"Yo bailo cueca, me visto de huaso, pero si me dan a elegir prefiero la cueca chilota"
Un hombre aferrado al folclor, su más profundo sentir, es el osornino Guillermo Obando, quien preside la Asociación de Conjuntos Folclóricos de la ciudad, es director del conjunto folclórico Inkawen y del conjunto folclórico Adulto Mayor (o chiquillos, como les dice) Alegría de Vivir, de la Casa del Folclor, con quienes trabaja ya 13 años.
Con veinte años en la música, es un constante aprendiz de la historia de las danzas tanto chilenas como latinoamericanas y también es un agradecido de la comunidad capuchina de la iglesia San Leopoldo Mandic, en la población Las Vegas de Rahue Alto.
-¿A qué se debe su incursión en el folclor?
-Por un tema de la parroquia. Yo tenía 35 años (55 actualmente), toda mi familia y yo pertenecemos a la iglesia San Leopoldo Mandic y hace 20 años en ese sector faltaban más actividades folclóricas, porque lo poco que se hacía en Osorno era en el centro y no siempre se podía ir. Yo toco guitarra y desde el coro de la iglesia entonces nació el primer grupo que es el Inkawen y de allí nos inscribimos en la asociación folclórica y eso nos bastó para iniciar el grupo folclórico.
-¿Cómo nace el nombre de Inkawen?
-El hermano capuchino de la parroquia, Bernardo Tripallante, buscó un nombre en mapudungún para el conjunto y eligió Inkawen, que significa "unidos entre sí", ya que nos vio muy unidos en el tema del grupo. De eso ya llevamos 18 años. Nunca pensamos que iba a durar tanto y traspasar fronteras en cuanto a las presentaciones, que comenzaron en Osorno y luego en la región, el país y también en ciudades argentinas.
-O sea que han tenido el apoyo constante de la parroquia...
-Sí, siempre, porque los hermanos estaban contentos de que se diera una mano para la gente que en esos tiempos estaba pasando malos momentos, no había plata para ir al centro o para ver un espectáculo, entonces normalmente hacíamos presentaciones para la comunidad y la gente se motivaba, llenaba el salón para que cantemos cuecas y se vendían empanadas, etcétera. Además, se creó la misa a la chilena en la iglesia con cantos hechos por nosotros mismos. También ensayamos en los salones de la parroquia. Hoy somos 25 personas entre músicos y bailarines con edades que fluctúan entre los 15 y 65 años.
Folclor en osorno
-¿Se ha perdido el folclor en la ciudad?
-Antes septiembre era igual a folclor, a chilenidad, pero eso ya quedó de lado un poco, porque en Osorno siempre hay actividades relativas a esto, en la Casa del Folclor siempre tenemos peñas, todas las semanas hay folclor, como las galas, y esto es todo el año. Existen varios conjuntos en la ciudad, ya sean grupos grandes o chicos, que mantienen el espíritu del folclor.
-¿Y las tradiciones?
-A través del tiempo se han perdido mucho, si bien es cierto nosotros mantenemos la tradición como el desfile del domingo pasado en la plaza, con 32 agrupaciones, hace años atrás los conjuntos tenían la parte del canto y baile, ahora es a la inversa, muy pocos se dedican al canto. De los 45 conjuntos en Osorno, hay 5 o 6 que cantan. Yo pienso que es la comodidad que existe para hacer folclor. No es que falten músicos, sino que tal vez no hay interés y en esto hemos retrocedido años luz. Cuando me preguntan por un conjunto para el dieciocho, pero con músicos, la gente no encuentra y siempre llega a los mismos que por lo general ya están ocupados.
-¿Qué se necesita para tener un grupo folclórico?
-La parte de danza y música debe tener su "perfección", hay que ser muy autocrítico, si estoy cantando mal o bailando mal, admitir la crítica también de otras personas cuando les digan que tal danza que han hecho y presentado no está bien ejecutada. Siempre habrá alguien que sepa más que uno, se debe preguntar.
-¿Se considera usted un folclorista más que un huaso?
-Soy folclorista porque me apasiona, me gusta mirar hacia el pasado para aprender, para mi el folclor es la historia de un pueblo, rescatar mis tradiciones, saber jugar al emboque, al luche, cómo era una ramada, etcétera. Los folcloristas han hecho cosas por amor al arte y han mostrado la cultura y por eso me siento un folclorista, un aprendiz. Yo bailo cueca, me visto de huaso, pero no soy un fanático del baile nacional. Si me dan a elegir prefiero la cueca chilota.
años lleva con el grupo adulto mayor Alegría de Vivir, quienes ensayan en la Casa del Folclor. 13
años tiene el grupo Inkawen, que nació de la necesidad de actividades folclóricas en el sector de Rahue Alto. 18