El título de esta columna de opinión es el mismo de un artículo publicado hace un tiempo, en la edición para nuestro país de Le Monde Diplomatique. Señala el autor que el temor a la vejez y a hablar de esta realidad, biológica por lo demás, hace que exista incluso una dificultad para nombrar a las personas que están dentro de esta franja etaria: 'Según las modas, se habla pues de 'personas mayores', 'seniors', 'mayores' o 'ancianos', dice el escritor y doctor en psicogerontología Jérome Pellissier en el artículo antes citado.
Del mismo modo que no se es adulto por el sólo hecho de alcanzar la mayoría de edad a los dieciocho años, tampoco se es viejo por el sólo hecho de llegar, por ejemplo, a la edad de jubilación. Porque todos somos diferentes unos de otros, en el sentido que no todos nos volvemos adultos o viejos exactamente a la misma edad. Eso sin considerar además que la edad de la vejez varía por una serie de factores, como la ocupación laboral de las personas, sus hábitos alimenticios, vivir en el campo o la ciudad y un largo e incontable etcétera.
En la actualidad, a nivel mundial, hay un gran aumento de personas mayores de sesenta años. En nuestro país también, al igual que en nuestra realidad a nivel local y en toda la provincia de Osorno. Las personas cada vez viven más y se puede vivir mucho tiempo con enfermedades como el cáncer o la diabetes, con el debido tratamiento médico, lo que genera el debate y la reflexión sobre cómo nuestra sociedad debe tratar a las personas mayores a través de políticas públicas más inclusivas.
Por otra parte, también es posible que las propias personas mayores tomen la iniciativa y se organicen para demandar la aplicación de más y mejores planes y programas estatales que los actualmente existentes, orientados a un envejecimiento saludable y con buena calidad de vida. Un buen ejemplo de ello lo da en Osorno don Duberlí Guerrero, dirigente social de dilatada trayectoria y que ha convocado a toda la comunidad osornina a la Constitución de la Asociación de Pensionados de Chile-provincial Osorno, actividad programada para este último viernes de noviembre y que es expresión a nivel local de una voluntad decidida por tener más espacio de participación ciudadana, real y efectiva.