a todos los poderes del país, desde autoridades, partidos políticos y movimientos sociales hasta empresarios, pues ninguno ha planteado hasta ahora un antídoto real a Trump.
Con la expresión "A temblar" que usó para titular la noticia sobre el resultado de las elecciones en EE.UU., el diario mexicano Reforma plasmó perfectamente en noviembre la angustia que se respira en la opinión pública de México. Más lejos llegaron personalidades como el historiador Enrique Krauze o el ex Presidente Vicente Fox al comparar al magnate inmobiliario con Adolf Hitler.
el impuesto con que Trump amenazó a las compañías estadounidenses que invierten en México. 35%
tercio En 1