Funcionarios cuentan cómo pasan las fiestas de fin de año en Samoré
COMUNIDAD. Son al menos cinco los servicios que estarán presente durante Navidad y Año Nuevo en el paso fronterizo con Argentina, cuyos trabajadores vivirán las fechas compartiendo con sus colegas del resto de las reparticiones. Cenas y amigo secreto suplirán la lejanía familiar.
"Ese trámite es en la ventanilla de al lado señora", se escucha de parte de una de las funcionarias en el espacio que usa el personal de Aduanas en el paso fronterizo Cardenal Antonio Samoré, en Puyehue, mientras le hace gestos a la siguiente persona para que se acerque al mesón.
Es jueves por la mañana y el paso de argentinos y chilenos hacia uno u otro lado de la cordillera aún es tranquilo. La imagen difiere del panorama que se vivió el pasado fin de semana largo y que se proyectó para éste, donde en promedio circularon 8 mil personas diariamente, con un registro total de más de 37 mil cruces entre Chile y Argentina.
Por los pasillos ya se instalaron los arbolitos de Pascua y decoraciones alusivas a las fiestas de fin de año, para que turistas y trabajadores se impregnen del ambiente navideño.
"Villa samoré"
Sin embargo, Samoré es más que el paso fronterizo entre Osorno, Puyehue y, por el otro lado, con Villa La Angostura y Bariloche. En el recinto hay unas 80 personas que debido al plan de contingencia, deben cumplir extensos turnos semanales que los mantienen alejados de sus núcleos familiares, principalmente ahora que se acercan fechas cargadas de emotividad como Navidad y Año Nuevo.
El administrador del paso fronterizo, Marco Almonacid, por un momento deja de lado las cifras del número de cruces por la cordillera y resalta que dichas fiestas despiertan sensibilidades dentro del grupo de trabajo.
"Las extensas jornadas te generan un cansancio porque no son turnos de cinco días, son de siete a 10 días", explica.
El año pasado, recordó, le correspondió el turno de Año Nuevo, oportunidad en la que compartió con sus colegas en un "ambiente de confianza".
"Es complejo, porque la mayoría de las personas que trabaja tiene familia en Osorno o Puerto Montt, inclusive en otros puntos de la Región, con quienes no van a poder compartir las fiestas; no obstante, para muchos la más importante es Navidad, sobre todo cuando hay niños", destacó el coordinador del paso.
Si bien Almonacid lleva cerca de una década trabajando en el complejo fronterizo, asegura que la tradición es compartir una cena con el equipo de la coordinación. "Indudablemente es con la ausencia de las personas que más queremos, pero también compartimos una buena conversación y brindamos por la ausencia de nuestros seres queridos", contó el coordinador.
El no estar con sus dos hijos (de 16 y 8 años) -y un tercero con quien no tiene contacto directo, asegura- igual es un tema que lo sensibiliza, ya que tendrá turno para Nochebuena.
"Es complicado hablar desde la perspectiva humana ya que hay hijos y me gustaría tener el espacio para compartir y celebrar en familia el tema de la Navidad por el significado que tiene, más allá del tema comercial", contó Almonacid.
orden y educación
Dadas las destinaciones, principalmente de los carabineros que vienen a cumplir labores en la Tenencia Pajaritos que está emplazada en el complejo fronterizo, hay disponible para sus hijos un establecimiento: la Escuela Rural Pajaritos, que nutre el 100% de su matrícula con hijos del personal policial.
Kareen Águila es la responsable del colegio fronterizo y destaca cómo es ejercer la docencia en estas condiciones.
"Acá crecemos tanto en lo pedagógico como en lo humano. Esta en una escuela multigrado que tiene alumnos de primero, cuarto, sexto y séptimo, por ende hacemos todas las asignaturas", dijo Águila, quien se desempeña desde hace un año en el recinto.
La profesora comentó que este 2016 hubo una matrícula total de cinco estudiantes y que para el 2017 sólo habrá dos niños en el aula, inserto en una casa vivienda, pero que cuenta con todos los implementos como pizarra, estantes con libros, material didáctico y globos terráqueos que ayudan en el aprendizaje.
El teniente Luis Pérez es el jefe de la Tenencia de Carabineros del lugar y además es el esposo de la profesora. Se casaron hace poco y aún no tienen hijos, cuentan.
Pérez asegura "que somos un grupo humano bastante cercano. Somos 10 familias que vivimos en el complejo fronterizo, cada una de ellas en su casa fiscal".
