Madre e hija crean ruta turística que incluye visita a su casa ubicada en isla
San Pablo. Son la última familia indígena que habita la isla Quilacahuin. Ellas cruzan en bote el río Rahue al menos dos veces al día para que visitantes conozcan la vida rural.
Con remo en mano y en compañía de su perra Canela, Ángela Herrera cruza a diario el río Rahue en un bote donde traslada a las personas que llegan hasta la comuna de San Pablo para visitar y conocer la realidad rural que viven las dos últimas mujeres con antepasados indígenas y que ocupan parte de la isla Quilacahuin.
Ángela vive con su madre María Herrera de 83 años, en la puntilla del fajo de tierra sobre el río Rahue, sector donde sólo se puede acceder vía fluvial, ya que se encuentra rodeada por las aguas del cauce. El atractivo del paisaje natural y el desarrollo de las costumbres rurales, apegadas a las tradiciones propias de la vida campesina fortalecieron el desarrollo del proyecto llamado Agroturismo Isla Quilacahuin.
Vida fluvial
Ángela Herrera recuerda que la primera vez que tomó un remo tenía siete años. En ese entonces su madre le dijo que era momento de tener autonomía porque su vida se quedaría en la isla. Desde ahí que cruza a diario al menos cuatro veces las aguas del cauce.
Al inicio, el bote lo usaba sólo para llegar a la otra ribera y luego tomar el camino que la llevaba al colegio forestal Quilacachuin, desde donde estudió toda su enseñanza media.
'Somos la última generación de mujeres indígenas que vivimos en este terreno. Nuestros antepasados siempre estuvieron aquí y nosotras seguimos sus tradiciones', explicó la mujer mientras con experticia conducía su pequeño bote.
Al llegar a la isla, se observa una abundancia de gallinas, patos y chanchos, los que, curiosos, se acercan para conocer a los visitantes.
En la antigua casa construida sobre vigas de más de dos metros de altura se asoma la figura de María Herrera, madre de Ángela, quien con una amable sonrisa recibe a la visita.
La residente cuenta que nació y se crió en la isla. Que también fue su madre quién le enseñó a remar desde muy pequeña, además de cultivar la tierra y criar animales, que son los que le entregan el sustento para vivir.
'La idea de mi hija de compartir nuestra vida cotidiana con las personas que quieran visitarnos en un principio me llamó la atención, pero con el tiempo comprendí que es la única manera que las personas puedan conocer la real vida de campo', dijo la adulta mayor.
Por lo mismo no dudó en apoyar la construcción de un mirador a un costado de su casa, desde donde se puede ver la llegada de turistas y salir a su encuentro. Además, tiene una vista privilegiada de la naturaleza y el bello paisaje que abunda en el sector.
De hecho, con el objetivo de difundir las alternativas de agroturismo, uno de los pocos adelantos tecnológicos presentes en la casa es un computador con conexión a internet.
'Es una herramienta fundamental para poder trabajar. Pero para las personas que vienen lo que desean es integrarse a nuestra realidad y no que nosotros nos adecuemos a ellos', comentó la más joven de las mujeres.
Crecidas de río
Durante el invierno el río Rahue ha presentado dos crecidas importantes en junio y agosto, dejando en ambas oportunidades inundado gran parte del terreno que habitan las mujeres.
Sin embargo, para la mayor, de 83 años, las subidas de agua no se comparan con las vividas décadas atrás, cuando el río entraba con fuerza hasta el primer piso de la casa , obligando a pernoctar en las habitaciones del segundo nivel.
'Las personas se asombran por cómo crece el río y la verdad es que para mí, que soy una mujer del campo y con ancestros indígenas, esto es sólo parte de la naturaleza', comentó la mujer de 83 años.
De hecho, durante la crecida del río de los primeros días de agosto, el agua causó la muerte de once de las doce crías de cerdo que las mujeres mantenían para vender en primavera. Esto, sumado a una de las vacas que les proporcionaba leche para hacer queso y mantequilla, la cual fue arrastrada por el agua.
'Efectivamente hemos tenido pérdidas de animales y las ovejas se salvaron gracias a que les hicimos un corral en altura. Pero bueno, hace unos años el río simplemente nos mató todos los animales', explicó Ángela Herrera.
Los interesados en vivir esta experiencia pueden visitar la página de Facebook 'Agroturismo Isla Quilacahuin'. Una vez solicitada la amistad, se puede coordinar el tipo de visita y la atención que el turista requiera.
Ruta navegable En julio del 2013 comenzó a gestarse la ruta navegable por el río Rahue que comienza en el sector de Trumao.