Estamos a semanas de finalizar el año y comienzan inevitablemente las evaluaciones de lo bueno, lo malo y lo feo de lo vivido en los últimos 365 días. Quienes nos levantamos diariamente a intentar hacer de Chile un país mejor y más productivo, con más accesibilidad y oportunidad para todos, alcanzaremos la cifra no menor de 250 días laborales, en los cuales la gran mayoría entrega lo mejor de sí en la búsqueda de acciones comunes que finalmente nos beneficien. Trabajamos, porque a fin de mes recibimos nuestras remuneraciones, pero también muchos trabajamos en nuestra vocación, por altruismo y porque queremos ser un aporte para los demás. Cada cual escogerá su propia vereda para lograr sus metas.
Tras una editorial de este mismo medio se mencionaban dos grandes actividades vividas en nuestra ciudad -Osorno a Fuego Lento, de Inacap, y un evento de otra casa de estudios superiores-, surge la reflexión respecto de lo importante del trabajo colaborativo al interior de las instituciones, organizaciones o empresas, y toda la comunidad. Ser parte de redes colaborativas que nos impulsen a crear más y mejores cosas es el sueño que algunos tenemos para el desarrollo de la ciudad, la Región y el país. ¿Cómo lo logramos? A través de habilidades comunicacionales de cada uno de los asociados, de relaciones simétricas y recíprocas y el deseo de compartir objetivos comunes.
En palabras de Humberto Maturana: "Vivir en la competencia niega al otro (para que uno gane, otro tiene que perder), en tanto que vivir en la colaboración abre espacios legítimos de interacción social". Esta colaboración debe llevarse a cabo en el contexto de la confianza y la ética, lo que nos constituye como humanos. Entonces, para que el trabajo colaborativo funcione es necesario establecer relaciones socio-afectivas positivas en cada participante, sumado a las relaciones de interdependencias positivas. El sueño del trabajo colaborativo es posible si creemos en las personas e interdependencia positiva; es imperativo seguir creyendo y apostando por una sociedad más colaborativa.
Por nuestra parte, desde el paradigma del Aprender-Haciendo, seguiremos trabajando por la labor mancomunada y la asociación como pilares de nuestro relacionamiento en vínculo con la comunidad y todos los actores que la componen.
Fabiola Salinas Hausdorf, coordinadora de Vinculación con el Medio de la Universidad Tecnológica de Chile, Inacap Osorno