Quemar calorías evita la aparición de la enfermedad de alzheimer
NEUROLOGÍA. Realizar actividades físicas para disminuir las grasas aumenta la materia gris en el cerebro y frena el avance de este mal, según un estudio.
La actividad física tiene efectos positivos en el organismo y aumenta el volumen de la materia gris en áreas clave del cerebro responsables de la memoria y la cognición, por lo que puede prevenir enfermedades de este tipo como el Alzheimer.
Así lo afirma un estudio realizado por las universidades de Pittsburgh y California en Los Ángeles (EE.UU.). A la inversa del hallazgo, los resultados mostraron que las personas con Alzheimer o deterioro cognitivo leve experimentaron niveles altos de calorías en la alimentación, lo que disminuyó la materia gris con el tiempo.
enfoque del estudio
La materia gris se asocia con el proceso de información en el cerebro, origen del razonamiento. Tanto estudios científicos como la cultura popular han asociado el aumento de esta sustancia con la inteligencia.
James Becker, académico de Pittsburgh y uno de los autores del estudio, señaló que han habido investigaciones previas que aseguraron que la actividad física puede ayudar a proteger al cerebro del deterioro cognitivo.
En algunos casos, la gente suele ser más sedentaria a medida que envejece, lo que también puede aumentar el riesgo de desarrollar el Alzheimer y otros tipos de demencias.
"Nuestros tratamientos actuales para la demencia son limitados en su eficacia, por lo que el desarrollo de enfoques para prevenir o retrasar estos trastornos es crucial", remarcó Becker en un comunicado.
El investigador explicó que el trabajo realizado "es uno de los más grandes para examinar la relación entre la actividad física y el deterioro cognitivo, y los resultados apoyan firmemente la idea de que mantenerse activo mantiene la salud del cerebro".
Los hallazgos
El equipo examinó los datos de 876 personas de 65 años, obtenidos a lo largo de cinco años a través de un estudio referido a salud cardiovascular. Los participantes tuvieron evaluaciones periódicas a través de escáneres cerebrales y pruebas cognitivas.
El grupo también fue encuestado sobre la frecuencia con la que realizan actividades físicas, tales como caminar, jugar tenis, bailar y practicar golf, entre otras. La idea era evaluar el consumo de calorías y la producción de energía por semana.
Mediante el uso de modelos matemáticos, los investigadores encontraron que las personas que quemaban más calorías tenían grandes volúmenes de materia gris en los lóbulos frontal, temporal y parietal del cerebro, áreas asociadas con la memoria, el aprendizaje y la realización de tareas cognitivas complejas.
En otro análisis realizado a un subgrupo de más de 300 participantes, quienes tuvieron el gasto de energía más alto presentaron un mayor volumen de materia gris en áreas clave mostradas por los escáneres cerebrales iniciales. Por lo tanto, tuvieron la mitad de probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer cinco años más tarde.
"La materia gris es el hogar de todas las neuronas en el cerebro, por lo que su volumen puede reflejar la salud neuronal", sostuvo Ciro Raji, de la Universidad de California en Los Ángeles y líder de la investigación. "Hemos observado también que estos volúmenes se incrementaron cuando la gente se volvió más activa en los cinco años previos a la resonancia magnética del cerebro".
El especialista destacó que los avances tecnológicos pronto harán factibles la realización de estudios para indagar en enfermedades cognitivas, tomando como base la neuroimagen.
El ejercicio y el mal del Alzheimer
Diversos estudios han revisado la relación entre la actividad física y el retraso de la enfermedad de Alzheimer. Por ejemplo, una investigación publicada en septiembre del año pasado en la revista Molecular Psychiatry -de Nature- señaló que la obesidad puede acelerar el desarrollo del Alzheimer. Por el contrario, otro estudio de PLOS Biology afirmó que el deterioro estructural asociado a la vejez se puede prevenir mediante el ejercicio aeróbico a largo plazo a partir de la mediana edad.
876 personas formaron parte del estudio realizado por las universidades estadounidenses de Pittsburgh y California en Los Ángeles.
12% de la población mayor de 65 años en Chile reportó algún tipo de demencia, según cifras del Ministerio de Salud.