"Es la primera vez que me subo a un avión y fue como estar en un parque temático, porque subía y bajaba. Cuando despegó sentí mucha emoción, pero no tenía susto".
Así resumió la sensación que vivió el sábado Marcos Ignacio Villarroel, un pequeño estudiante proveniente de la localidad de Chamilco, en San Juan de la Costa, quien por primera vez subía a una avioneta del Club Aéreo de Osorno, para sobrevolar la ciudad.
El sueño de surcar los cielos en una aeronave se alcanzó el fin de semana por más de sesenta niños provenientes de localidades apartadas de la comuna de San Juan de la Costa, a los que se sumaron pequeños de la residencia de menores Catalina Keim.
La iniciativa fue posible gracias a la acción solidaria del Club Aéreo, organización que desde hace varios años realiza estos vuelos orientados a menores de localidades apartadas o en situación de vulnerabilidad.
Así lo destacó su presidente, Felipe Riquelme, quien expresó su satisfacción al recibir a estos menores para que sean partícipes de una experiencia por la que el club apuesta, que es la de dar a conocer y abrir la aviación civil a toda la comunidad.
"Todos los años estamos haciendo vuelos a beneficio para distintos niños de la zona. En esta oportunidad vienen menores de la comuna de San Juan de la Costa más algunos del Hogar de Carabineros. Para eso saldrán a volar tres aviones y cada uno lleva tres pasajeros más su piloto", detalló Riquelme.
El pasado lunes 22, otro grupo de niños de San Juan de la Costa realizó el mismo itinerario. Ello, como premio a un concurso literario organizado por su escuela.
El presidente del Club Aéreo precisó que esta idea es apoyada por la Federación Aérea de Chile, específicamente , a través de su programa llamado "Los Aguiluchos", cuyo objetivo principal es dar a conocer y fomentar la aviación civil en Chile.
APORTE DE CONCEJAL
La idea de que los niños de San Juan de la Costa vinieran a Osorno para poder disfrutar de la travesía aérea, surgió por parte de la concejala de esa comuna Margot Barrientos.
La edil manifestó que la voluntad de que los niños participaran en la actividad, le nació hace ya un tiempo, cuando vio que el Club Aéreo convocó a niños del Colegio Emprender para vivir la experiencia del vuelo.
Así fue como se contactó con los directivos, quienes inmediatamente acogieron la solicitud e invitaron a los niños a participar de los vuelos, poniendo a su disposición tres aeronaves, los que son alimentados por combustible donado por la Federación Aérea de Chile para esta actividad.
"Esta es una experiencia única para estos niños. Ellos debieron esperar un tiempo y así fue creciendo la ansiedad y el entusiasmo. Ojalá podamos tener la misma oportunidad para el próximo año, ya que son muchos los que no alcanzaron a venir, por lo que se debió hacer un proceso de selección", expresó la concejala.
El sobrevuelo de cada nave duró 12 minutos, tiempo en que los pequeños apreciaron desde el aire la ciudad en su plenitud, dirigiéndose a sectores como Francke y Pampa Alegre.
Otro grupo que tuvo la oportunidad de disfrutar de este beneficio, fue una delegación de nueve niños pertenecientes a la residencia Catalina Keim.
Los menores llegaron al lugar acompañados de su director, Leonel Morales. "Esta es una actividad digna de imitar por otras instituciones. Agradezco enormemente al presidente del Club Aéreo y a los pilotos por brindar una tarde inolvidable para nuestros niños, los que también están muy agradecidos y maravillados con el viaje".
Para los pequeños del Hogar Catalina Keim fue un gran regalo de Navidad, tal como lo señaló Manuel, uno de sus residentes, luego de bajarse de la aeronave.
"El vuelo me pareció tranquilo, a veces se movía un poco pero fue muy bonito. Tuve un poco de susto al principio, anduvimos por todo Osorno y pasamos por encima del hogar. Todo se veía muy chiquitito".