Campaña del Hogar de Cristo
Se respira mucha indignación en el país. Y cómo no, si la desigualdad es injusta y nos enoja que sólo en la Región de Los Lagos aún vivan más de 67 mil personas en situación de pobreza, ya sea monetaria y multidimensional. Pero, ¿después de la rabia qué viene?
Tradicionalmente hemos catalogado el enojo como un sentimiento negativo que sólo puede engendrar violencia, podríamos decir también que muchas veces se relativiza esta emoción. Pero hay una anécdota donde el Padre Hurtado también sintió enojo, cuando en una reunión con mujeres de la alta sociedad de la época, a una de las asistentes se le ocurrió comentar, "si al menos los pobres del Hogar de Cristo fueran agradecidos".
El sacerdote estalló: "¿Agradecidos de qué, señora? ¿Sabe usted lo que es dormir de a cinco en una cama? ¿Sabe lo que es alimentarse de las sobras que usted bota al tarro de la basura?". Pero la rabia no paralizó a nuestro Santo, muy por el contrario, canalizó esta emoción involucrándose por una causa: el Hogar de Cristo.
Este motivo nos impulsa a contagiar con esta Campaña de Socios 2016, lo que movilizó durante muchos años al Padre Hurtado, y transformar la sensación de rabia e indignación que provocan los casos de abuso, corrupción, injusticia y desigualdad de los que somos testigos a diario, hacia la energía movilizadora para cambiar Chile. "Enójate, Involúcrate" no sólo es el nombre de nuestra nueva Campaña de Socios. Queremos comprometer a 50 mil nuevos socios para que se involucren en la causa de construir un Chile más digno y justo.
Llamamos a hacernos cargo de nuestra rabia, pero con un sentido distinto, no para crear un país violento, sino para que esa energía vigorice el trabajo por los más pobres entre los pobres de nuestro país. Ejemplo de ello es el compromiso de nuestros socios, pues gracias a su aporte hemos podido financiar más de la mitad de los 450 programas sociales distribuidos a lo largo de todo Chile, acogiendo a más de 37 mil personas y sus familias. Entonces, ¿qué viene después de la rabia? Involucrarse.
Edson Sobarzo, director ejecutivo de la sede Los Ríos y Los Lagos del Hogar de Cristo
Discurso presidencial I
Hoy se hará gala de una tradición con el discurso del Presidente de la República ante el Congreso. Esta vez la duración del discurso presidencial podría ser menor a lo acostumbrado, pues cuesta encontrar algo para destacar y ver el vaso medio lleno: la reforma tributaria no alcanzó lo proyectado ni sirvió a su justificación, aparecieron cuentas en Panamá; el SII no se querella en todas las irregularidades de financiamiento político y prefiere rectificaciones de bajo perfil.
La reforma educacional niveló para abajo, nunca se logró la cobertura de gratuidad prometida y, hoy por hoy, ya nadie la entiende. Las reconstrucciones del terremoto del 27/F y del norte el 2014 todavía no se terminan. La corrupción está a la orden del día, desde la familia presidencial, la familia militar, la no bien ponderada familia política, así como de colusiones en la familia empresarial.
El crecimiento está detenido, el IPC y la tasa de desempleo suben, las protestas son pan de cada día y para rematar, Chile se luce, internacionalmente, por el horror de ingeniería del Cau Cau y por la chacota de los cambios de horarios. Como hay un dicho que dice que preparar un discurso de diez minutos cuesta un par de semanas y un discurso de una hora siempre puede improvisarse, para hoy sólo queda esperar cuánto dura y que sea en castellano.
Arnold Schirmer
Discurso presidencial II
Ad portas de un nuevo discurso presidencial, es esencial saber de primera fuente si las promesas hechas el año anterior se llevaron a cabo. En un breve análisis de 2015, la Presidenta hizo 56 compromisos, desde respeto y cuidado de los derechos humanos, reforma a las isapres y seguro de salud, educación gratuita y de calidad, apoyo a los trabajadores, entre otras.
Debido a que la mayoría de los proyectos de ley presentados por el Ejecutivo no están hechos precisamente en favor de los chilenos, el Gobierno debe ser más responsable al momento de prometer el paraíso en la tierra. Sólo para ejemplificar: en tema de reforma laboral, el incumplimiento de la regulación laboral para temporeros y temporeras prometido el año pasado, fue olvidado; o el amplio poder que se le otorgan a los sindicatos, dejando de lado a los trabajadores igual de honestos que no les interesa participar de ese espacio, es claramente un error.
O la incoherencia con el discurso de la educación gratuita y de calidad aprobando una ley injusta y que da pie para pensar que hay estudiantes de primera y de segunda categoría. Ojalá para este 21 de mayo la Presidenta y los funcionarios de Gobierno sean más serios y prolijos; no debemos olvidar que no se trata de hacer ofertas o tener que prometer mil cosas, sino que por el contrario, los chilenos no merecemos más promesas incumplidas, necesitamos con urgencia políticas públicas que enmienden el rumbo que sean pocas, pero buenas.
Luis Baeza