Otra preocupación y seria amenaza, por su destructiva peligrosidad, -en nuestros veranos sureños-, son los incendios forestales y de matorrales en la provincia, como en el resto de la Región. Frente a lo cual es imperioso mantener similar actitud de autocuidado, prudencia y respeto medioambiental, que se debe asumir cuando se sale a vacacionar al campo, la montaña y playas marítimas, fluviales y lacustres.

Según lo reiterado por las autoridades de la Corporación Nacional Forestal, el 99% de los siniestros forestales son de origen intencional o por negligencia humana. Lo que suele tornarse más grave aún con el factor viento que caracteriza esta zona e incrementa los fuegos desatados.

Por ello es de primordial importancia y urgencia, que la población despliegue una conducta muy cuidadosa y responsable, con la finalidad de evitar cualquier acción que pueda ocasionar un incendio. Sentido en el cual, hay que tener siempre presente que las colillas de cigarros mal apagadas, las fogatas, la preparación de asados e incluso los niños que juegan con fósforos, incluyendo las quemas agrícolas de matorrales, son habituales detonantes de estos percances incendiarios en nuestros campos y cerca de las ciudades.

Se debe insistir en que la formación de una sana y alerta conciencia civil es primordial, comenzando desde las mismas aulas educacionales, para no incurrir en estas repetidas negligencias humanas que tanto daño y cuantiosas pérdidas provocan cada vez que llega la temporada estival.

También, es prioritario adoptar oportunamente las precauciones necesarias. Sobre todo, en el control del invasivo y dañino arbusto Chacay, extirpándolo, junto a otras especies vegetales, particularmente en los sectores cercanos a viviendas, dada su condición combustible, al igual que impedir el poblamiento humano en las zonas de riesgo. Sin olvidar más estrategias de seguridad, que deben abordarse con las instituciones correspondientes como Bomberos, Conaf, Defensa Civil, Fuerzas Armadas y Carabineros. Y, así, recibir los períodos veraniegos convenientemente preparados, sin las preocupaciones y sobresaltos de la sorpresa y la improvisación.

Dentro de los 4 ejes fundamentales del Plan de Descontaminación Ambiental para Osorno (PDAO), elaborado por el Ministerio del Medio Ambiente y cuyo anteproyecto publicado en el diario oficial el 19 de diciembre del año pasado, en fase de consulta pública hasta el 17 de marzo de 2015, contiene una faceta vinculada a la edificación de viviendas. El PDAO contempla aspectos en este sentido, tales como: entrega de subsidios especiales para acondicionamiento térmico, estándares técnicos para dicho mejoramiento, capacitación a empresas ejecutoras de proyectos, así como certificación de la vivienda.

Desde nuestra Cámara Chilena de la Construcción (CChC) apoyamos los importantes incrementos en los subsidios. Esto, sin lugar a dudas, se transformará en una importante aporte para los próximos 10 años que tiene como horizonte el Plan.

Es de destacar la trascendencia que tiene el aspecto técnico que, con rigurosidad, debe velar por una adecuada aplicación de los materiales que forman parte de la solución, con mayor fuerza en aquellos en donde se debe intervenir edificaciones ya existentes. Aquí juegan un papel importante nuestros asociados comprometidos desde ya, a través de nuestro Comité de Vivienda y que, en el nodo conformado por la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT) de la CChC y Corfo, buscan levantar, desde el año 2014, información en la Región que redunde en aportes de experiencias y normas, apuntando al adecuado diseño y construcción de nuestras viviendas públicas y privadas.

Sin embargo, no debemos olvidar que la contaminación en Osorno es un problema de salud. En efecto, la saturación medioambiental en partículas MP 10 y finas MP 2,5 está asociada a graves daños a la salud, incluso la muerte en nuestra comunidad y esto no puede pasar inadvertido (ver Diario Austral 27 de julio de 2014, págs. 2 y 3), especialmente dados a conocer los índices que dan cuenta del nivel que presenta nuestra ciudad en el contexto nacional.

Se acerca el término del verano y con esto, los acopios de leña en los antejardines de diversos barrios dan cuenta de los preparativos para el invierno. El control del secado y calidad de la aún son un tema pendiente. El plan deberá precisar este aspecto y las autoridades ejercer su rol fiscalizador. Asambleas ciudadanas para informar debidamente, antes de que finalice el período de consulta pública en marzo, serán bienvenidas, esperando que nuestra comunidad y autoridades no pierdan el centro en este sentido, el que debe ante todo considerar el bienestar y calidad de vida (llámese salud) de los osorninos.

Ronald Scheel Bass