Lentamente quienes viven en Osorno han tenido que ir habituándose a un lenguaje nuevo. Palabras como emergencia ambiental, preemergencia, calidad del aire, leña húmeda, polígonos, humos visibles y recambio de estufas se están utilizando cada vez con mayor recurrencia, y no por simple gusto, sino por la crisis que están viviendo todas las ciudades del sur de Chile por culpa de la contaminación atmosférica.
La mala calidad del aire, muy para pesar de un territorio históricamente asociado con un medio ambiente libre de contaminación, se ha convertido en uno de los grandes problemas de Osorno. Es cierto que es una ciudad cálida, acogedora, con ascendentes niveles de calidad de vida según estudios recientes, pero las tenazas de la contaminación se ciernen sobre ella cada vez que comienzan las bajas temperaturas y adversas condiciones de ventilación que son combatidas por las familias mediante la combustión de leña húmeda.
Para revertir esto se necesita de la acción formal del Estado, en este caso el Plan de Descontaminación Atmosférica que debutó en abril. Pero eso es sólo un brazo, el otro viene de la acción ciudadana, que se activa con campañas de responsabilidad social duraderas en el tiempo y con contenido útil y pertinente. Aquí se inscribe precisamente la campaña "Nuevo Aire" que impulsa El Austral de Osorno, y que fue inaugurada formalmente ayer en un significativo acto. Esta iniciativa, que ya va en su quinta versión en la ciudad, busca ayudar a crear conciencia entre la ciudadanía acerca de contribuir, desde el propio hogar, a descontaminar la ciudad.
Su misión es aportar al mayor conocimiento de personas y organizaciones sobre el problema de la contaminación atmosférica y ayudar a generar un cambio por medio del uso adecuado de artefactos y sistemas de combustión, la aplicación de aislación térmica y la migración hacia energías limpias. Descontaminar el aire de Osorno no es sólo obligación del Estado. Por supuesto que a él le compete una tarea muy importante para normar los cambios que haya que hacer, pero es toda la comunidad quien desde los propios hogares puede sumar, y mucho, para que el sur vuelva a respirar.