"Río Negro crece y progresa con este tipo de actividades de la mano del turismo rural".
De esta forma su anfitrión, el alcalde de la comuna de Río Negro, Carlos Schwalm, se refirió al evento que desde hace cuatro años convoca a toda la comunidad y que une a 30 comunidades del sector.
La iniciativa que ha convocado el interés nacional y otorgado un espaldarazo al turismo rural, se desarrolló ayer en la medialuna de Río Negro.
Pasadas las 15 horas los maestros de cocina del Instituto La Araucana junto a miembros de las comunidades rurales, vaciaron en un enorme disco 10 litros de aceite, 40 kilos de cebolla y 60 de longanizas, para finalmente depositar los 3 mil 300 huevos azules de gallinas coyoncas, provenientes de criaderos mapuche huilliche.
Receta
La preparación estuvo a cargo del chef José Luis Dolarea y un completo equipo de la carrera de Gastronomía del Instituto Profesional La Araucana, quienes pusieron manos a la obra para la cocción del preparado que destaca por su ingrediente principal.
"La particularidad de este tipo de huevo radica en que es mucho más sano y nutritivo, pues el color azul verdoso se da gracias a la nutrición sana de la gallina que se alimenta de la pradera y maíz", destacó Dolarea.
Respecto a la preparación, agregó el chef, se necesita "harto cariño y corazón", además de los ingredientes. Este año se batió el récord de 2014, pues se utilizaron 100 huevos más que en dicha oportunidad, cuando el plato contó con 3.200.
A eso de las 16 horas estuvo en su punto el "encebollado". Por ello cientos de comensales se acercaron a la paila para servirse la preparación, la que fue repartida en pocillos.
Comensales
Uno de los primeros en degustar el "encebollado" gigante fue el lonko de la jurisdicción de Riachuelo, Anselmo Antilef, quien a sus 86 años dijo que mientras se realice la actividad, él iba a estar presente.
Por su parte, saboreando con ganas el plato, el rionegrino Roberto Hueitra comentó que es primera vez que asiste al evento. "El sabor es espectacular. Muy recomendable", dijo.
Junto a toda su familia llegó también Marigen Cano. "Está muy rico el sabor del huevo. Es una actividad muy bonita porque realza a Río Negro", comentó.
Otro comensal arremetió con más corazón. Se trata de Adalio Millacheo, del sector de fundo Esmeralda, quien señaló que es un orgullo que ocurra algo así. "La cultura de las comunidades necesita subsistir y las nuevas generaciones deben aprender y llevar el estandarte de lo bueno de ese conocimiento ancestral", remarcó.
Entre las degustaciones y la aprobación, el alcalde del Río Negro se comprometió a que el próximo año no sólo se batirá el récord en cuanto a cantidad, sino que se aumentará el diámetro de la paila de 3 a 5 metros de diámetro.
Además se continuará con los stands de artesanías y gastronomía. Las "ñañas", podrán plasmar, se dijo, su toque ancestral en la receta para una nueva preparación.
"Este tipo de huevo es mucho más sano y nutritivo, porque el color azul verdoso es gracias a la buena nutrición de la gallina".