Transportistas llaman a controlar la venta de leña húmeda en camionetas
comercio. Representante de los camioneros asegura que ellos ofrecen el producto seco entre octubre y marzo, a diferencia de los más pequeños que venden leña mojada en pleno invierno en poblaciones.
"En este época del año aumenta mucho el transporte de leña en camioneta desde el campo a la ciudad. Ellos, a diferencia de nosotros, tienen la facilidad de entrar en un camino malo en pleno invierno para buscar la leña mojada".
Así describe Armin Aburto, presidente de la Asociación Gremial de Transporte de Leña, Servicios e Insumos (Agretrnans) la dinámica que se da durante los meses invernales en relación a la venta de leña en la ciudad.
Estos vehículos, según afirma, venden la leña, generalmente de especies como eucaliptus o hualle verde, a un precio entre $20 mil y $22 mil el metro cúbico (versus los $30 mil o 35 mil pesos de las leñerías y los mismos camiones), principalmente a las familias más vulnerables, quienes ahorran alrededor de diez mil pesos por la misma cantidad de leña seca.
Aburto señala que generalmente esta leña viene húmeda y que durante el invierno se comercializa entre 20% y 30% del producto con un alto porcentaje de humedad, lo que genera una mayor cantidad de humo y por lo mismo contribuye a elevar los niveles de la contaminación del aire en la ciudad.
Según explica Aburto, estos vehículos menores no están regulados y cualquier persona que cuente con una camioneta puede ir a buscar leña al campo y la comercializa en la ciudad sin que exista algún tipo de control o exigencia del producto, tal como ocurre con los camiones leñeros, a los que se le exige guía de transporte.
Lo mismo ocurre con particulares que van a buscar leña al bosque en su vehículo para el consumo propio, que puede ser encontrada a un valor de menos de 20 mil pesos el metro, pero se trata de leña verde, por ende con un alto porcentaje de humedad.
"Este es un tema importante al que le hemos dado muchas vueltas. Lo único que se pude hacer es que alguien entregue una boleta o un vale para que la gente con menos recursos pueda comprar leña seca con subsidio. Lo otro es que nosotros para vender la leña seca no nos sirve un secador. Sólo comprarla y dejarla secar de un año para otro y alguien debe ayudar con los costos que eso conlleva", expresó Aburto.
El dirigente añadió que la agrupación está a la espera de un sitio de acopio de leña y aparcadero de camiones en el sector de Curaco, gestionado por la Gobernación en conjunto con el municipio, para así formalizar más su rubro y entregar por ende un mejor producto a la ciudadanía.
Leñerías Ambulantes
Según los datos que aporta el catastro de leñerías de Osorno efectuado en diciembre de 2014, el 76% de la leña transportada en camiones es vendida directamente a los hogares y el 24% restante a las leñerías.
Los camiones leñeros son tipificados como "leñerías ambulantes", ya que recorren toda la ciudad buscando clientes. Y como no cuentan con un lugar de acopio, la leña queda apilada en el mismo camión, por lo que no se produce un secado natural y por ello es vendida lo más rápido posible por el transportista, para no aumentar los gastos de combustible.
El promedio de venta de leña por cada uno de los asociados es de aproximadamente 595 metros cúbicos.
De los 60 asociados que había en la agrupación hasta diciembre del año pasado, sólo el 35% no contaba con la iniciación de actividades ante el Servicio de Impuestos Internos (SII).
Se trata, por cierto, de un negocio estacional, ya que tiene una temporada alta, cuyo peak principal está entre los meses de diciembre hasta marzo, en pleno verano, cuando la leña puede ser extraída de los bosques fácilmente por los camiones y transportada sin mayores riesgos a que se pueda mojar por la lluvia.
Control y fiscalización
En este momento en el país no se cuenta con alguna forma legal que apunte directamente a controlar la calidad de la leña, por lo que no existen sanciones para quien usa y vende leña verde o con gran porcentaje de humedad que contamine, ya que la leña no es considerada legalmente como combustible, por lo que no se le puede aplicar la misma regulación.
Según explicó Luis Cárdenas, jefe subrogante de la Corporación Nacional Forestal en Osorno (Conaf), la única forma que se tiene para controlar la comercialización y calidad de la leña es aplicar la Ley de Bosque Nativo.
En este sentido, la ley establece la obligatoriedad para cada persona que transporte productos forestales primarios de bosque nativo acreditar que provienen de un plan de manejo autorizado por la Conaf, tratándose en la práctica de una guía de transporte fiscalizada por Carabineros.
En el caso de eucaliptus o de pino, que corresponden a especies exóticas, no se requiere de esta exigencia, por lo que no se puede detener a ningún vehículo que contenga este producto. Por ello, en la práctica el transporte y venta de leña verde y húmeda, cuya combustión es uno de los principales contaminantes del aire de la ciudad, no está sancionada.
Según informó Cárdenas, el volumen consumido en Osorno, según un estudio de la Universidad Católica de Temuco, asciende a 450 mil metros cúbicos de leña al año, de los cuales solo el 6% corresponde a leña certificada y de las 108 leñerías registradas en el catastro, el 57% corresponde a leñerías informales.
"La mayor cantidad de leña que se consume en Osorno está verde y húmeda, por lo cual se requiere una inversión fuerte en un secador que aumente considerablemente el volumen de leña seca que ingresa a la ciudad", dijo Cárdenas.
Leña verde tiene humedad superior al 60% . Al quemarla, la mitad del calor se pierde en evaporar el agua.
Leña seca tiene humedad inferior al 25%. Duplica el rendimiento, ahorra y contamina menos.
45
mil pesos aproximadamente cuesta un metro cúbico de leña certificada.
20
mil pesos hacia abajo cobrarían las camionetas por leña verde, que es la más contaminante.