las pantallas pueden afectar el sueño y la actividad física
medición. Un estudio advierte que el uso excesivo de aparatos como smartphones y tablets puede disminuir capacidades cognitivas y motrices en los escolares.
Los niños y niñas de hoy suelen estar muchas horas frente a las pantallas de dispositivos electrónicos como smartphones y tablets. Sin embargo, la excesiva exposición a estos aparatos puede ser nocivo a medida que pasa el tiempo.
Así lo afirma una investigación reciente realizada por la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma de Chile, que fue publicado por la Asociación Española de Pediatría.
Según el estudio, el 60% de los participantes superó el límite recomendado de dos horas diarias de "tiempo de pantalla", que concluye los aparatos antes mencionados, más el televisor y el computador.
En la investigación se analizó el comportamiento de 196 niñas de séptimo básico de la Región del Maule, en lo referido a la cantidad de actividad física que realizan, el tiempo de pantalla y los patrones de sueño.
Las conclusiones indican que las niñas con más tiempo frente a la pantalla y menos actividad física tienen una peor calidad de sueño que aquellas que sí realizan ejercicio y están menos horas "conectadas".
El estudio esgrime que las niñas realizan menos actividad física que los niños, en especial durante la preadolescencia. Si bien en ambos casos el ejercicio disminuye, en las niñas es más notorio, por la naturaleza de sus juegos, que es mucho menos intenso a nivel cardiovascular. En cambio los niños suelen correr durante más tiempo o realizar deportes como el fútbol durante los recreos.
La investigación sostiene que el tiempo de pantalla se relaciona con el sueño debido a que los aparatos electrónicos provocan una mayor activación fisiológica, lo que hace más difícil que las niñas se relaje antes de la hora de acostarse.
Revisar el smartphone o la tablet suprime la melatonina (hormona que prepara el organismo para el reposo), debido a la exposición de noche a la luz brillante de las pantallas.
"Por eso no se recomienda el uso de estos aparatos electrónicos con pantalla por más de dos horas diarias y al menos una hora antes de ir a acostarse, pues eso significa que dormirán menos horas de las recomendadas (7,6 horas en promedio). El problema es que el tiempo de pantalla actual es entre cuatro y seis horas", explicó el pediatra y especialista en medicina del Deporte de la clínica Las Condes, Francisco Verdugo.
Los autores del estudio señalan que "el factor más importante relacionado con una peor calidad de sueño es no cumplir ambos hábitos (más de una hora diaria de actividad física y menos de dos horas de tiempo de pantalla)" y que "al dedicar más tiempo a los medios electrónicos, disminuiría su tiempo de sueño y dedicaría menos tiempo a actividad física".
Las consecuencias de la falta de sueño son variadas. "Hay más descoordinación, la velocidad de reacción es peor, la concentración cae, la capacidad cognitiva disminuye, la memoria falla. Todo esto reduce el rendimiento motriz y cognitivo, lo que tiene consecuencias a nivel de sus resultados en el colegio", precisó Verdugo.
Ana María Infante, directora ejecutiva de la Fundación QuéVeo, entidad especializada en el fomento del uso responsable de las tecnologías, enfatiza que para lograr el desarrollo integral de los niños "es necesario que haya un equilibrio entre su vida online y su vida offline. Es importante poner límites a los tiempos de exposición, 'no todo, no siempre', es decir, debemos enseñar a los menores qué cosas pueden ver en las pantallas y cuánto tiempo dedicarles".
Pese a la época de bajas temperaturas, los especialistas recalcan en la importancia de incentivar a los niños y niñas a realizar actividades lúdicas al aire libre. "Debemos fomentar y generar espacios de desconexión en los que otras actividades como el deporte, jugar con otros niños y la lectura sean prioritarias para ellos", subrayó Infante. Estudios recientes indican que los niños que pasan mucho tiempo encerrados sufren de problemas de visión en el futuro.