Hasta 12 tipos de frutales se cultivan en la zona por el cambio climático
FENÓMENO. Si bien algunas ya existen en la zona desde hace décadas y otras son recientes, las temperaturas más altas, además de la disminución de lluvias y la disponibilidad de agua propician su desarrollo. Una de las mayores ventajas de esta tendencia, según afirman los agricultores, es que la rentabilidad es mayor a la ganadería o lechería.
Si bien a Osorno es conocido a nivel país por su producción lechera y cárnica, por la década del '80 comenzaron a aparecer los primeros cultivos asociados a los berries, los cuales fueron pioneros de una tendencia que actualmente toma mayor fuerza en la provincia: la inserción de nuevos cultivos de frutales.
Actualmente son más de una docena las variedades entre las moras, arándanos, frambuesas, cerezas, grosellas, avellano europeo, nueces, maqui, zarzaparrilla, vid, frutillas y manzanas, las que están siendo cultivadas en los campos alrededor de la comuna.
Plantaciones que se están dando en gran parte gracias al cambio climático que afecta desde hace algunos años a la zona, donde ha ido disminuyendo paulatinamente el régimen de lluvias anuales y paralelo a ello han aumentado las temperaturas.
Según el agroclimatólogo de la Universidad de Chile, Fernando Santibáñez, el clima de la zona de Osorno se ha equiparado en cierta manera al de la zona metropolitana, donde generalmente se daban este tipo de cultivos.
La diferencia es que en el sur el tema del agua no presenta niveles alarmantes como sí ocurre en los alrededores de Santiago.
En el Ministerio de Agricultura trabajan en un plan de emergencia hídrico, donde una de las aristas del proyecto es comenzar a incentivar a los agricultores para que experimenten con plantaciones que se adapten al cambio climático.
Sin ir más lejos, esta semana se llevó a cabo en San Juan de la Costa una actividad donde Agricultura junto al Instituto de Investigaciones Agropecuarias (Inia) aportan al cultivo de especies como grosellas y zarzaparrillas, totalmente adaptables a las nuevas condiciones climáticas.
Rentabilidad
Como representante de la Comisión de Frutales Menores de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (Sago), Cristian Parra está relacionado con todo el mundo frutícola de la zona. Parra indica que en Osorno y un poco más al norte, se está trabajando activamente con por lo menos una docena de cultivos frutales, entre los que se encuentran arándanos, frambuesas, avellano europeo, cerezas, grosellas, moras, maquis, frutilla (sector de la costa), vid (sector adyacente al río Bueno), manzanas, sauco y hasta un pequeño experimento con nogales, que es lo más reciente.
Según Parra, la presencia de frutales en la zona siempre existió, sólo que con el paso del tiempo fueron tomando fuerza debido a lo errático del comportamiento de los rubros lecheros y ganaderos, sumado a la adaptación de los empresarios a un clima más cálido y con menos lluvias.
"Los empresarios poco a poco se empezaron a atrever y luego se fueron agrandando al ver que la rentabilidad y el retorno de los cultivos era mayor que al de otras actividades más tradicionales", explica.
Según Parra, antes era impensado trabajar con algunos frutales en una zona más lluviosa o de clima más frío, pero poco a poco se han ido trayendo variedades más resistentes y adaptables.
Entre las críticas que hace Parra del tema, está el hecho de que como agricultores de frutales menores han sentido poco apoyo del Inia Remehue de Osorno, por lo que han tenido que recurrir al Inia Carillanca de Temuco, para el tema de la experimentación de nuevos cultivos.
"Siempre nos llegan variedades distintas de frutales, pero se necesita probarlas, testearlas con diferentes condiciones de suelo y clima y eso no pasa con el Inia local", finaliza.
La Costa
La seremi de Agricultura, Pamela Bertín, señaló que efectivamente en estos momentos entidades como Inia Carillanca y no Inia Remehue están apoyando más en el tema de los nuevos cultivos frutícolas a los agricultores de la zona.
La razón radica en que es precisamente la entidad de Temuco la que tiene una mayor experiencia en el tema a diferencia del Inia local. "Es algo que estamos comenzando a ver recién con el Inia Remehue y fruto de esto es la iniciativa experimental que se está viendo en La Costa".
Bertín indica que efectivamente este tipo de plantaciones se posicionan fuerte en la zona, debido a la adaptación al cambio climático.
Un ejemplo es el caso de los berries, frutales que se adaptan a una temperatura asociada a la zona central.
"En la Región de Los Lagos, de las 1.100 hectáreas existentes de este fruto, 900 se ubican en la zona de Osorno, llegando a exportarse un total de 3.500 toneladas en la temporada 2015-16 hacia el mercado asiático, pero también a Estados Unidos y Europa", detalló.
La plantación de este tipo de cultivos se ha posicionado en una zona de tradición ganadera donde nunca se pensó cambiar de actividad, no obstante, ha presentado excelentes resultados.
La producción de frutas y la experimentación con variedades como las grosellas, frambuesas y zarzaparrillas en el área de La Costa, responden al plan de déficit hídrico que mantiene el ministerio en la zona, donde se incentiva la adopción de nuevas actividades económicas-agrícolas.
El agroclimatólogo Fernando Santibáñez explica que la instauración de frutales en la zona de Osorno viene a convertirse en un "paso natural" para un territorio donde el clima ha cambiado en las últimas décadas y se asemeja, en parte, a lo que se puede encontrar hoy en la zona central del país.
"Es notable como las temperaturas invernales en esa zona han aumentado mucho más de lo que se puede ver en el mismo verano, lo que hace que comencemos a tener primaveras más templadas, que son el factor decisivo para cultivar frutas y donde todo se define en este tipo de plantaciones".
El experto señala que el clima que se instaló en Osorno tiene un ciclo de al menos 200 años, por lo cual lo mejor es ir adaptando la agricultura.
cerezas y arándanos
Durante mucho tiempo Luis Sáenz fue productor lechero en la zona. Ello, hasta que vio que la lechería comenzó a caer lentamente, debido a los bajos precios pagados por litro, tras lo cual comenzó a buscar alternativas para trabajar la tierra.
Hace unos 30 años decidió dar un giro económico y comenzó a trabajar y experimentar con frutales como las frambuesas, zarzaparrillas, arándanos y la mora en sectores de producción como Río Bueno y La Unión.
Actualmente, con un total de 50 hectáreas, Sáenz explica que la actividad se ha vuelto más rentable que la misma leche o la ganadería que practicaba décadas atrás, aunque reconoce que el mercado no siempre es generoso, ni la inversión es menor.
Un ejemplo de ello es que para habilitar una hectárea de arándonos es necesario invertir al menos 12 millones de pesos, para luego comenzar a recibir retorno a los tres o cuatro años después.
Y pese que señala que la plantación de frutales es un tema que va en ascenso, Sáenz explica que rubros como la leche no van a desaparecer, pero sí van a pasar a ser controlados por las grandes empresas y ahí es donde el pequeño y mediano agricultor debe apostar por el cultivo de frutas.
Según cifras que maneja Pro Chile, entre enero y agosto de este año se exportaron a través de ellos 16,4 millones de dólares en frutas, donde los arándanos azules son los más requeridos, seguido de las cerezas y las zarzaparrillas.
Los principales destinos de exportación son Estados Unidos, Reino Unido, Holanda y China, lo cual confirma la demanda que existe por este tipo de productos.
Arándano es la fruta más extendida en la provincia, con 900 hectáreas de un total de 1.100 en toda la Región de Los Lagos.
La nuez es un cultivo que recién está empezando en la zona y todavía está en etapa de experimento.