La compleja transición para volver a sus hogares de los vecinos de Ensenada
Emergencia. La seguridad ciudadana y la salubridad por la llegada de los ratones y los murciélagos, son los dos temas que más preocupan a los habitantes de esta localidad de Puerto Varas, justo cuando se cumple un mes la erupción del volcán.
Los habitantes de la localidad de Ensenada dicen estar viviendo un proceso de transición para volver a sus hogares, luego que las autoridades decidieran restringir la zona de exclusión al volcán calbuco a un perímetro de 10 kilómetros.
Esta determinación permite que quienes viven fuera de los 10 kilómetros más cercanos a volcán puedan retornar a casa. Un anhelo para muchos de quienes debieron abandonar sus hogares tras la erupción del macizo el 22 de abril.
A un mes de este hecho, no todos los que se presumía serían beneficiados con esta medida, sacan cuentas alegres, ya que algunos no han podido retornar a sus domicilios.
El impedimento mayor pasa por el estado de sus viviendas, que si bien no todas quedaron con daños a las estructuras, sí se vieron afectadas por la llegada de la ceniza. La que en este lugar obliga a trabajar duro para poder sacarla desde sus propiedades.
Pero, al margen de esta preocupación, los temas que rondan entre quienes viven en esta localidad son los de la seguridad y el de la salubridad. En especial, en lo que tiene que ver con la presencia de ratones y murciélagos.
Para tratar los temas relacionados con la situación de Ensenada tras la disminución de la zona de exclusión, un centenar de vecinos se reunieron con las autoridades, como el gobernador de la Provincia de Llanquihue, Juan Carlos Gallardo.
El tema de seguridad fue uno de los que marcó la reunión, ya que -según alegan los vecinos - la reducción de la zona de exclusión les dejó también una sensación de inseguridad, por cuando creen que disminuyó el resguardo de sus hogares.
Por eso, el teniente coronel de Carabineros Mauricio Santander afirma que para la institución es de mucha utilidad que las personas entreguen información.
Explica que tiene que tratarse de la entrega responsable de datos, de manera de evitar que se agrande un problema o se cree un ambiente de inseguridad que no es tal.
De hecho, desde el día de la erupción y hasta ayer, sólo se habían recibido dos denuncias de hechos delictuales, que afectaron propiedades.
Por eso, en la reunión de ayer, que tuvo lugar en la Escuela Epson, Carabineros se esforzó en demostrar la presencia que tienen en el sector afectado, que estuvo con restricciones de ingreso y de horarios para las personas.
A pesar de ello, Carabineros siempre estuvo en esta parte de Ensenada, lo que evitó que se produjeran delitos, señala Santander. Explica que desde el momento en que se liberó el ingreso sin restricciones para que pudieran volver a sus hogares, se propuso la idea de que los vecinos se pudieran organizar y adquirir el compromiso en materia de seguridad ciudadana. De esta manera podrían mantener un constante intercambio de información con Carabineros.
Esto, porque durante la cita, los vecinos expusieron en torno a que no todos -por el estado de sus viviendas- pudieron volver, lo que lleva a que existan zonas en las cuales hay casas habitadas y otras no, quedando expuestas para ser objeto de hechos delictuales.
PROBLEMAS
Bernarda Pérez, comerciante del lugar, dice que el tema de los roedores es importante para ellos que se pueda abordar, por cuanto cree que recién "cuando alguien se enferme de Hanta tomarán medidas, en circunstancias que es algo que se debería prevenir".
Acusa que andan bastantes tipos ratones, por lo que a pesar de haber podido retornar a su hogar una vez que cambió de roja a naranja la alerta, su negocio de comida rápida aún no lo pueden echar andar por "el tema de los roedores". Por lo mismo, solicita que se realice una especie de fumigación o instalación de tubos PVC, en cuyo interior se puede depositar el veneno, de manera de no dañar a otros animales, ni la flora y fauna.
El vocero de los pobladores de Ensenada, Horacio Caamaño, dijo que los problemas señalados a las autoridades respectivas en su momento, continúan. "Hay muchos pobladores que no pueden regresar a sus viviendas. Las casas están llenas de ratones y murciélagos y no hay cómo limpiar, por lo que pedimos una reunión con las autoridades", sostuvo.
Antonio Saldivia cuenta que ha estado todo tranquilo, aunque admite que hay familias que aún no se pueden ir a vivir a Ensenada, por cuanto tienen que limpiar sus casas. Para lo cual deben desarmar los techos, por cuanto es en el entretecho donde está "metida la arena y también el polvo".
A esto se suma el arribo de los ratones, lo que les complica como para volver de inmediato, por lo que -por lo menos- requieren de un mes más para retornar. "El problema de los roedores es complejo. Yo anduve en las poblaciones y hay casas en las cuales se comieron los colchones y las familias perdieron comida por el ingreso de los ratones", expuso.
Por ello, subraya que no hay nada completo, ya que también hay quienes sienten temor de ser objeto de robos y por lo que pueda pasar con los ríos. Otro tema expuesto por Saldivia es la vuelta a clases de los niños.
Un caso también es el que expone Claudia Barría, para quien todo el proceso de retorno es lento. "En Los Arrayanes, el trabajo realizado es el efectuado por los vecinos. No hay máquinas y los sitios están llenos de material".
Por ello y a pesar del cambio de alerta, la gente no puede volver a sus hogares.
Todos los días se traslada desde Puerto Varas a Ensenada, Cristián Sanhueza, para poder avanzar en las tareas de limpieza de su propiedad. Cuenta que en su sector han sacado más de 120 camionadas de ceniza, para ser acopiadas en el lugar habilitado para la ocasión. "De a poco terminaremos y vamos a salir adelante", adujo.