El mejor de la clase
la nueva película del cineasta nacional matías bize llegará a 50 salas de cine del país, el próximo jueves 27 de agosto.
Porque Matías Bize confía en una sola cosa a la hora de filmar: en el trabajo. Fueron cinco años, de los cuales tres los dedicó exclusivamente para escribir junto a Julio Rojas, con quien también trabajó en "La Vida de los Peces", el guión de la cinta que llegará a 50 salas de cine el próximo 27 de agosto.
Y después vinieron dos años de "ensayos, ensayos y ensayos", para lograr lo que el realizador tenía pensado. "Yo ensayo las películas como si fueran obras de teatro, hasta el rodaje, que es un poco como si fuera el estreno de la película. En el rodaje también se continúa ensayando, voy repitiendo mucho", cuenta Bize sobre su metodología de trabajo.
"Siento que soy muy exigente, me gusta que los actores den lo mejor de lo que tienen y siento que ellos también agradecen eso, llegar a lugares donde nunca habían llegado antes", dice.
Su fórmula le ha dado frutos. Cuenta que en el colegio siempre tuvo buenas notas y que después vivió algo parecido durante su paso por la Escuela de Cine de Chile, cuando aún sin titularse grabó su primer largometraje, "Sábado" (2003), que lo puso en el mapa del cine nacional.
Después vinieron "En la Cama" (2005), "Lo Bueno de Llorar" (2007), "La Vida de los Peces" (2010) y ahora "La memoria del agua", cinta en la que el director, que lleva toda una carrera haciendo películas sobre parejas, reflexiona sobre lo que pasa con una cuando pierde un hijo.
"Todas mis películas son de relaciones de parejas y esta tenía que ver con ver qué le sucede a una pareja con una prueba tan grande como es la muerte de un hijo. Y en una pareja en que el amor no está en duda, que es muy sólida, que está bien y recibe una bomba atómica", dice el cineasta.
A pesar de que asegura que no quiso hacer una película que se apegara completamente a la realidad, hay aspectos que la vinculan con ella.
Benjamín Vicuña, que en 2012 perdió a su hija Blanca, lidera junto a la española Elena Anaya ("La piel que habito") esta historia sobre la prueba más grande que puede vivir un amor, según Bize.
"Benjamín se acercó al proyecto y eso fue muy lindo, porque fue él quien me llamó y me dijo que quería participar de la manera que fuera", cuenta el director, que no era amigo de Vicuña y que entonces apenas lo conocía.
Cuando recibió el llamado del actor, lo sumó inmediatamente al proyecto. "Me pareció de una valentía increíble y que era algo importante si él quería meterse de verdad en lo que significaba remover todos esos dolores. Me parecía muy lindo que lo hiciéramos".
"Benjamín leyó el guión y me dijo 'todo lo que está es de verdad'. Fue un alivio también, porque yo quería hacer la historia que habíamos escrito, yo no quería hacer la historia de Benjamín". Porque había dedicado tres años a ese guión y estaba seguro de la historia que había escrito.
Cuenta que con Elena Anaya fue distinto. Él le escribió un mail para invitarla a participar en la película y después le mandó el guión. Y la respuesta fue un sí rotundo, en una carta de cinco páginas.
Para el director, que es un perfeccionista, trabajar con Elena Anaya fue un "lujo". "Es impresionante", dice. Cuenta que la actriz, que ha trabajado dos veces con Pedro Almodóvar, lograba escenas muy emotivas en la primera toma, pero Bize siempre hacía una segunda, porque todo siempre puede ser mejor.
El cineasta no es padre, pero no quiso investigar para escribir esta historia, que se centra en el primer año tras la muerte del hijo de una pareja. La película comienza cuando sus dos personajes principales deben decidir cómo seguirán sus vidas y hacia dónde llevarán las emociones que se viven con una pérdida tan grande.
"La película tampoco trata de ser un reflejo exacto de lo que puede suceder. Quizás lo termina siendo, pero no fue una idea de nosotros", dice el realizador.