Leonardo Yevenes

Alex Olate dice que a las 7 de la mañana tiene que estar abriendo su negocio ubicado en calle Río Aconcagua, en la villa Los Notros. La razón: es que a esa hora ya comienzan a llegar los vecinos que buscan el pan para el desayuno en sus hogares, con la idea de luego ir a dejar a sus hijos al colegio y partir al trabajo.

Añade que no sólo vecinos del barrio llegan hasta su panadería Changaral, sino que clientes de otros sectores también lo hacen, sabiendo que es una de los primeras que abre en Osorno y que atiende prácticamente todo el año.

Especializarse

Así como Alex, quien se ubica en el sector nororiente de la ciudad, son varias las panaderías en distintos sectores de la ciudad, que se están instalando en barrios y que a la vez están ofreciendo servicios adicionales y novedosos a sus clientes.

Aunque están trabajando desde mediados de este mes, a contar del 2 de abril Karla Santana junto a un primo con quien comparte la sociedad, comenzarán a trabajar en el punto fuerte de la panadería que tienen en Ovejería: el reparto a domicilio de pan. Servicio dirigido exclusivamente -por ahora- a clientes de la población Maximiliano Kolbe y Jardín del Alto.

Una estrategia que según Karla se utiliza en Europa y que intenta fidelizar clientes mediante el reparto, pero también para hacerles más fáciles a sus usuarios las idas y venidas de tarde o de mañana; o bien, para evitarles en casos como invierno, el tener que mojarse camino a comprar el pan.

"A nosotros se nos ocurrió esta idea cuando vimos que se hacía a través de un portal de internet en España, donde la gente encargaba su pedido y solicitaba que se lo fuesen a dejar a sus casas a la hora que más les convenía", explica Karla, quien agrega que esta idea ha ido creciendo lentamente en Chile, por lo que probablemente sean los primeros en aplicarla en Osorno.

Para ello Karla y su socio se encuentran inscritos dentro de la página de Facebook que mantiene la junta de vecinos de la población Kolbe, donde han comentado su idea y ya cuentan con varios usuarios que están inscritos para los primeros pedidos que comenzarán a entregarse en abril.

"Nos estamos comunicando con los vecinos por varios medios, como Whatsapp y Facebook, pero también tenemos contemplada una visita a los hogares, donde estaremos entregando una muestra de lo que hacemos", explicó la dueña de la panadería Gumigas.

Entre los clientes no sólo contemplan familias, sino también otros negocios como almacenes donde ya tienen inscritos repartos diarios. Otra de las novedades será que el costo del transporte no se traspasará al cliente y se hará de acuerdo a los horarios que el mismo usuario lo solicite.

Tal como lo explica Karla, la idea es que el usuario que llega tarde de su trabajo o se encuentra muy atareado durante las mañanas, no pierda tiempo en tener que ir a comprar el pan, sino que se lo vayan a dejar tras el pedido ya realizado. "El objetivo es que el cliente luego no sólo nos vaya solicitando el pan, sino que otros productos como cecinas, quesos u otros. De esta manera le estaremos facilitando la vida y nosotros entregamos un servicio completo".

Por último, Santana señala que también se encuentran conscientes del tema medioambiental, por lo que si bien en un principio trabajarán con bolsas plásticas, en el futuro se pretende contar con un stock de bolsas de género, donde el cliente habitual pueda tener una en su casa y otra en la panadería. "De esta forma cuando llame, le entregamos la bolsa que tenemos en la panadería y él nos pasa la que mantiene en su casa", detalló.

Tecnológico

Una de las razones de Dámaris Herrera para instalarse con una panadería en pleno barrio Bellavista (sector oriente de la ciudad), se debe a que no hay ningún negocio de su tipo alrededor. A ello se suma a que sólo dos cuadras está el Tecnológico de la Universidad de Los Lagos, donde decenas de alumnos concurren diariamente a clases y aprovechan de tomar desayuno o almorzar en el lugar. Y es que aparte del pan y repostería, La Pool de calle Eduardo Meyer ofrece pizzas.

"Detectamos que en el sector no existían panaderías cerca y esa fue una de las grandes razones por la que nos instalamos en el barrio. Eso, además que cerca de aquí funciona un establecimiento de educación superior que presta clases de lunes a sábado", detalló.

Herrera explica que justamente contar con clientela los fines de semana es un plus para el negocio, ya que se da la oportunidad de que los estudiantes desayunen o almuercen allí, pues poseen una terraza en el exterior con dos a tres mesas.

Desde que abrieron hace cuatro meses, el pan es el producto estrella todo el día. Los estudiantes aprovechan las ventanas entre clases para pasar a comer algo. "Es típico que lleguen aquí por la mañana a armarse un sandwich de mortadela o queso -que en promedio cuesta unos $400- que es lo más habitual que les vendemos. Por la tarde ya comienzan a pedir dulces".

Por lo mismo la panadería abre a partir de las 9.30 de la mañana y no más temprano, pero sí cierran tarde y como máximo, pasadas las 22 horas, "convirtiéndonos en una de las que cierra más tarde en la ciudad. Nuestro fuerte es el estudiante. Muchos dicen que prácticamente sus recreos lo pasan en la terraza", culmina.

Desayuno

De tradición panadera, Alex Olate se apresura en decir que el oficio que lo hace levantarse todos los días a las cuatro de la madrugada para hacer pan, lo aprendió de su padre y lo ejerce de hace 25 años.

Ubicada en villa Los Notros, la panadería Changaral exhibe más de diez variedades de pan (hallulla, corriente, especial, batido, amasado, integral, de hamburguesa, bocado, copihue, con chicharrones y hasta pan de molde) que Alex se encarga de tener disponible a partir de las siete de la mañana, hora en la que abre puntualmente las puertas de su negocio.

En tanto su esposa Marcia Neira lo complementa con toda la repostería que presenta la pequeña pero acogedora y muy surtida panadería.

Según Olate, los primeros clientes que llegan a la panadería son aquellos que deben salir temprano de la ciudad, a trabajar a otros puntos de la provincia y por lo mismo se levantan muy temprano. Algo similar a lo que sucede con los padres que llegan a comprarles las colaciones a sus hijos antes de ir al colegio.

"Yo diría que un 70% de nuestros clientes vienen de afuera del sector, es decir, de Francke, Rahue Alto y otros y eso pasa porque abrimos muy temprano y sólo cerramos como máximo unos diez a quince días del año, no más y es el tiempo en el que nos tomamos vacaciones", remarca este comerciante, quien se sacrifica todos los días por entregar un producto que a más de alguno le hace agua la boca.

"Abrimos muy temprano para los papás que comienzan a preparar el desayuno de sus hijos o gente que trabaja afuera de la ciudad"

Alex Olate, Panadería Changaral

7 de la mañana abre Alex Olate su panadería ubicada en el sector de villa Los Notros. Los primeros clientes de la Changaral son personas que salen a trabajar fuera de la ciudad, muy temprano.

2 de abril la panadería Gumigas, ubicada en el sector de Ovejería, comenzará a realizar sus entregas a domicilio en las poblaciones Maximiliano Kolbe y Jardín del Alto.

3 días a la semana, panadería La Pool del sector Bellavista, ofrece pizzas, pensando sobre todo en sus mayores clientes: los estudiantes del Tecnológico de ULagos.