Verónica Salgado
Los propietarios de las casas patrimoniales de avenida Mackenna señalaron desconocer detalles del proceso de expropiación del que están afectos los patios de sus viviendas, lo que se traduce en una total incertidumbre sobre cómo acondicionarán la parte posterior de sus casas a una segunda fachada y qué tipo de cercos perimetrales emplearán para no perder la belleza histórica y patrimonial de los inmuebles construidos a fines del siglo XIX y principios del XX.
Consideran que esto ocurre porque las autoridades tanto regionales como locales no han tenido respeto o deferencia por el esfuerzo e inversión que han realizado por cuidar y preservar un patrimonio histórico de la ciudad.
De hecho, en los terrenos que serán expropiados la mayoría ha realizado inversiones millonarias, ya sea para desarrollar su vida familiar o potenciar sus emprendimientos, siempre pensando en resguardar el valor histórico de las casas que fueron construidas en maderas nativas por familias de inmigrantes europeos.
De hecho, las cinco viviendas fueron declaradas Monumentos Históricos mediante el decreto N°1630 firmado el 12 diciembre de 1983 y están protegidas por la Ley 17.288. Por lo mismo, el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) demoró más de cinco meses en entregar su autorización para realizar las expropiaciones de los patios, luego de que el pasado 3 de julio detuviera el avance del proyecto hasta su pronunciamiento.
Las casonas de madera que están afectas a expropiación actualmente son usadas por locales comerciales como la Parrilla de Pepe, la zapatería Enoc, el local Alta Artesanía, la Isapre Banmédica y el restaurante Donde el Gringo.
En la esquina de Matta se ubica el Centro Cultural Sofía Hott, cuya casa también es patrimonial pero no está afecta a ningún tipo de expropiación aunque también quedará emplazada en el bandejón central que generará la remodelación de la avenida.
El proyecto para mejorar la avenida Juan Mackenna tiene una data de más de 30 años, pero finalmente las obras comenzaron en marzo del año pasado. Hasta la fecha existe un 72% de avance en la construcción que se ejecuta entre calle Buenos Aires, a la altura del Cruce Lynch, y la avenida Portales, a la altura del acceso al nuevo puente San Pedro.
La obra tiene un inversión de 16 mil millones de pesos y la empresa a cargo es Cosal S.A., mientras que el Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) es la entidad mandante, es decir, el dueño responsable de la correcta inversión de los recursos, planificación y ejecución del proyecto en su totalidad.
Un patio soñado
Margot Stückrath Follert, dueña del local Alta Artesanía de Mackenna 1047, que funciona en la Casa Stückrath, explicó que ninguna persona del Serviu o encargado de la obra la han contactado para entregarle detalles del proyecto. De hecho, precisó que lo más preocupante es saber exactamente cuánto de su terreno será expropiado, porque eso le dará claridad para limitar su propiedad.
"Hemos cuidado los frontis de nuestras casas con dedicación y esfuerzo monetario personal y nos preocupa habilitar una vivienda que nunca estuvo diseñada para estar ubicada en un bandejón central. La desinformación es total", comentó la mujer.
La casa de dos pisos tiene once habitaciones y un hall central, cocina y baños, todos construidos en maderas nativas de la zona.
Para mantener el inmueble en condiciones, pinta el exterior cada dos o tres años, además de las reparaciones que realiza a las maderas, las cuales no son vendidas en el mercado y deben ser hechas a pedido.
Margot cuenta que realizó una inversión millonaria en su patio durante los últimos 30 años, donde construyó una piscina, un quincho techado, plantó árboles, construyó una cabaña, un sauna, entre otras cosas. Todos esos atractivos que fueron disfrutados por los hijos y nietos de Margot desaparecerán con la expropiación, para transformarse en el nuevo brazo de la avenida.
María Luisa Eberhardt, propietaria de la casona donde funciona Banmédica, explicó que todas las reparaciones que se realizan en el inmueble son carísimas, ya que son piezas hechas en madera de laurel, las que son solicitadas a la medida porque no las venden en el mercado.
