El asesor en informática que suministró a Alberto Nisman la pistola que le causó la muerte rompió el silencio ayer y dijo que el fiscal argentino le había pedido el arma para garantizar la seguridad de sus dos hijas porque 'ni siquiera confiaba' en sus guardaespaldas.
En una rueda de prensa y al frente de una nube de micrófonos, Diego Lagomarsino relató minuciosamente cómo y en qué circunstancias le entregó una pistola al fiscal el 17 de enero, un día antes de que éste fuera hallado muerto en su departamento.
'Me dejó malparado', afirmó cuando dijo que Nisman le preguntó sí tenía una pistola.
Al día siguiente por la noche, Nisman, de 51 años, fue hallado sin vida por su madre y sus guardaespaldas en el cuarto de baño adyacente a su dormitorio. Su fallecimiento se registró cuatro días después de que denunciara ante un juez a la Presidenta Cristina Fernández por supuesto encubrimiento de un grupo de iraníes sospechosos del atentado a un centro judío en 1994 y horas antes de presentarse al Congreso para dar detalles sobre la denuncia.
Lagomarsino es la última persona que vió al fiscal con vida y tiene prohibida la salida del país. La justicia investiga si la muerte del fiscal fue un asesinato, un suicidio voluntario o un suicidio 'inducido'.
Lagomarsino, escoltado por seis guardaespaldas, se lamentó de haberle entregado a Nisman la pistola calibre 22 que guardaba en su casa y relató que, sorprendido por el requerimiento del investigador, le preguntó para qué la quería y que éste le contesto que era 'por seguridad de las chicas'. A continuación, cuando Lagormasino le hizo notar al fiscal que él contaba con policías que lo protegían, Nisman contestó 'yo no confío ni siquiera en la custodia'.
'En ese momento se quiebra y me dice: ¿vos sabes lo que es que tus hijas no quieran estar con vos por miedo a que las pase algo?', dijo Lagomarsino que le confió el fiscal.
El asesor le contó entonces a su jefe que él tenía un arma 'vieja', pero Nisman insistió en que la necesitaba y le señaló que era para tenerla 'en la guantera (del automóvil)' y por 'si viene un loquito y me dice 'traidor, hijo de puta''.
Cuando finalmente Lagomarsino le alcanzó la pistola calibre 22 a Nisman, en una segunda visita que le hizo a su departamento, le enseñó cómo cargarla y descargarla. 'Me dijo 'igual no te preocupes, porque no la voy a usar' y que en 'un par de semanas' se la iba a devolver, relató el técnico informático.
El fiscal 'hizo toda la operatoria de cargar y descargar' la pistola, siguiendo las instrucciones de su asesor.
Lagomarsino, quien se presentó voluntariamente a declarar horas después del hallazgo del cuerpo de Nisman, ha sido acusado por haber 'facilitado' el arma al fiscal.
La Policía Federal argentina desvinculó a tres custodios de Nisman y les abrió una investigación ante la sospecha de que pudieron actuar con negligencia en las horas previas a que su protegido fuese hallado muerto.
El suboficial más antiguo de la custodia del fiscal, Rubén Benítez, fue ayer apartado de sus funciones por posible negligencia, ya que se trata del único guardaespaldas que entró en el domicilio después de que el sábado Nisman lo llamara para pedirle asesoramiento para comprar una pistola como defensa personal.
Nisman será enterrado hoy en un cementerio judío de las afueras de la ciudad de Buenos Aires en un funeral íntimo.
Luego de realizarse la autopsia, de la que se espera conocer el resultado, la justicia autorizó la entrega del cuerpo de Nisman a su familia.
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