Bladimiro Matamala
A siete meses de ocurrido el siniestro en la iglesia San Sebastián de Purranque, el dolor va decantando lentamente, pero la fe se mantiene intacta entre los purranquinos que perseveran en la oración y las obras para reconstruir lo antes posible el templo.
Las llamas consumieron la madrugada del domingo 7 de febrero la techumbre, revestimiento y la estructura interior de la iglesia, que con los años pasó a formar parte de la identidad local en la calle Aníbal Pinto 320.
En la actualidad la parroquia de Purranque camina bajo el alero del sacerdote Jorge Gómez Villegas, de la Congregación de los Misioneros de la Preciosa Sangre, en su calidad de párroco, y del vicario Claudio Varas Arriagada, más cuatro diáconos permanentes. Y luego viene toda la estructura de los diferentes agentes pastorales, las comunidades urbanas y rurales.
Quien respondió las consultas de este diario fue el vicario Claudio Varas, hijo de Purranque y vecino del barrio Estación, que a una semana de haber retornado a su comuna, ya como presbítero, le tocó presenciar el incendio.
-¿Cómo avanza la cruzada de la reconstrucción?
-Vamos caminando por la Gracia de Dios, firme en el tema de la reconstrucción material del templo, pero sobre todo en la reconstrucción espiritual. Ha sido un año muy diferente a los anteriores, pero que nos ha dado también mayor empuje, fuerza y unidad en la comuna.
-¿Qué les ha complicado más hasta ahora?
-Estamos en realidad en dos frentes: finalizando las últimas conversaciones con el seguro, que se ha demorado por la regularización de algunos documentos administrativos de la parroquia, lo que ya está resuelto; y trabajando en el proyecto a realizar con los diferentes profesionales que nos están colaborando. Y analizando con cuánto dinero vamos a contar. También animamos a la gente para que siga aportando y hoy estamos con la campaña del "metro cuadrado" donde se estimó un valor de $300.000.
La idea es que las familias se puedan juntar, los diferentes gremios, instituciones, las empresas, barrios y poblaciones y le regalen un metro cuadrado a la parroquia. Ya han llegado los primeros metros cuadrados de donación, lo cual nos tiene bastante contentos. Esta campaña finalizará hasta que nuestro templo esté reconstruido.
-¿Cuál es el sueño?
-El sueño es construir la iglesia espiritual dentro del pueblo y eso nos convoca a todos y nos impulsa a seguir trabajando.
-¿Existe un diseño que ustedes están difundiendo ?
-Sí, es el diseño que se ha trabajado con la gente de la comunidad, lo que queremos construir, la planimetría, arquitectura, que con la Gracia de Dios será un templo muy acogedor, cómodo, muy sencillo, como es la gente de nuestro pueblo, pero que incluirá, aprovechando la oportunidad, algunas mejoras para que sea un lugar más adecuado y digno para el culto también.
-Junto a la parroquia funciona una comisión de laicos en este propósito...
-Es la comisión pro-reconstrucción formada por algunos hermanos dentro del pueblo a quienes se le pidió que nos colaboraran y acompañaran. Nos reunimos todos los meses para evaluar cómo vamos, compartiendo algunas ideas y el padre Jorge y yo, junto a los diáconos, escuchamos a la gente de Purranque. Esto lo hemos querido hacer así. No podemos invitar a todo el mundo porque nunca vamos a llegar a ningún consenso, pero esta pequeña comisión de 20 hermanos es representativa y nos ha ayudado mucho a ir proyectando este sueño.
-¿Hay plazos fijados?
-No hemos hablado de plazos porque no sabemos cuándo se finiquitará el tema del seguro, por lo que sería una irresponsabilidad de parte nuestra decir a la gente en tal mes va a estar el templo reconstruido. Sí, se le ha dicho lo que estamos haciendo y trabajando, pidiendo paciencia también a la comunidad católica porque esto no es de un día para otro.
-¿Cómo funcionan ahora?
-Hemos realizado muchas cosas hermosas como parroquia, por ejemplo el 25 de septiembre tuvimos la celebración de nuestro aniversario parroquial de los 67 años, con tres días de festejos, y estamos llevando dentro de lo posible una vida normal, trabajando con las comunidades en el campo, mientras que las eucaristías son de lunes a domingo para la gente de nuestro pueblo, acá en una capilla que hemos habilitado en los salones parroquiales. Y el domingo la eucaristía de las 11.30 se realiza en el patio cubierto del Colegio Preciosa Sangre, en el lado norte que está junto a la parroquia, porque el espacio es amplio y acoge un número más grande de fieles".