"De 50 internos, sospechamos que al menos 20 están en situación de consumo"
"A este centro se incorpora un equipo multidisciplinario conformado por una asistente social, un sicólogo y un técnico en rehabilitación".
Debido a los altos índices de adicciones -casos de alcoholismo y drogadicción- presentes entre la población del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Osorno, ayer se inauguró el Centro de Tratamiento y Adicciones (CTA). La unidad estará bajo el mando del asistente social Claudio Reyes, quien suma doce años de experiencia, por lo que destacó la importancia y necesidad de contar con un centro de este tipo en la cárcel local.
Las nuevas dependencias que albergarán al CTA se encuentran al interior del recinto penal, con una construcción de más de 100 metros cuadrados y cuenta con una sala de trabajo grupal, además de oficinas administrativas y de atención, ya que este es un centro de tipo ambulatorio, por lo que los internos en tratamiento deben regresar a sus módulos después de la terapia.
En primera instancia se trabajará con 50 internos varones para su diagnóstico y posteriormente se continuará por etapas, para llegar a abarcar toda la población penal que llega a más de 500 personas.
-¿Cuál es la función que cumplirá este nuevo Centro de Tratamiento de Adicciones en el recinto penitenciario?
-Este centro apunta a trabajar con la población penal condenada, específicamente varones con situación de consumo problemático de alcohol o drogas. El objetivo es trabajar con ello para poder darlos de alta y eventualmente puedan salir con mejores herramientas, una vez que cumplan su condena.
-¿Dónde surge la idea de formar un centro de este tipo en Osorno?
-Nace desde una alianza entre Gendarmería y el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), como parte de una unión que viene desarrollándose por años a nivel país. Desde el año 2000 aproximadamente, hay alrededor de 13 centros y nosotros somos el último en esta fila, en términos de operatividad, pero en la Región somos pioneros en temáticas de tratamientos en recintos de carácter tradicional, es decir, en cárceles no concesionadas.
-¿Quiénes conforman el equipo que se encargará del CTA?
-A este centro se incorpora un equipo multidisciplinario conformado por una asistente social, un sicólogo y un técnico en rehabilitación. A este grupo de profesionales se le suma el staff permanente que existe en esta unidad penal.
-¿De qué forma el equipo profesional trabajará con las adicciones?
-Inicialmente estamos en una etapa de visualizar quiénes serán los usuarios para este tratamiento. En la norma se contempla un año para realizar esta tarea, o sea al usuario detectado lo vamos a tener trabajando un año, en una primera instancia en una temática motivacional y luego en una etapa llamada de alto umbral, que es el tratamiento propiamente tal. Paralelo a eso se generan coordinaciones y redes, para que una vez que el interno egrese tenga el vínculo con los actores locales para tratar toda su problemática.
-¿Cuántas personas integran la población penal del recinto de Osorno y cuál es la cifra de reos que presentan adicciones?
-Según las cifras entregadas por las autoridades, en el país hay un 80% de la población penal que presenta adicciones. Esta cifra se asocia ya sea porque el delito que cometieron se vincula al consumo de alcohol o droga, o bien están consumiendo al interior del penal. La experiencia me demuestra que muchas de estas personas que están constantemente en procesos con nosotros, tienen estas dos instancias presentes. Aquí, de 50 internos, sospechamos que al menos 20 están en situación de consumo problemático, de una población total aproximada de 520 personas en el penal.
-¿Qué ocurre en el caso de las mujeres. Por qué aún no se les atiende?
-La oferta del área técnica del establecimiento es sin exclusión, es nuestro lema, pero comenzamos con los varones porque tenemos que ordenar de acuerdo a la normativa. Además, existen dependencias de focalización para la gente que trabaja en el CTA, es decir, en un dormitorio o módulo no se pueden juntar mujeres y hombres.
520 personas aproximadamente conforman la población del recinto penal, entre hombres y mujeres.
80% de la población de internos condenados presenta una adicción a nivel nacional.
entrevista. Claudio reyes, director del Centro de Tratamiento y Adiciones (CTA) del penal Osorno: