La Región de Los Lagos ha identificado como ejes estratégicos de desarrollo el turismo y los alimentos, ambos en un marco de sostenibilidad, que exige que ambas actividades se desarrollen sin detrimento de recursos que pongan en riesgo la calidad de vida y el progreso de las generaciones futuras. Esto conlleva un desafío en lo ambiental, social y económico que requiere generación de conocimiento, tecnologías e innovación. El uso de los recursos naturales, intangibles y humanos del territorio para estos fines, demanda que haya ciencia y tecnología local, que permita conocer las oportunidades así como los límites en el aprovechamiento de nuestros recursos. No podremos avanzar con certidumbre en los tres ámbitos señalados, si no avanzamos en el sólido conocimiento que proviene de la investigación, ni podremos desarrollar soluciones y tecnologías ajustadas a nuestra realidad.

La industria del turismo regional cuenta con atractivos de naturaleza y cultura muy apreciados por los turistas de intereses especiales. Su puesta en valor requiere información, buen servicio, infraestructura, equipamiento, normas de seguridad, encadenamiento de la oferta y desarrollo de actividades asociadas, como la gastronomía y la artesanía, de modo que el turista viva una experiencia que pueda prolongarse por varios días y que recuerde con agrado.

Al margen de investigar adecuadamente la demanda, se necesita investigar y desarrollar relatos fidedignos, conocer la historia y el origen de los atractivos, capacitar el personal para un buen servicio, desarrollar hotelería, restaurantes y otros establecimientos con equipamiento adecuado, que no atenten contra el entorno y su identidad. Debe estimarse la capacidad de los destinos para recibir turistas, evitando que la experiencia de éstos termine siendo un fiasco y un daño sobre el entorno.

En tanto, la industria de alimentos hace uso del territorio y los recursos naturales, que demanda conocimiento para sostener niveles y formas de producción que no degraden su calidad y el propio desarrollo y competitividad de esta industria. El control de pestes y plagas, la interferencia entre especies, el conocimiento de efectos posibles de especies introducidas y un exhaustivo control de la higiene, seguridad e inocuidad de los productos, son algunos de los desafíos inherentes a la sostenibilidad de la industria. En suma, un desafío científico y tecnológico para ambas actividades, más allá del voluntarismo, que procuramos apoyar desde Corfo.

Adolfo Alvial Muñoz, director regional de Corfo