Leonardo Yevenes
Pese a que los cultivos de cerezas que posee Austral Berries en el sector Pufayo, en la comuna de San Pablo, no sobrepasan la hectárea de terreno, la producción anual que manejan de este cultivo de altura alcanzó durante este verano los seis mil 500 kilos del rojo y carnoso fruto en tan sólo una sola temporada; ello, producto de los tres mil árboles que la empresa tiene plantados en el predio junto a berries y arándanos.
Así lo señala Carmen Gloria Cornejo, gerente de la firma, quien asegura que en la zona de Osorno, así como en sus alrededores, cada vez son más los agricultores que están comenzando a cultivar este árbol en una zona donde las condiciones climáticas no son las ideales para el fruto, pero que de darse todos los factores adecuados puede llegar a convertirse en un cultivo rentable.
Para Cornejo, el cultivo de la cereza -de la variedad Regina en este caso- es prácticamente una "apuesta" donde se puede ganar, pero también perder.
Ello, porque de concretarse todas las condiciones climáticas que necesita el árbol, los agricultores venden la totalidad de la producción en el mercado asiático, y en el caso específico de Austral Berries, en el mercado chino, el cual paga un precio de 5,5 dólares ($3.899) por kilo del fruto, siendo el más alto de todos, ya que en otros lugares del mundo como en Europa la cereza no es una fruta tan apetecida como en China y los valores de compra que se manejan son notablemente menores.
"Cuando la producción sale como lo exige el cliente asiático (con el porte, color, calibre o peso y la textura deseada) puede venderse completamente a China, donde la cereza se ha convertido en un fruto muy deseado tanto por su color, así como por representar un signo de amor en el país. Es decir, allá la cereza generalmente se entrega como un regalo con sentimiento", explica Carmen Gloria mientras camina por las interminables hileras de cerezos que se encuentran a un metro uno del otro.
Nueve días
La plantación que data del año 2010 comenzó en Austral Berries como un experimento dentro de los otros cultivos que se presentan en el lugar, como el arándano principalmente, pero que poco a poco ha ido dando muestras de que puede ser rentable si se encuentra bien manejada. No obstante, la suerte también juega un papel fundamental al momento de venderlo.
En efecto, según explica la ingeniero comercial, tienen que darse varios factores para que la fruta logre consolidarse de manera perfecta, con el color, calibre y frescura adecuadas, para el mercado al que será enviado, "las cuales tienen que ser prácticamente clones unas de otras, de lo contrario no las aceptan allá", agrega.
Entre los puntos que pueden jugar en contra señala se encuentra el poco tiempo que tiene la fruta para ser cosechada, periodo que oscila entre 9 y 13 días como máximo y que siempre debe hacerse a fines de enero.
"Y justamente en ese tiempo no debe llover porque de ser así, el fruto se agrieta, se raja y pierde inmediatamente su calidad para ser exportado, lo mismo si el viento hace que la cereza se golpee una con otra, dejando marcas entre ellas, dice".
Si eso sucede, explica la socia de la empresa, "entonces sólo tenemos la opción de vender la producción en el mercado nacional, donde obviamente no recibimos los 5,5 dólares que paga China. A ello se suma que si llueve durante la primavera (época en la que se produce la polinización) ahí también se complican las cosas".
La apuesta, entonces, para los productores locales es grande, porque los cultivos de cereza en nuestro país generalmente se dan más al norte, en la zona de Curicó, donde la estación calurosa se extiende por más tiempo.
"Es verdad que en toda nuestra zona se da la cereza de forma natural en muchos lados, pero de ahí a que se pueda exportar, eso es otra cosa", responde ante la consulta.
Eso sí, Carmen Gloria admite que durante los últimos dos años la estación seca ha sido más benigna con la cosecha del fruto, por lo mismo, la idea de aumentar el cultivo de alta densidad que poseen ya está presente en la empresa, aunque confiesa que aún están indecisos ante esta opción.
"Los años anteriores, los retornos (dividendos) no fueron tan buenos como los últimos y por eso lo estamos pensando todavía", cuenta.
En cuanto a la explicación acerca de porqué cada vez más agricultores se están arriesgando por este cultivo, Cornejo señala que se debe al buen retorno, aunque todos saben a lo que se arriesgan en la zona de Osorno.
Pero además de la perfección que debe tener la cereza, también están los 30 días de viaje hasta llegar a China, donde el fruto debe arribar en un estado casi idéntico al que partió.
"Una de las cosas en las que más se fijan cuando llegan los embarques es que el palito de la cereza debe estar de color verde, si no es así, rechazan el envío. Abren la caja y tienen que estar así", enfatiza.
Corea del Sur
Como corroborando lo dicho por Carmen Gloria acerca de las posibilidades existentes en el mercado asiático para las cerezas chilenas, a fines de enero pasado el ministro de Agricultura, Carlos Furche, junto al presidente del Comité de Cerezas de Chile, Cristián Tagle, encabezaron la ceremonia mediante la cual se celebró el inicio de las exportaciones chilenas de cerezas frescas al mercado de Corea del Sur, recientemente abierto al producto nacional.
Así lo señalaron desde la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile (Asoex), quienes indicaron que Corea del Sur es un mercado con consumidores cada vez más exigentes de alimentos de calidad e inocuos y, en ese sentido, el prestigio sanitario chileno juega un rol relevante para abrir fronteras a la producción nacional de alimentos.
Actualmente Chile exporta a Corea del Sur uvas, nueces y carnes de cerdo y ave.
Por lo mismo, el presidente de Asoex, Ronald Bown, sostuvo que "esto constituye un avance trascendental en lo que respecta a la comercialización de cerezas, ya que permite ampliar nuestra oferta exportable a otros países, no sólo en territorialidad, sino también en lo que se refiere a distintos tipos de cerezas para el consumidor coreano y otro tipo de frutas en el futuro", sostuvo.
Cosecha
13 días debe demorar el tiempo de cosecha de la cereza, de lo contrario se arriesga a perderla.
Regina es la variedad de la cereza que se cultiva en el sector de Pufayo. Es una cereza proveniente de Alemania, que es más resistente al frío.
3 mil árboles de cerezas son los que Austral Berries tiene plantados en un área de una hectárea, siendo un cultivo de alta densidad.
5,5 dólares por kilo es el precio que el mercado chino paga por el kilo de cerezas chilenas.