Paola Rojas

En los próximos meses se cumplirán dos años desde que salieron los primeros embarques de carne osornina faenada hacia China, por ello los protagonistas de esta cadena, que son los productores y la industria, ya se proponen nuevos desafíos para enfrentar el futuro de este mercado, sobre el cual este año la planta Frigosorno ya ha concretado el envío de 1.200 toneladas al "gigante asiático".

Estas exportaciones comenzaron en agosto del año pasado, fecha en que partieron 75 vacunos en formatos de cuartos congelados, envíos que desde ese momento hasta la fecha han continuado hasta llegar a una cifra de casi dos mil toneladas al día de hoy.

En el marco del seminario "Mercado cárnico chino y su potencial comercial: un impulso para activar la ganadería nacional", realizado ayer en Osorno y organizado por la Corporación de la Carne (Corpcarne), en el que participaron diferentes organismos relacionados a este rubro, se discutió sobre los nuevos desafíos que debe enfrentar este negocio, que son la relación entre la industria y los productores, calidad de la mercadería, exigencias para salir del país y término de la tipificación del producto.

Un año de comercio

El gerente de Frigosorno, Alejandro Anwandter, explicó que actualmente estos envíos son de vacas faenadas en forma de cuartos congelados (cuatro partes) y otras que van despostadas, es decir, distintos cortes sin huesos, lo que constituye un elemento con valor agregado a una situación lechera de baja rentabilidad, por lo cual ha sido una alternativa para que muchos productores salgan adelante.

"Las exportaciones de Frigosorno han potenciado y significado mayor valor para la ganadería regional. Nuestro programa es continuar con las exportaciones y ver cómo solucionar rápidamente los temas pendientes, como las certificaciones de trazabilidad (serie de procedimientos que permiten seguir el proceso de evolución de un producto en cada una de sus etapas) y la solución al uso de hormonas para poder masificar las exportaciones a China", señaló.

Desafíos

En este sentido, Anwandter señaló que lo que se pretende a futuro es ampliar los envíos también a novillos y vaquillas de alto valor, ya que el mercado chino representa continuidad en el tiempo.

Agregó que la principal limitación que hoy enfrentan, a diferencia del mercado lácteo, no es el precio, ni la demanda de China, sino que pasan por las regulaciones locales para la producción de carne, además del cambio de mentalidad de los productores y la industria en Chile, ya que el mercado objetivo de las exportaciones ya no es a Canadá ni Estados Unidos, países de destino que se cambiaron por el mercado asiático, principalmente a China y Medio Oriente.

Este mercado objetivo se explica por la forma de consumir la carne que tienen en esos países, que se debe a su desarrollo, ya que han dejado de consumir proteínas de bajo precio, a lo que se suma una generación incipiente de nuevos millonarios y clase media.

"Ese es nuestro norte y nosotros tenemos que adecuar toda nuestra estructura de normativas hacia esos mercados y tenemos que simplificar y solucionar los problemas de reglamentación", aseveró.

Apuntar hacia los cortes

El gerente de Frigosorno indicó que por ahora se están enviando a China todos los cortes, pero en general el comercio de las carnes en el mundo es de fracciones del animal, donde hay mercados como el europeo que demandan los lomos y cortes redondos del bovino.

Tomando en cuenta esto, Anwandter advirtió que Brasil también hace exportaciones de carne a China, pero en cortes, lo que ha hecho que los chinos estén aprendiendo que algunos cortes se venden mejor que otros, por lo que en algún momento tal vez no requieran de todo el animal. En el caso de las vacas, se deberá eliminar la clasificación, ya que la letra U hoy en Chile no la compra ningún supermercado, que son los principales compradores de carne en el país.

Mayor esfuerzo

Por su parte, el presidente de Corpcarne, Harry Jürgensen Caesar, coincidió en que el mercado de exportaciones a China es un gran desafío, ya que implica que la carne no contenga anabólicos y que tenga trazabilidad.

El desafío que se impone el mundo de la carne local es aumentar las exportaciones, tarea que se dificulta, según Jürgensen, por la falta de oferta de animales aptos en el país.

Pese a ello, la reciente misión que llevó a China a agricultores chilenos, generó que se encontraran posibilidades para acciones corporativas para desarrollar en el país, como por ejemplo el pabellón de Chile en Shangai, donde hay 3 mil metros cuadrados a disposición de los empresarios chilenos para exponer y comercializar, con instalaciones como bodegas que se precisan para la distribución de carne.

"Estuvimos en esta tremenda feria en Shangai y realmente no estábamos bien representados. Había grandes esfuerzos de empresas, pero la verdad es que lo que despliega Brasil, Uruguay, Argentina y Estados Unidos es enorme", dijo.

Productores

Herman Rusch, que es director de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (Sago) y productor cárnico, expuso en el seminario su visión, donde enfatizó en que se deben establecer alianzas entre la industria y los productores.

A ellos se les debe apoyar con programas de producción de ganado para alcanzar una cifra de animales en condiciones de exportar; a ello apuntó terminar con la ley de los promedios, es decir, el faenamiento de animales de distintas calidades, y lograr un nivel de uniformidad en el producto.

También coincidió en que se debe terminar con el sistema de categorización, la aplicación de anabólicos y destrabar las exigencias administrativas, que a su juicio solo consiguen poner frenar desarrollo del negocio.

toneladas de carne de vaca ha exportado a China este año la empresa local Frigosorno. 1.200