Sin embargo, la "independencia" de tener cada uno su casa no quita que los funcionarios compartan entre ellos para estas fechas, sobre todo con la tarea "de llevar la felicidad cada día y la alegría de la Navidad con los niños".
En el caso de la pareja Pérez Águila, deberán permanecer durante la noche de Año Nuevo en el complejo fronterizo compartiendo con el resto de las familias que, de uno u otro modo, hacen Patria en el límite de la frontera.
"Somos pocos, estamos unidos y vivimos cerca, de una casa a otra hay cinco metros (...) Para Año Nuevo se hace una cena para compartir entre todos y acompañar al funcionario que queda de guardia en el lugar, para que no pase ese día solo", manifestó el teniente, quien lleva tres años en el lugar trabajando y que cuenta entre risas que aún no han implementando un sistema de regalos como el tradicional "amigo secreto", pero que de cariño muchos de ellos hacen regalos a los hijos de otros compañeros con los cuales conviven a diario.
Seguridad y patria
En el espacio que utiliza la Policía de Investigaciones (PDI) es donde hay mayor presencia de personal en la fecha, a pesar de ser un día hábil de semana.
El subcomisario jefe del complejo, Boris Infante, aseguró que debido al plan de contingencia el número de funcionarios aumentó a 12, los que deberán pasar las festividades de fin de año en el complejo Cardenal Samoré.
"Con cuatro funcionarios más estamos bien para la temporada estival que finaliza en marzo", explicó Infante.
En el caso de los efectivos policiales, conviven todos en una cabaña habilitada dentro del recinto fronterizo, por ende para las fechas que se acercan, comentó Infante, compartirán una cena como ha sido la tónica en años anteriores.
Al respecto, describió que "es una cena un poquito más elaborada que la normal. Eventualmente jugamos al amigo secreto y adornamos un árbol de Pascua. Para Año Nuevo ocurre algo similar: cena y abrazo. Sabemos que prácticamente son nuestra familia y hay que hacerlo más grato".
A la oficina llena de archivadores constantemente entran funcionarios a pedir una firma u obtener un timbre o fotocopia. Una de ellas es Stephanía López, quien se lo toma con relajo el vivir en el lugar.
"Estamos acostumbrados un poco (...) como somos policías, estamos 24-7 trabajando, pero igual en estas fechas es entendible que echemos de menos a nuestras familias", contó López, quien deberá permanecer Navidad en el lugar y además aseguró que aún no han designado cuál de sus compañeros deberá preparar la cena.
Cristián Molina es el jefe de fiscalización de Aduanas y recalcó que ya con 30 años de servicio "es difícil siempre, porque se dejan de lado muchas cosas, como la familia, pero hay que ser profesional y tener cierta psicología para enfrentar este tipo de fechas".
En ese sentido, la jefa de turno del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), Carolina Kauzlarich, aseguró que son al menos 15 personas las que hacen frente al alto flujo y comentó que "el arbolito ya está hecho en la casa porque aunque vivamos acá siempre lo habrá y se hará un asado para festejar (...) En cada turno coincide que hay un chef, un compañero al que le gusta cocinar".
También el personal de apoyo, quienes orientan a las personas que cruzan deberán pasar una de las fechas en el complejo. Dominique Silva aseguró que "en la fecha habrá que esperar el último ingreso que viene desde Argentina, entonces igual saldremos tipo 21:30 horas. El Año Nuevo habrá que quedarse acá simplemente".
María de los Ángeles Ávila vive en el complejo, ya que es hija de uno de los carabineros que presta servicios en el sector, por lo que asegura que "para nosotros será más fácil, debido a que vivimos acá".
"Es complicado hablar desde la perspectiva humana ya que hay hijos y me gustaría tener el espacio para compartir y celebrar en familia".
Marco Almonacid coordinador de Samoré"
"Es una cena un poquito más elaborada que la cena normal. Eventualmente jugamos al amigo secreto y adornamos un árbol de Pascua".
Boris Infante subcomisario Tenencia Pajaritos"
"Como somos policías estamos 24-7 trabajando, pero igual en estas fechas es entendible que echemos de menos a nuestras familias".
Stephanía López, oficial de la PDI"
"El arbolito ya está hecho en la casa porque aunque vivamos acá siempre lo habrá (...) En cada turno coincide que hay un chef".
Carolina Kauzlarich jefa de turno SAG"