Familias viven hasta en sus leñeras por retraso en construciones
problema. Un grupo de cien personas espera por casi dos años la edificación de sus viviendas sociales en los terrenos que poseen. Muchos de ellos desarmaron sus casas hace seis meses porque les avisaron que comenzaba el proceso, lo que no se ha cumplido.
Cien familias de la ciudad señalan sentirse afectadas por el retraso en la construcción de viviendas sociales en sitio propio, lo que ha causado que incluso existan personas que están viviendo en leñeras o precarias casas improvisadas con piso de tierra, sin baños o condiciones mínimas de salubridad.
Las personas afectadas pertenecen a los comités Quinto Centenario 1 y 2, Bicentenario 1 y 2, Mejoramiento de Mi Barrio y el comité Todo por un Sueño. Las familias cuentan con un subsidio aprobado del programa Fondo Solidario de Vivienda Construcción en sitio del residente o en sitio propio, el cual vence el 6 de abril de 2015.
Los afectados relatan que con mucho esfuerzo lograron reunir 10 Unidades de Fomento -UF- (poco más de $240 mil pesos) para adjudicarse el subsidio. Sin embargo, cuando lo recibieron en junio del 2013 se les indicó que a más tardar en un año tendrían sus nuevas casas construidas.
Algunos de ellos desarmaron sus viviendas anteriores, ya que estaban deterioradas por el paso de los años, la acción de la lluvia y las plagas de termitas que terminaron por destruir las casas de madera construidas hace más de 20 años.
Desde el Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) señalaron que efectivamente existe un retraso en la construcción de las moradas, pero que se están tomando las medidas necesarias para solucionar cuanto antes el problema a las familias afectadas.
Arañas y frío
Silvia Delgado vive junto a su hijo David de 11 años en calle Cádiz, en la población Quinto Centenario, en Rahue Alto norte. Desde hace seis meses que está viviendo en lo que alguna vez fue la leñera de su casa.
La mujer transformó un reducido y poco apto espacio en su hogar, el cual no cuenta ni con paredes para protegerse del frío. Ahí instaló una cama de dos plazas, su cocina a leña y una mesa y cuelga la ropa y la de su hijo en algunos alambres que sobresalen de las viejas maderas de la precaria estructura.
Para ir al baño depende de la buena voluntad de sus vecinos, quienes además le han guardado parte de las cosas que tenía en su casa para que no se deterioren.
Cada vez que Silvia observa el terreno donde se emplazaba su antigua casa de dos dormitorios, living y comedor sólo observa escombros; de su baño sólo queda la taza y maderas en desuso. La mujer explicó que siente una gran frustración y preocupación por la compleja situación que la afecta y más aún cuando piensa en las lluvias del invierno.
Relató que durante años postuló para ganar un subsidio que le permitiera acceder a una nueva vivienda y reemplazar así su casa propia que estaba en pésimas condiciones producto de la acción de las termitas y la humedad.
Cuando supo que el comité al cual pertenecía se adjudicó los dineros entregados por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo a través del Serviu, pensó que su vida daría un vuelco positivo.
"Me dijeron que desarmara mi casa en septiembre del año pasado porque iban a construir la nueva vivienda a más tardar en noviembre. Eso no sucedió y ahora vivo en mi leñera donde cada noche temo por las arañas que andan, el frío es más intenso cada día y nadie me da una respuesta. Pasé de tener una casa a vivir en condiciones más que precarias", dijo la mujer.
Una pieza, tres camas
Irma Arriagada vive junto a dos hijos con capacidades diferentes además de su hija Elizabeth de 26 años y su nieta Gabriela de 10 años. Durante más de 25 años disfrutaron de una casa con dos dormitorios, living, comedor y baño.
Irma relató que durante siete años trabajaron en la feria para juntar dinero y postular al subsidio de construcción en terreno propio. La mujer también pertenece a los comités que esperan hace dos años la construcción de su vivienda.
Recuerda que hace seis meses desarmó gran parte de su antigua casa luego que le dijeran que las construcciones comenzarían y necesitaban los terrenos despejados.
