Científicos del Centro de Investigación Enrico Piaggo de la Universidad de Pisa, en Italia, crearon un robot para que enseñe emociones a niños con autismo. Estas máquinas de aspecto humanoide enseñarían la empatía por medio de la repetición.
Parte de las características de los niños autistas es que no reconocen ni diferencian las emociones que expresan los demás. Asimismo, fallan en las interacciones sociales. Sin embargo, son buenos en temas matemáticos. Es decir, todo aquello que implique categorías o series de elementos que se identifiquen con un concepto, según un artículo publicado por el diario El País de España.
Sin embargo, para que los niños se familiaricen con las emociones se ha necesitado enseñarles por medio de humanos. Sin embargo, es precisamente en esta interacción cuando generalmente los niños rechazan el aprendizaje.
La investigación realizada en colaboración con sicólogos de la Escuela Normal Superior de París, descubrió que si el proceso lo realizaba un robot de apariencia femenina, el resultado era satisfactorio al no provocar rechazo en los niños. Esto se explicaría por la naturaleza artificial del ser que se presenta frente a ellos.
La elección de que el robot fuera de apariencia femenina no fue al azar. Según los expertos, decidieron utilizar esta imagen porque las terapeutas con las que trabajan los niños suelen ser mujeres. Asimismo, porque la relación con la figura materna facilitaría la aceptación de los niños hacia las máquinas.
El proyecto, que se presentó en Madrid en el mayor congreso mundial de robótica humanoide "Humanoids 2014", funciona con un software de computador que permite ordenar a la máquina qué expresiones faciales se desean enseñar a los niños a través de una conexión que permite moldear una réplica digital de la cara del autómata, según se explica en el sitio.
"Por ejemplo, sobre una sonrisa se le muestran múltiples variaciones y se le explica que todas ellas son sonrisas", explicó el sicólogo Daniele Mazzei que participó en la investigación. Así, los niños aprenden desde un punto de vista cognitivo lo que es una sonrisa o un llanto.
El investigador también reconoció que quieren hacer un trabajo de mejor calidad. Es decir, "incluir microexpresiones faciales y movimientos dinámicos de las facciones. En eso estamos trabajando. Cuando todos los elementos estén bien pulidos, podremos mandar a nuestro robot a las clínicas", aseveró Mazzei.
Según los científicos, la proyección para el programa podría complementarse con una aplicación para tablets y teléfonos móviles. Esto para que los niños puedan seguir practicando y reconociendo distintas expresiones con un ente virtual.
Asimismo, los autores afirmaron que el autismo es sólo una parte del proyecto. El robot que están desarrollando "emplea un análogo del cerebro humano que le permite emular el razonamiento humano. Lo que creemos que falta en robots domésticos de éxito como Roomba (autómata aspirador) es la posibilidad de establecer una relación empática. Sea en un museo, en casa o en un aula. Eso estamos explorando".
Aunque aseguran que la función más racional está completamente desactivada en el caso del autismo infantil.
Ante los avances que rápidamente se hacen en la robótica, según publicaciones de la Universidad de Oxford, en un periodo aproximado de diez años, más de 100 profesiones podrían ser desempeñadas por robots y máquinas. Lo que haría prescindir totalmente de la mano de obra humana.
Según la universidad, las ocupaciones que corren más riesgo de modificarse son las recepcionistas, los asistentes legales, vendedores de comercio, taxistas y choferes, guardias de seguridad, cocineros y asesores financieros. Todos estos presentan probabilidades que van desde un 77 a un 98% en la tasa de remplazo basada en las implementaciones robóticas del momento.
Investigadores españoles desarrollaron un robot que mira a los ojos. Es pequeño, a veces ruidoso, y actualmente se desliza lento por los pasillos de la Facultad de Matemáticas de la Universidad Complutense de Madrid. Si bien el robot no mira propiamente tal, han logrado que vea como puede ver un ojo humano. Es decir, logra identificar objetos y caras en el entorno, e intuye la actitud de la persona para saber si van a colaborar con él y, en función de aquello, tomar la decisión de esquivarlos o no.
2014
fue el año en que se presentó el proyecto del robot que enseña emociones a niños con autismo en el congreso mundial de robótica humanoide.
10
años tardaría la robótica para suplir más de 100 profesiones u oficios realizadas por humanos, según la Universidad de Oxford.