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Una campaña en la que se pretende interesar a nuevas familias guardadoras de menores, es la que realiza por estos días la Corporación de Ayuda al Niño Limitado (Coanil) en Osorno, tras hacerse cargo en febrero del Programa de Familias de Acogida, luego de que el Hogar de Cristo se lo traspasara.
Ello, porque la institución a nivel local se encuentra en déficit en esta materia, ya que la entidad mantiene a 59 niños y adolescentes de entre cero y 18 años de edad en calidad de ser cuidados por determinación directa de los tribunales de familia.
No obstante, la realidad indica que sólo 43 de ellos están bajo el cuidado y protección de familias externas y con algún tipo de consanguinidad, por lo que hoy en día 16 niños y jóvenes se encuentran sin ser parte de una familia.
La entidad, a través del denominado Programa Familias de Acogida, trabaja para captar nuevas familias o personas interesadas en resguardar a estos menores en la comuna.
Según la asistente social del programa, Valeria Vidal, se trata de niños y jóvenes que a través de sus vidas han visto vulnerados sus derechos en sus respectivos hogares, por lo que se determina a través de los tribunales de familia que deben pasar un tiempo (un año y ocho meses como máximo) junto a otras familias o cuidadores, que puedan entregarle un hogar seguro.
Guardadores
La encargada del programa explica que la familia que eventualmente se hace cargo de los menores no queda sola, ya que Coanil la asesora y apoya a través de un equipo multidisciplinario de profesionales que también asiste a los verdaderos padres de los menores, porque el objetivo final es que los niños o menores puedan regresar eventualmente donde sus progenitores, pero mientras tanto se espera que no pierdan la oportunidad de vivir en familia.
"El tiempo que estos niños se mantengan con familias externas o extensas, depende de qué tan grave fue la vulneración de sus derechos. Por ejemplo, hay algunos padres que están privados de libertad, que no tienen trabajo estable o una vivienda donde puedan residir de manera permanente con sus hijos", indicó.
El problema radica al momento en que el Tribunal de Familia determina que un menor debe ingresar al programa y no se encuentran familias disponibles para su cuidado.
Las familias interesadas deben pasar primero por un proceso de evaluación social y sicológico. Además, quienes deseen postular deben contar con requisitos como ser mayores de edad, ser un matrimonio o una mujer sin pareja y que tengan estabilidad económica que los respalde.
Sin embargo, la profesional indica que no es necesario que el postulante posea un sueldo muy alto, pero sí lo suficiente como para mantener o cuidar debidamente al menor; es decir, que cubra sus necesidades básicas.
En cuanto a lo que puede demorar el proceso, Vidal explica que éste no es muy largo en relación a la evaluación que se hace de la familia.
Crianza y cuidado
Una de aquellas familias es la de Cristina del Río, quien desde hace 17 años se encuentra acogiendo niños y jóvenes en su hogar junto a su esposo, y donde actualmente mantiene a cinco niños en edades que fluctúan entre los 5 y 12 años.
Según la mujer de 55 años, comenzó a trabajar junto al programa cuando vio que sus cuatro hijos dejaron el hogar para formar sus propias familias.
"Son como mis hijos y viven conmigo y mi esposo. Yo estoy todos los días con ellos, pero ven a sus padres una vez a la semana tal como lo determina el mismo programa, día que suele ser los viernes", detalló la mujer.
Cada uno de los niños que Cristina mantiene en la actualidad son de distintas familias, excepto por una pareja de hermanitos.
Entre las razones que Cristina aduce para criar a tantos pequeños mientras los mantiene bajo su custodia, está el hecho de que sus hijos se fueron poco a poco de su hogar, dejando un gran vacío en las casas, sobre todo, porque mantenía una habitación para cada uno.
"Cuando todo comenzó, primero lo hablé con mi esposo quien estuvo de acuerdo en compartir las tareas conmigo", dijo.
Eso sí, Cristina explica que muchas veces sufre, sobre todo cuando los niños deben volver a sus hogares respectivos o cumplen la fecha límite de los 18 años.
"Tengo 'hijos' que me siguen viniendo a ver, es hermoso", relata.
En calle Santa María a la altura del 2277 funciona el Hogar Quillay, que trabaja con Coanil.
Los niños que participan de este programa tienen edades que fluctúan entre cero y 18 años de edad como límite.
"Son como mis hijos y viven conmigo y mi esposo. Yo estoy todos los días con ellos, pero ven a sus padres una vez a la semana tal como lo determina el mismo programa, día que suele ser los viernes".
Cristina del Río, Guardadora
59 niños y jóvenes son los que actualmente están en el Programa de Familias
de Acogida de Coanil.