Terminó transformado su leñera en dos pieza que divide en un dormitorio con dos camas, las que son compartidas por cuatro adultos y un niño y la otra la usa como cocina comedor.
Guarda sus cosas como puede entre las maderas que quedaron de su casa y teme que si llegan las lluvias pierda todos los muebles que con tanto esfuerzo compró durante años.
"Yo misma desarmé la casa pensando que era lo mejor, además me dijeron que ya empezarían a construir las nuevas casas y que necesitaban el terreno despejado. En realidad, me siento pasada a llevar porque yo tenía una casa, no era de lujo pero ahora estoy viviendo con mi familia en una leñera", expresó Irma Arriagada.
La solución es construir
Marianela Moraga, dirigenta del Comité de adelanto Quinto Centenario, precisó que el problema es complejo y detalló que han tocado todas las puertas en busca de soluciones tanto en la entidad que desarrolla los proyectos como con personas de la oficina provincial del Serviu.
"Nos dijeron que comenzarían la construcción hace más de seis meses y autorizaron a que algunas personas desarmen sus casas. Pero esta situación es dramática, porque la gente nos culpa a nosotros y nuestra culpa sólo fue confiar en lo dicho por los responsables del proyecto", explicó la mujer.
Precisó que durante mucho tiempo confiaron en las palabras de quienes desarrollaban el proyecto habitacional, pero quedó de manifiesto que los resultados fueron nefastos.
"Aquí la única solución es comenzar a construir cuanto antes. Dicen que en Osorno faltan terrenos para levantar casas sociales, pero en este caso la gente tiene terreno, subsidio y tampoco les dan prioridad. Es una burla para las personas más vulnerables", dijo.
Susana Castro, dirigente del mismo comité, explicó que incluso el grupo ha conversado con autoridades del Serviu donde sólo han recibido como respuesta que necesitan que todas las personas tengan sus carpetas completas para comenzar.
"Es cierto, no postulamos con proyecto, pero nunca nos explicaron que debíamos reunir las cien carpetas para comenzar a construir; al contrario, se dijo hace más de seis meses que estaba todo listo para comenzar por etapas y eso no era verdad", comentó.
Incluso, se han reunido con el gobernador Gustavo Salvo para solicitar su apoyo, ya que la gente está viviendo en condiciones muy complejas y no puede seguir esperando.
Apurar el proceso
René Rojas, director subrogante del Serviu, reconoce desconocer por qué algunas familias recibieron la instrucción de desarmar sus viviendas, ya que el Serviu nunca informó que los trámites de revisión y aprobación estaban finalizados.
"Eventualmente si existen casos sociales complejos nosotros le hemos pedido a la entidad que empiece a construir. Estamos revisando la información para así entregar las aprobaciones", explicó René Rojas.
Señaló que efectivamente estas familias están con subsidios desde 2013, pero que la entidad patrocinante, elegida por las propias familias, decidió armar todos lo proyectos juntos para comenzar a desarrollarlos, a pesar de las sugerencias de hacerlo de forma parcializada.
Es decir, realizó primero el levantamiento sitio por sitio para definir el tipo de vivienda a construir en cada caso y una vez finalizado ese proceso solicitó las autorizaciones y permisos de edificación.
En todo caso, reiteró que el Serviu apurará el proceso que desde hace dos semanas está en etapa de evaluación de la documentación y el proyecto asociado a cada familia.
30 días tiene el Serviu para revisar el total de proyectos y entregar la autorización a la entidad para comenzar la construcción de las viviendas.
Seis opciones de casas existen para construir en los sitios de los residentes o propios.
10 UF
es decir, un poco más de 240 mil pesos es lo que reunió cada familia para acceder al programa Fondo Solidario Construcción en sitio del residente o sitio propio.
6 de abril de 2015
vence el subsidio de las familias que están esperando comience la construcción de casas en sus sitios propios. Algunas de las personas incluso desarmaron sus viviendas antiguas.
6 comités de adelanto
son los afectados por la demora en el inicio de construcción de las casas en sitios de los residentes o propios. Son cien familias las implicadas en el problema.