Argentina amaneció conmocionada ayer por la muerte del fiscal Alberto Nisman, quien la semana pasada acusó a la Presidenta Cristina Fernández de ser la cabeza de un plan para encubrir a los iraníes acusados del atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994.

El persecutor, de 51 años, fue hallado muerto en su departamento de Buenos Aires durante la madrugada, en la víspera de su declaración ante una comisión de la Cámara de Diputados por su acusación contra Fernández, el canciller Héctor Timerman y otros cercanos al Gobierno argentino. Según la fiscal Viviana Fein, que investiga el deceso de Nisman, el hombre fue encontrado muerto en el baño de su casa con un disparo en la cabeza, y junto al cuerpo se hallaron un arma calibre 22 y un casquillo.

Fein detalló que el fiscal "falleció antes de la cena" y que en el departamento "no hay ninguna carta" que explique un supuesto suicidio. Indicó que no hay testigos de la muerte y que Nisman fue hallado por su madre, quien llegó a la vivienda a petición de los efectivos de la Policía Federal que se encontraban a cargo de la seguridad del persecutor.

Según el diario Clarín, los policías informaron que el viernes dejaron al fiscal en su casa y que el sábado no salió en todo el día. Nisman les había pedido que lo fueran a buscar el domingo. Cuando llegaron no obtuvieron respuesta, por lo que llamaron a la madre del persecutor, quien ingresó y halló el cuerpo.

La autopsia realizada al cuerpo de Nisman reveló, preliminarmente, que el disparo fue en la sien, a la altura de la oreja derecha, y que no habría intervención de terceros. "De acuerdo a la autopsia el fiscal Nisman se disparó. No hay margen de dudas", dijo Fein en declaraciones al canal TN.

Sin embargo, agregó que "no descarto una instigación. No decimos que esté resuelta la causa". Por ello, dijo que "la causa está caratulada como muerte dudosa".

Según la fiscal, "el arma que se encontró con él no era propiedad del fiscal Nisman", sino de un "colaborador" de éste.

Antes de que se conociera el informe de la autopsia, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, aseveró que "todos los caminos conducen al suicidio".

Una periodista de Clarín aseguró que en dos ocasiones el fiscal le dijo que "yo puedo salir muerto de esto". La primera vez fue el miércoles, a través de Whatsapp, y la segunda el sábado, cuando manifestó que ya no deseaba hacer declaraciones a la prensa. El domingo, según la reportera, ya no contestó.

En una entrevista hecha el miércoles al canal TN, Nisman comentó que había preparado a su hija para que el lunes se escucharan en el Congreso cosas desagradables sobre él. "Desde hoy mi vida cambió. Es mi función como fiscal y le tuve que decir a mi hija que iba a escuchar cosas tremendas de mi persona", expresó.

Nisman debía testificar ayer por la tarde ante la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados argentina por la denuncia que presentó la semana pasada en contra de la Mandataria y el canciller.

Según esta denuncia, que es la más grave proferida contra la Presidenta, Fernández y su ministro de Relaciones Exteriores "tomaron la delictiva decisión de fabricar la inocencia de Irán" en el caso AMIA para acercarse a ese país con el fin de "saciar intereses comerciales, políticos y geopolíticos".

El Gobierno negó días atrás las imputaciones y tildó a Nisman de mentiroso e ineficaz en su investigación del atentado, que provocó la muerte de 85 personas y heridas a más de 200.

Desde el gabinete indicaron ayer que la Presidenta está "al tanto" del fallecimiento de Nisman y que reaccionó con "una sorpresa fuerte" ante la noticia.

Timerman, en tanto, dijo esperar "que la justicia prontamente pueda determinar la forma en que murió, que la justicia pueda avanzar en este tema y se esclarezca". Afirmó que la causa en manos del fiscal "va a seguir adelante" y recordó que "con Nisman trabajaba probablemente la mayor cantidad de personas de una Fiscalía".

La Secretaría de Inteligencia (SI) accedió a levantar el secreto que pesa sobre la identidad de los espías que aparecen en las escuchas que realizó el fiscal Nisman. Se trata de las identidades que, antes de la muerte del persecutor, el Gobierno se negaba a revelar.

Las principales entidades de la comunidad judía argentina reclamaron que se esclarezca la muerte del fiscal y advirtieron que su fallecimiento es "un golpe de alto impacto" para la causa.

Las redes sociales se llenaron de mensajes de argentinos que lamentaron la muerte, y políticos de distinta afiliación dijeron no creer que el hombre a cargo de una de las causas judiciales más importantes de Argentina cometiera un suicidio.

El atentado El atentado de 1994 es el más sangriento que sufrió la comunidad judía en Argentina, con 85 muertos.

Sin culpables En las dos décadas que pasaron desde el atentado nunca se logró esclarecer el hecho y no ha habido culpables.

Comisión parlamentaria En 1996 se creó una comisión en el Parlamento para investigar el atentado y otro contra la embajada de Israel.

Hizbolá En 1999, la Corte Suprema ratificó la responsabilidad en ambos atentados de un grupo identificado como brazo armado de Hizbolá.

Ideólogos La justicia argentina acusó de ser los ideólogos del atentado a siete ex funcionarios iraníes, entre ellos al ex Presidente Ali Rafsanyani.

Acuerdo con Irán El Gobierno de Fernández firmó en 2013 un acuerdo con Irán para esclarecer el ataque.

Omar Lavieri es periodista de tribunales del medio argentino Infobae desde hace más de 20 años, y dice que no recuerda un caso como éste en su país, en que un fiscal de un caso judicial tan importante muera en medio de la investigación.

- Es un golpe muy grande a la investigación porque era el encargado de investigar el atentado. Creo que va afectar a la investigación, no sé cómo, porque se está investigando qué sucedió hace 20 años. Pero sé que lo va a afectar. Nisman le había dedicado los últimos diez años de trabajo a la investigación, o sea, ningún fiscal puede saber lo que sabe él, tal vez algunos de sus colaboradores esté cerca, pero te diría que él tenía toda la investigación en la cabeza.

- Era un obsesivo del trabajo y tenía muchísima relación con la Secretaría de Inteligencia, que es la que en el caso terrorista lo asistía en la investigación. Era fiscal especial sólo de este caso y todo lo que se relacionara con él.

- En los tribunales había como una especie de desazón, mucha sorpresa por lo sucedido y había como la sensación de que con esta muerte se habían salteado todas las fronteras conocidas en el mundo de la justicia.

- No, que yo recuerde no. ¿Un fiscal investigando un caso importante? No. Y menos un fiscal que tres días después de denunciar a la Presidenta aparece muerto.

- Es lo llamativo del suicidio, o de la muerte. Hablemos de muerte. Prefiero hablar de muerte hasta que la justicia no determine fehacientemente qué pasó.