Un viejo y sabio profesor de economía en sus clases decía "no existe algo así como un almuerzo gratis". Nada más cierto, siempre alguien paga la cuenta. En el tema de la gratuidad en educación el punto no es si es costoso o es gratis, el tema es ¿quién paga? Podríamos decir que pagarán los más ricos porque pagan más impuestos a los ingresos. Pero ojo, el dinero es fungible, un peso es un peso y los recursos siempre tienen usos alternativos. Lo que gasto en educación lo dejo de gastar en salud. No es muy distinto a lo que le pasa a usted con su presupuesto familiar y cuando trata de gastar más en todo y recurre a préstamos, sabemos lo que pasa... Igual a los países.
Volviendo a lo que nos preocupa, es importante establecer que más del 50% de los impuestos son impuestos al consumo (IVA y específicos), que los pagamos todos por igual independiente de su nivel de ingresos; y que sólo una pequeña parte de los ingresos tributarios lo pagan los más ricos, por muy altas que sean sus tasas de impuestos. Es decir la señora Juanita cada vez que paga $1.000 pesos en el supermercado, $200 se van a impuestos, igual que lo que le sucede al más rico de los ciudadanos. Entonces ¿quién paga la cuenta y quién en mayor proporción? La respuesta se la dejo a usted.
Para darle algunas pistas para reflexionar en la respuesta, déjeme decirle que si las platas alcanzaran -lo que a estas alturas sabemos que es imposible- la gratuidad en Educación Superior tendría un costo para el Estado, de acuerdo a los distintos estudios, cercano a los US$ 5 mil millones, contra alrededor de US$ 1.400 que le cuesta al Estado hoy. ¿Por qué tanta diferencia? Porque el resto lo aportan mayoritariamente las familias. Pero hay que precisar que lo que aportan las familias corresponde mayoritariamente a los 2 quintiles más ricos de la población ya que son ellos los que estudian en carreras más largas, costosas y se cambian de carrera.
En cambio, los quintiles más pobres estudian carreras técnicas con aranceles más bajos, de menor duración y se cambian menos de carrera -con gran sabiduría por lo demás- porque terminan siendo las más rentables. Un antecedente para reafirmar lo anterior: mientras en 1990 sólo el 3,8% del decil más pobre estaba en la Educación Superior, el 40,3% del más rico lo estaba. En el 2009, el 16,4 % del decil más pobre estaba en la educación terciaria, gracias a los beneficios como CAE y Becas y el 61,5% del más rico estaba en ella, financiado por las familias.Juzgue usted a quién va a beneficiar el almuerzo que usted paga con sus impuestos y mayoritariamente con el IVA.
Víctor García Ossa