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Ana María Manríquez, presidenta del campamento Padre Hurtado de Rahue Alto, da cuenta de la crítica situación que están viviendo por la falta de agua potable que los aqueja hace más de un mes, debido a la baja de presión en el suministro.
Y si bien el municipio les instaló la semana pasada 4 estanques de 5 mil litros de agua en distintos sectores de los asentamientos, los pobladores cuestionan la calidad del líquido, asegurando que no es apta para beber.
"Se suponía que los llenarían todos los días, algo que no ha sucedido. El fin de semana no vino nadie y el agua que nos traen obviamente no es potable, ya que las tapas de los estanques no están en buenas condiciones y les entra suciedad y bichos, algo que también molesta a los vecinos, ya que no es fácil vivir así", comentó Ana María Manríquez.
Esta es la situación que están viviendo alrededor de 600 familias de seis campamentos del sector de Rahue Alto, quienes hace ya una semana dieron a conocer lo que les estaba sucediendo desde hace un mes, tras lo cual se contactaron con Essal y el municipio, entidades que aún no les dan una solución al problema.
El director de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) de la Municipalidad de Osorno, Juan Luis Añazco, indicó que el agua que se les lleva a los campamentos es la que se saca de los grifos, por lo que es potable y si no están las tapas de los estanque como corresponde, es porque los recipientes fueron instalados el fin de semana de forma urgente.
"Nosotros no podemos hacer más, ya hemos hecho todo lo que está a nuestro alcance. Además, en la mañana de ayer recibí reclamos de otros dirigentes que algunos vecinos se están manguereando y utilizando el agua para bañarse", argumentó.
Y añadió que "es importante también ver la cantidad de conexiones irregulares que tiene el pilón, ya que ellos arman redes que bajan la presión del agua".
molestia
Al recorrer los campamentos se puede apreciar que la situación es cada vez es más crítica y el malestar de los vecinos va en aumento por la falta del vital elemento.
Así lo dio a conocer Valeska Gallardo, vicepresidenta del campamento Por un Futuro Mejor III, quien indicó que "estamos aburridos por lo que nos está tocando vivir. Todo se agrava con estos días de calor. Queremos que nos ayude el municipio o la empresa sanitaria Essal, pero necesitamos una solución. No queremos tener que ir a protestar o llamar la atención, deseamos hacer las cosas bien", manifestó.
Desesperados ya con lo que les ocurre, los vecinos comenzaron a trabajar el fin de semana parchando y arreglando las cañerías que tenían alguna fuga, ya que funcionarios de Essal les comentaron que eso podría estar provocando una baja en la presión de agua, lo que no resultó, según señaló Marcelo Caucamán, presidente del Campamento El Esfuerzo.
"Hombres y mujeres trabajamos durante el fin de semana, compramos materiales con nuestra plata para ver si podíamos arreglar en algo esto, pero fue trabajo perdido, ya que seguimos sin agua. En la noche es la única hora que corre algo de agua y en el día sale un par de minutos", detalló.
Los vecinos ahora esperan la respuesta que debe dar la empresa sanitaria Essal, quienes habían quedado de contactarlos para ver la solución a tomar y así normalizar el suministro de agua potable a las familias afectadas.
Según informaron desde Essal, a través del departamento de comunicaciones, el viernes colocaron equipos de medición en los campamentos para monitorear la zona y conocer mejor la situación.
El estudio se ha desarrolló durante todo el fin de semana y hasta ayer se habían recogido todas las mediciones.
"La solución se estudia a nivel de gerencia de la empresa, la cual se encuentra en Santiago, por lo que aún no se tiene una respuesta al problema que aquejan a los vecinos", señalaron desde la firma.