Viento y lluvia dañan mediaguas de 80 familias de campamentos
IMPACTO. Las familias afectadas, que viven en asentamientos ubicados en Rahue Alto y Ovejería, sufren por la destrucción de las paredes y techos de sus frágiles viviendas. Los dirigentes entregaron al municipio una lista
Para evitar que se filtre el viento en sus precarias viviendas, los habitantes de cuatro campamentos de la ciudad, ubicados en Rahue Alto y Ovejería, utilizan ropa, bolsas, cartones y cualquier cosa que les permita tapar los abundantes agujeros por donde entre el aire frío. Para proteger sus mediaguas de las goteras provocadas por la lluvia, compran tarros de tapa goteras e incluso en algunos casos usan chicle o plasticina para poner en los hoyos de las planchas de zinc de sus techos.
Las malas condiciones climáticas que afectan a la zona desde el lunes pasado han dañado las mediaguas de 80 familias de los campamentos "Por un Futuro Mejor Tres", "El Esfuerzo", "El Rincón" y "Avenida Real", todos ubicados en Rahue Alto, sumado al asentamiento Caipulli, en Ovejería bajo.
Los dirigentes de los campamentos afectados presentaron un listado a la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) donde solicitaron principalmente materiales de construcción como planchas de zinc y forro para los interiores de las casas. Además, alimentos no perecibles, pañales, útiles de aseo y carbón.
Otra situación que mantiene complicados a los habitantes de los siete campamentos ubicados en un paño a un costado del Camino Real, es el abundante barro en las pequeñas y estrechas calles de los asentamientos.
días de lluvia
Entre las 9 de la mañana del lunes y las 18 horas de hoy han precipitado 48,3 milímetros en Osorno, lo que causó preocupación en la comunidad local; no obstante, los más afectadas fueron las familias que viven en los asentamientos irregulares de la ciudad.
Una de las mediaguas dañadas es la de Nicole Maldonado, de 24 años, quien vive junto a su pareja Domingo y sus hijos Agustín de dos años y Andrés de cinco años en el asentamiento "Por un futuro mejor tres".
La joven madre explicó que vivir en un campamento en días de invierno es muy complejo y difícil, principalmente cuando llueve con viento porque queda en evidencia lo precarias que son las construcciones que habitan. Agregó que durante estos días han debido ocupar frazadas, ropa, bolsas y cartón para intentar detener el viento que ingresa con fuerza por cualquier agujero o espacio que encuentra.
"La lluvia es el mayor problema de las personas que vivimos en campamentos, porque invade todos nuestros espacios, humedece las casas, la ropa, las camas, todo. Claro que en verano nos preparamos pero siempre nos gana el invierno y sus inclemencias con la gente que tiene menos recursos", dijo la mujer.
De hecho, en las paredes, principalmente del dormitorio que comparte toda la familia, se pueden ver frazadas y ropa colocadas como parches en los hoyos que quedan entre la madera y planchas de zinc con que está construida la casa.
"Para evitar las goteras, en el verano compramos planchas de zinc usadas y tapa goteras, pera claramente la lluvia de estos días no ayuda mucho", dijo Nicole mientras su hijo de cinco años vestía un disfraz del héroe Superman gritando "soy el hombre que lucha contra el frío".
Nicole forma parte del listado de 80 personas que solicitan ayuda a la Dideco para poder enfrentar lo que queda del invierno en mejores condiciones. La mujer explicó que ella pide apoyo en alimentos no perecibles.
"Nosotros secamos nuestra casa con leña, la cual está muy cara así que hemos tenido que elegir entre comer o calefaccionar la casa. Si nos ayudan con fideos, arroz y esas cosas es más fácil comprar los acompañamientos y hacer una comida rica y calentita", dijo Natalia Maldonado.
Chicle y barro
Rossana Leal vive sola en una pequeña mediagua ubicada en el campamento "El Esfuerzo", ubicado en Rahue Alto. La joven durante el día se dedica a cuidar a su abuelo postrado por una compleja enfermedad. Por esa labor recibe un dinero que le ayuda a comprar sus cosas personales.
La joven contó que durante el verano arregló lo que más pudo su casa, pero con el temporal de los últimos días se dio cuenta que se filtraba la lluvia y que el viento entraba por diversos agujeros.
Al interior de su vivienda es posible ver madera tirada en el suelo, clavos, martillo y diversos artículos de carpintería con los cuales Rossana trabaja intensamente para tener todo listo antes del fin de semana.
"Para tapar las goteras uso diversos artículos, pero yo creo que lo que más resulta es el chicle y la plasticina porque se pueden acomodar al tamaño del agujero. El material de construcción es una de las cosas más preciadas que puede tener un habitante de campamento", comentó la joven.
Danilo Calixto, presidente del campamento "Por un futuro mejor tres", explicó que entre todos los dirigentes de los campamentos elaboraron un catastro con las familias más afectadas hasta la fecha.
Precisó que uno de los problemas más complejos que viven los vecinos de los siete campamentos que albergan a más de quinientas familias, es el barrial en que se han transformado las estrechas callejuelas de los asentamientos.
"Estuvimos pidiendo que nos colocaran ripio hace meses y claro, no fuimos escuchados. Con la lluvia parece una cancha de patinaje para las personas y muchos furgones escolares y vehículos no entran porque quedan enterrados", explicó el dirigente.
Agregó que la calidad de vida de todas las familias que habitan en los campamentos del sector se ve afectada por esta compleja situación, "el invierno está recién llegando y estamos así. La lluvia seguirá agudizando el problema", dijo.
Juan Luis Añazco, director de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) municipal, explicó que se le entrega ayuda a los campamentos todo el año. Agregó que el material de construcción comenzó a ser entregado en enero y eso ha permitido que no sean más las familias afectadas.
"Estamos constantemente en contacto con los campamentos, más aún en invierno que tenemos el comité de emergencia desplegado por la ciudad. La ayuda a los más afectados será canalizada tras una visita a terreno para verificar los antecedentes", dijo.
Osorno es la comuna con mayor cantidad de personas viviendo en campamentos de toda la Región de Los Lagos.
48,3 milímetros
han caído en la zona entre las 9 de la mañana del lunes y las 18 horas de hoy, lo que ha causado diversos efectos en las siete comunas de la provincia.
19 campamentos
están catastrados en la comuna de Osorno, la mayoría ubicados en Rahue Alto y Ovejería. En ellos viven más de dos mil quinientas personas.
500 familias
viven en los siete campamentos ubicados en el sector de Rahue Alto, a la altura del Camino Real, los que mantienen sus estrechas calles transformadas en barriales.