Cómo leer "El día más blanco" de Raúl Zurita
literatura. El poeta relanzó la novela que escribió en el Cerro Purgatorio de El Cajón del Maipo entre los años 1997 y 1998. Hoy habla de su padre muerto por pleuresía y de él mismo cuando era un niño que miraba por la ventana esperando la noche.
Hace más de 15 años el poeta chileno Raúl Zurita publicó "El día más blanco", una novela sobre el niño y el joven que fue. Abre y cierra su libro un desierto de sal, esa blancura que nace, recuerda a los idos y muere.
Son casi 200 páginas escritas en el lapso de un año: entre mayo de 1997 y mayo de 1998, en una especie de claustro, que vivió en el cerro Purgatorio del Cajón del Maipo.
Ahora, en mayo de 2015, acaba de lanzar una reedición revisada por él, bajo la edición de Vicente Undurraga.
ESTO NO ES UNA PIPA
La famosa frase de René Magritte, "Esto no es una pipa", sirve de epígrafe para la novela del poeta. Esa cita debiera esclarecer la naturaleza resbaladiza de lo que tenemos entre manos: una memoria poética que acumula recuerdos, todos ellos marcados por la historia.
El cuerpo del texto está presentado en 13 capítulos numerados, pero su inicio y final tienen capítulos nombrados: "Como un río de piedras" el primero, que es la compuerta de escape del relato, y el último llamado como la novela, "El día más blanco", un epílogo circular y visionario. Entremedio los actos de la memoria marcados por la temprana desaparición del padre.
Este texto sobre la memoria es materia de la poesía. No es la simple sucesión de hechos, sino que desenvuelve la memoria sobre las palabras y, centralmente, sobre el recuerdo del padre. El sujeto reminiscente narra desde el dolor, enraizado en los pastizales y acantilados donde yace a la intemperie.
RECUERDOS DEL PADRE
Para el poeta, Premio Nacional de Literatura en 2000, escribir "El día más blanco" lo hizo enfrentarse con la ausencia del progenitor muerto por pleuresía a la edad de 31 años. Él era un niño.
"A menudo me sorprende saber que hoy le doblo la edad a mi padre. Es feroz la lógica de la vida, cómo van desapareciendo los seres alrededor de uno. Se sobrevive a los muertos propios, los lleva en sí como una piedra, con la partitura que nos dejan", confiesa Zurita de actuales 65 años.
Considera también algo feroz y maravilloso el estar vivo y aproximarse al lenguaje.
"Agredido hoy por el lenguaje unívoco del capital, producto de nuestra naturaleza caída, estas pobres palabras nuestras que cargan con todo el pasado, sentimientos privados que uno dice en público", acota el autor que presentó "Purgatorio" primera publicación, en 1979.
La estructura de "El día más blanco" es la misma que la de 1999, pero -dice Zurita- que sacó algunas divagaciones innecesarias. "El texto era muy vaporoso, lo hice más visible".
Admite que escribirá otra novela biográfica sobre comienzos de 1980 y hasta 1984, período de "una extraña vitalidad" (...) "A los 65 años hay que entrar a consolidar algunas cosas en el tiritón permanente".
-¿Qué significa el blanco en su obra?
- Me atrae mucho esa coloratura traslúcida que presenta en la piel, con las venas y las sangre. También me remite a una imagen de la infancia: miraba por la ventana y veía un cielo color blanco, una tarde eterna en la que la noche no llegaba nunca. Algo semejante quizás lo volví a ver en Suecia, un día de neblina bajísima que iba de las rodillas hacia abajo.