Eduardo Burgos S.
Una bodega y un camión totalmente destruidos fue el saldo de un incendio registrado en Ancud la madrugada de ayer en la prolongación de la calle Doctor González Canessa, en la población Fátima. Bomberos debió extremar su trabajo para prevenir que las llamas se propagaran a vivienda aledaña al foco del siniestro.
La alarma fue dada por vecinos minutos antes de la una de la noche, señalando como lugar afectado una construcción perteneciente al vecino Mauricio Díaz Galindo en un encumbrado camino periférico en la ladera de uno de los cerros de la ruta a Lechagua, hasta donde debieron concurrir tres compañías del voluntariado bomberil, más el camión aljibe de la institución.
Los efectivos debieron trabajar duramente para controlar las llamas y evitar que estas se propagaran desde una bodega con maquinaria y elementos combustibles hasta una casa habitación aledaña, la que únicamente fue afectada en un porcentaje menor. Mientras tanto, la instalación donde se produjo el fuego resultó completamente destruida, al igual que el camión que estaba guardado dentro y otras maquinarias agrícolas, sumando pérdidas millonarias aún no detalladas.
De acuerdo al primer comandante de Bomberos, Danilo Díaz, "según lo que hemos podido recabar con la gente en el lugar, la bodega tenía entre otras cosas un camión del tipo tres cuartos, una betonera, algunas herramientas de trabajo agrícola como motosierras y algunos elementos inflamables, como balones de gas y cilindros de oxígeno".
Dificultades
Dentro de las dificultades que debieron enfrentar los voluntarios, Díaz comentó que lo más complicado fue el acceso al lugar de la emergencia.
"Lo más engorroso fue llegar hasta acá, donde las dos primeras máquinas llegaron hasta el lugar; además, el camino es de ripio y la alimentación de agua que hay está en la parte baja (a unos 200 metros), por lo que tuvimos que desplegar bastante material para poder alimentar a nuestras máquinas, por la distancia y lo sinuoso del camino", recalcó.
Respecto al peligro que corrió la casa vecina a la bodega, el jefe bomberil recalcó que "desde la llegada de la primera máquina, las primeras maniobras que realizaron los voluntarios fueron para la protección del inmueble, para efectos que no se propague a este y una vez que llegaron las máquinas restantes al lugar se pudo trabajar ya directamente contra el incendio".
Los efectivos laboraron por más de dos horas en el combate contra las llamas, debiendo incluso apoyarse de equipos electrógenos para poder iluminar el sitio del suceso, al igual que del camión aljibe para surtirse de agua.