Un ejemplo de las obras cumbres de la creación
GEOGRAFÍA. Los macizos de la zona acercan al ser terrenal con los cielos.
Desde que los primeros humanos consiguieron erguirse y levantar el cuello, lo primero que hicieron fue admirar las altas cumbres, esas que parecían conectarlos con las divinidades, ya sea un dios, las estrellas o simplemente la inmensidad de un cielo azulado. En pleno siglo XXI las montañas de la Región -como los volcanes Osorno, Puntiagudo y Calbuco- siguen cautivando a quienes no les queda más que caminar para avanzar, aunque allá arriba, al llegar a las alturas entre glaciares y nieve, vuelven a ser libres.