Aseguran que las personas que consumen productos amargos son más propensos a tener una personalidad "malévola"
Hay personas que prefieren no agregarle azúcar al café. Otras combinan su licor favorito con agua tónica. El gusto por los sabores amargos -como el café- refleja algunos aspectos "oscuros" de la personalidad, según un estudio realizado por la Universidad de Innsbruck (Austria).
La investigación, publicada en la revista Appetite, vincula este tipo de productos con tres rasgos sicológicos, conocidos como "triada oscura": sicopatía, narcicismo y sadismo. Según los autores, citados por Daily Mail, el estudio ofrece "las primeras pruebas empíricas de que las preferencias por el sabor amargo están relacionadas con rasgos malévolos de la personalidad".
En la publicación, los científicos sostienen que estas personas también son más propensas a ser hipócritas, desalmadas, vanas, egoístas y con poca empatía.
Las preferencias alimenticias forman parte de la personalidad del ser humano, ya que el olor y el sabor de las comidas y bebidas se procesan en el sistema límbico del cerebro, una red de conexiones que se encuentran cerca del cerebro y afecta a una amplia gama de comportamientos, incluyendo las emociones, la motivación y la memoria.
Para efectos de la investigación se realizaron dos experimentos separados. En el primero se reclutó a 500 hombres y mujeres, con una edad promedio de 35 años. El equipo pidió a los participantes evaluar su preferencia en una larga lista de productos dulces, salados, ácidos y amargos. Luego, los voluntarios rellenaron cuatro cuestionarios de personalidad, entre los cuales se midió los niveles de agresión de la persona y si es capaz de manipular a otras para obtener lo que desea.
El segundo experimento, de características similares, confirmó los resultados obtenidos, ya que el listado se redujo a 20 sabores dulces y amargos.
"Las preferencias generales por el sabor amargo resultaron ser fuertes indicadores de maquiavelismo, sicopatía, narcisismo y sadismo común", escribieron los investigadores en la revista. A su vez, el hecho de tener una personalidad agradable, amable, simpática y cooperativa se correspondía negativamente con las preferencias por los sabores amargos.
Una de las causas sería el hecho de que en el mundo salvaje las plantas amargas tienden a indicar que pueden ser venenosas, pero para las personas con rasgos sádicos, consumir productos amargos puede "compararse al viaje en una montaña rusa, donde la gente disfruta de las cosas que inducen el miedo", escribió la autora del estudio y sicóloga de la Universidad de Innsbruck, Christina Sagioglou.