Birdman: el regreso en clave comedia negra de Michael Keaton
cine. El actor estadounidense vuelve a la pantalla grande de la mano del director Alejandro González Iñárritu.
A sus 63 años, el actor Michael Keaton parece estar viviendo un segundo aire en la pantalla grande gracias a su rol como Riggan Thomson, un actor venido a menos que antes vivió mejores tiempos cuando encarnaba a Birdman, un héroe de tiras cómicas.
Bajo el subtítulo de 'O la inesperada virtud de la ignorancia', la película pasa por su cedazo temas como la fama y el fracaso.
Según la crítica especializada, Keaton sobresale por la intensa comicidad trágica que le imprime a este hombre fracasado, sin dinero ni familia, todavía con la resaca de sus días dorados en la memoria cercana y obsesionado con presentar en Broadway una adaptación de Raymond Carver.
Bajo la dirección del mexicano Alejandro González Iñárritu, quien ahora firma solo con su segundo apellido antecedido de una G, Birdman despliega un fino oficio en sus casi dos horas de montaje sinuoso, cargado a los largos planos secuencias, como adentrándose en la cabeza de su protagonista que desmadeja monólogos acres sobre lo horroroso que es todo, la identidad y la propia valía.
El ascendente director azteca entró a las grandes ligas en 2000 con Amores Perros, cinta que lo llevó a él y a su compatriota Gael García Bernal a Hollywood.
Luego demostraría su talento dirigiendo a Naomi Watts y Sean Penn en 21 gramos, donde alcanza momentos de buen drama que en Babel se volvió enrevesada historia coral. En Biutiful, el guión del mexicano transita entre la enfermedad y la reflexión.
'Después de tantos dramas intensos necesitaba un poco de chile picante mexicano', dijo el director al presentar su trabajo en el Festival de Venecia.
El trailer promocional de Birdman muestra a Keaton viviendo en una pocilga neoyorkina, tratando de montar y protagonizar en Broadway, 'De qué hablamos cuando hablamos de amor'.
Todo esto mientras trata de lidiar con lo que queda de su fugaz fama, sometido a una sucesión de ascensos y caídas, bajo la progresiva intromisión de la mirada negra y alucinada de su singular otro yo de hombre pájaro.
Detrás suena una versión de 'Don't Let Me Be Misunderstood' que sigue sinuosa toda esta escisión de la que no sabemos si tendrá terapia.
Imposible no pensar en que el actor Michael Keaton remite con su performance un poco a su propia biografía, la que acumula dos encarnaciones como Batman a fines de los ochenta de la mano de Tim Burton.
Para algunos, el mejor Batman de todos los tiempos, con un Keaton aportando lo exacto para construir a Bruce Wayne y el Hombre Murciélago. Pero como suele ocurrir en el universo del justiciero de Ciudad Gótica, para otros tantos la suya fue el comienzo de la 'transición' hacia Christian Bale.
Por cierto, en ambas cintas Tim Burton aprovechó sus dotes, los que lo tienen dentro del grupo de actores que pueden pasar en un chasquido de dedos del drama a la comedia en la misma toma.
El hecho de que Keaton haya prácticamente desaparecido del mapa actoral le otorga a la cinta un aire de cuasi documental. 'Es la película más difícil que he tenido que hacer en el mejor sentido que se me pueda ocurrir. No hay palabras suficientes para describir lo grandioso de la experiencia. Ha sido extraordinariamente difícil hacer la película', afirmó el actor en la premier.
Sin duda Keaton estará en las próximas nominaciones, tanto del Oscar como de los Globos de Oro. Por de pronto, la revista Variety ya calificó a la actuación de Keaton como 'el regreso del siglo', mientras que Hollywood Reporter señaló que 'Birdman vuela muy, muy alto'.
Destacan además las actuaciones de Edward Norton en el rol del actor talentoso, respetado e insoportable, que siempre se da maña para decirle a los directores lo que es mejor (o lo que hay que hacer).
Naomi Watts, Zach Galifianakis y Emma Stone completan los roles principales de un elenco que, según la crítica, se luce en cada escena.
En su debut en el pasado Festival de Venecia el director aludió a que fue todo un reto el uso sostenido que hizo de los planos secuencias, es decir filmar sin cortes durante un tiempo considerable.
'La fragmentación del espacio y el tiempo son la base del cine. Aquí no ha habido oportunidad para esconder ni manipular nada. Lo que ves, es verdad', agregó Iñárritu.
Cabe destacar que el director de fotografía es el también mexicano Emmanuel Lubezki, cinco veces nominado al Oscar, responsable de la fotografía de Gravity y de La Vida de Pi.
En su estreno en México el director admitió que disfrutó mucho haciendo Birdman y que ha sido una de las mejores experiencias que ha tenido.
'Me gusta lo absurdo, la profundidad y reírme mucho, además que me permitió explorar el tema de la naturaleza de la identidad del ser humano en una sociedad tan subordinada a las redes sociales', acotó el realizador.
Dentro de sus planes está el western en clave thriller The Revenant donde dirigirá a Leonardo Di Caprio y Tom Hardy en una historia de venganza ambientada en el siglo XIX entre cazadores de pieles.