Un equipo de investigadores encontró que las guaguas son capaces de aprender relaciones abstractas rápidamente, incluso antes de que comienzan a hablar.
Se trata de la llamada capacidad analógica, o la capacidad de distinguir relaciones comunes entre objetos, hechos o ideas. Para los científicos, ésta es una habilidad clave que subyace en la inteligencia humana y que diferencia a los humanos de otros simios.
Si bien hay una gran cantidad de evidencia de que los preescolares pueden aprender relaciones abstractas, sigue siendo una interrogante si los niños más pequeños también cuentan con esta capacidad. En esa línea se desarrolló una investigación de la U. de Northwestern, en EE.UU.
En opinión de su autora principal, Alissa Ferry, "este hallazgo sugiere que una capacidad que es clave para la inteligencia humana está presente muy tempranamente en el desarrollo humano, y que las capacidades lingüísticas no son necesarias para aprender relaciones abstractas".
Para rastrear los orígenes del pensamiento relacional de los bebés, los académicos probaron si niños de siete meses de edad podían entender la relación abstracta más simple y básica, es decir, las similitudes y diferencias que tienen dos cosas. Para ello, a las guaguas se les mostró una serie de pares de objetos, algunos eran la misma cosa (por ejemplo, dos peluches de Elmo), mientras que otros eran distintos (un peluche de Elmo y un auto de juguete, por ejemplo), hasta que su tiempo de atención decaía.
Los análisis de niños de esta edad se basan en el tiempo de observación, debido a que las guaguas no pueden decir lo que esperan que suceda. El tiempo de observación se usa, entonces, como una manera de llegar a las expectativas de los bebés.
De esta forma, las cosas que son normales o previstas son relativamente aburridas y los pequeños rápidamente apartan la mirada, mientras que en el caso de las cosas inusuales o inesperadas, los niños tienden a pasar más tiempo mirándolas, debido a que so novedosas.
En la fase prueba, los bebés miraron por más tiempo los pares de objetos cuando mostraban una relación nueva. Es decir, los niños que habían aprendido la relación de "igualdad" miraban más tiempo los pares que mostraban la relación de diferencia, y viceversa. Esto sugiere que los niños habían codificado la relación abstracta y detectaban cuándo cambiaba la relación.
"Encontramos que los bebés son capaces de aprender estas relaciones", aseguró Ferry en un comunicado publicado en la página de la universidad. "Además, los bebés exhiben los mismos patrones de aprendizaje que niños más grandes y adultos", agregó.
Susan Hespos, quien es coautora del estudio y profesora asociada de sicología, comentó que este trabajo "muestra que las guaguas pueden formar relaciones abstractas antes de que aprenden las palabras para describir relaciones, lo que significa que el aprendizaje relacional en los humanos no requiere del lenguaje y es una capacidad humana fundamental por sí misma".
Dedre Gentner, otro de los autores, detalló que los pequeños que participaron en el estudio fueron capaces de formar una relación abstracta después de ver entre seis y nueve ejemplos. "Pareciera que el aprendizaje relacional es algo que los humanos, incluso los humanos muy jóvenes, desempeñan mucho mejor que otros primates", sostuvo.
Experimento
Guaguas de siete meses miraron por más tiempo las relaciones de objetos que les parecían novedosas. Con ello se concluyó que poseen esta capacidad mental.
Opinión
Para los autores, esto muestra que el lenguaje no es necesario para aprender relaciones abstractas, y que esta última es una habilidad fundamental por sí misma.