Ciudadanos y consumidores
Durante esta semana la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley que busca fortalecer al Sernac y darle más atribuciones de las que actualmente tiene, en su labor de protección de la ciudadanía en cuanto consumidores de bienes y usuarios de servicios.
El desequilibrio en las relaciones de consumo, esto es, las desigualdades existentes entre consumidores y proveedores de bienes y servicios, es algo que vemos día a día y en los más diversos ámbitos, como ocurre, por poner un ejemplo, en la telefonía móvil, en que existe poca o nula capacidad por parte del usuario de negociar las condiciones del servicio. Lo mismo en el caso del consumidor que adquiere por ejemplo un artículo electrónico, que no tiene normalmente el mismo nivel de conocimientos e información que sí tiene el vendedor de ese determinado producto.
El derecho del consumidor es a tal punto importante que es considerado uno más de los derechos humanos. Se trata de uno de los derechos humanos llamados de tercera generación, que se caracterizan por ser colectivos, en el sentido de pertenecer al común de las personas o a un grupo social y no a un individuo en particular.
El derecho del consumidor, como derecho humano de tercera generación, se suma a otros de la misma categoría, entre ellos el derecho a vivir en un medio ambiente limpio. Estos complementan los derechos humanos llamados de primera generación, como el derecho a la vida y a la libertad; y los derechos humanos denominados de segunda generación, que son de orden económico, social y cultural, como el derecho al trabajo y a la educación.
Actualmente el Sernac no tiene atribuciones para fiscalizar y sancionar las infracciones a los derechos del consumidor. El proyecto de ley aprobado por la Cámara de Diputados y que pasa ahora al Senado contempla otorgar esas atribuciones al Sernac, junto con la implementación de otras medidas que permitirán al Estado chileno cumplir de mejor manera su rol de defensa y protección de los consumidores.
Otro tanto nos corresponde a nosotros mismos, en el rol de ciudadanos conscientes y participativos, que conozcamos nuestros derechos como consumidores y los ejerzamos, lo que va en directo beneficio de la comunidad toda, en especial de los sectores más vulnerables de nuestro país.
Jaime Sotomayor Neculman