Cáncer: enfermedad prevenible y evitable
"El cáncer está superando por primera vez a las enfermedades cardiovasculares"
El cáncer, además de representar un grave problema de salud pública con carácter global que afecta a millones de personas en todo el mundo, es una enfermedad considerada -culturalmente- como un perfecto sinónimo de angustia mental, mal pronóstico y muerte, razón por la cual no resulta fácil para nadie recibir las siguientes tres palabras como diagnóstico: ¡Usted tiene cáncer!
Para la mayoría de personas que recibe este diagnóstico, estas palabras que resuenan, una y otra vez, en la mente del que las escucha, representan una sentencia de muerte, y en lo único que puede pensar el afectado es: "¿Cómo me libero y me deshago lo antes posible de esta maldita enfermedad?", estando la persona dispuesta a hacer todo lo que se le indica, por oneroso, peligroso y poco realista que ello sea.
Muchas personas se enferman -y fallecen de cáncer- en función de las siguientes circunstancias: la carga genética, las condiciones ambientales en las cuales debe vivir la persona (en el norte de Chile tenemos verdaderas cloacas químicas pro cancerígenas), el azar y la mala fortuna.
Una mala noticia para la Región de Los Lagos -incluida la ciudad de Osorno- consignada en el informe Estrategia Nacional de Salud, es que el cáncer está superando por primera vez a las enfermedades cardiovasculares -primera causa de muerte-, con alta presencia de tumores malignos.
La Organización Mundial de la Salud señala que el 70% de los enfermos oncológicos que residen en países en vías de desarrollo mueren versus el 50% de fallecidos en los países desarrollados, lo cual representa una grave falencia en términos sanitarios y una verdadera muestra de negligencia administrativa a nivel de gobierno. La gente se está enfermando -y muriendo de cáncer- por desconocimiento, por no disponer de información, por un estilo de vida equivocado, porque no existen suficientes programas preventivos de salud, porque la gente no dispone de los recursos económicos para recibir una atención de salud digna y de calidad, porque no existen todos los centros de atención hospitalaria que los enfermos necesitan, por la escasez (o ausencia) de especialistas en hospitales públicos, porque hay cientos de empresas nacionales y multinacionales que producen y venden productos que contienen ingredientes cancerígenos, porque no existe una política de Estado que sea coherente con la "salud" que se le promete a la ciudadanía cada vez que hay elecciones políticas, entre otras muchas razones.
Se puede afirmar que muchas de las muertes por cáncer son muertes evitables y, además, innecesarias.
Franco Lotito C., académico
e investigador de la UACh