De hecho, durante los trabajos realizados en avenida Mackenna se intervino parte del acceso a la vivienda, lo que provocó daños en unas maderas y, según afirmó, la empresa nunca respondió.
"No hemos tenido el detalle exacto de cuántos metros cuadrados nos expropiarán. O sea, ahora tendremos una casa con frente por ambos lados y durante la etapa de construcción tampoco nos han dicho cómo vamos a quedar el inmueble", señaló la dueña.
Precisó que gracias a la unión que existe entre los propietarios han podido protegerse de la falta de información frente a un proyecto que involucra a casas patrimoniales que son usadas como postales de la ciudad e incluidas en rutas turísticas, pero que al momento de desarrollar el trazado nada de ello no fue considerado ni respetados los inmuebeles.
"Nosotros hubiéramos esperando que la conversación haya sido entre los encargados de las obras y los propietarios, así habría un trabajo bastante más dulce, llegando a un punto medio, incluso nosotros podríamos aportar en algo con nuestra experiencia en la mantención de las casas. Pero nos omitieron completamente", comentó la mujer.
La casa tiene en el segundo piso un baño, un hall de distribución y cinco piezas; y en la planta baja hay seis piezas, una sala de reuniones y otro baño. El patio funciona como estacionamiento y además están emplazados los estanques de gas con que se calefacciona el recinto.
Tampoco existe claridad de los metros a expropiar y por lo mismo, no se ha realizado ningún arreglo como cierre perimetral o traslado de los estanques de gas.
Un valor justo
Samuel Gárnica, propietario de la casona donde atiende la Parrilla de Pepe y la zapatería Enoc, señaló que es quizás el único propietario que ha tenido alguna conversación con Serviu por el tema de las expropiaciones. Sin embargo, no conoce los valores que le pagarán y tampoco tiene certeza de cuánto terreno le expropiarán.
"Yo espero sea un valor justo, sino yo llegaré a los tribunales porque me he preocupado durante años por mantener la casa, tal como mis vecinos y ahora me obligan a entregar algo que nunca estuvo en mis planes. No logro imaginar cómo será este bandejón central con casas patrimoniales", explicó Gárnica.
Jorge Zepeda, director ejecutivo del Centro Cultural Sofía Hott, señaló que si bien la casona que los alberga no será expropiada, también deberán adecuarse a estar entre pistas de alta velocidad.
Agregó que hace un par de años conversaron con el alcalde Jaime Bertín para potenciar turísticamente esa zona de la ciudad.
"Nos indicó que cuando se concretarán las obras de avenida Mackenna podríamos pensar en contar con luminarias de la época en la noches y potenciar más la calle. Esperamos se cumpla esas cosas y esto se transforme en una oportunidad de darle un mayor realce a estas viviendas", dijo Zepeda.
En su caso, la casona cuenta con una fachada lista que quedará visible ahora, pero existe el estacionamiento de un privado que no está en las mejores condiciones y eso les preocupa.
Detalló que solamente para pintar la casa cada cuatro años deben invertir al menos cinco millones de pesos, a lo cual se suma la mantención anual de todo el recinto que supera el millón de pesos, cifra que se duplica si de deben realizar cambios de maderas, etcétera.
Dato
7 casas de la comuna
son patrimoniales actualmente. El consentimiento de sus dueños y la nula ayuda económica para ser mantenidas ha generado que la cifra no aumente.
17.288 es la ley que protege a estos inmuebles de ser alterados o modificados por sus dueños. Según la ley, se debe consultar al Consejo de Monumentos Nacionales antes de realizar algún arreglo.
4 casas patrimoniales están afecta a la expropiación de sus patios, ya que el nuevo brazo de la avenida Juan Mackenna pasará por el patio de las históricas viviendas.
1992 es la data del plano regulador vigente de la comuna, que contempla como zona protegida el tramo de avenida Juan Mackenna donde están las casonas, pero sin considerar los patios.