Sentenciados limpian tumbas del cementerio para evitar ir a la cárcel
trabajo. Desde enero pasado, el programa de Gendarmería permite que los reos cumplan labores en beneficio de la comunidad para conmutar sus penas. Dos osorninos se acogieron a dicho beneficio y por estos días limpian, sacan pasto y flores muertas en el cementerio de calle Eduviges.
Johnny Díaz utiliza el azadón para despejar el pasto que insiste en invadir una tumba de color gris en el Cementerio Católico de Osorno (en calle Eduviges), cuyo nombre jamás ha visto. Mientras trabaja, se encuentra pensando en lo que hará pasado mañana, cuando ya no tenga que volver más al camposanto, salvo que lo haga por sus propios deseos y no por disposición de un juez.
Díaz, de 28 años, es parte del programa de Prestación de Servicios en Beneficio de la Comunidad (PSC) que mantiene en vigencia Gendarmería de Los Lagos desde enero de este año, cuando comenzó a regir la Ley 20.587 donde se modifica el régimen de libertad condicional y se establece que en caso de multa, se pueda optar por una pena alternativa consistente en trabajos que vayan en beneficio de la comunidad. Johnny es parte de este programa desde comienzos de junio, cuando ante un juez debió prácticamente elegir entre cancelar una multa de 120 mil pesos o compensar este pago con trabajo comunitario.
Según confiesa, la decisión de definirse entre pagar una multa en dinero o de cancelar con trabajo el equivalente a esa multa, se debió a que no tenía dinero con qué cubrirla y de no hacerlo, debía ir a la cárcel. 'Por eso tomar la opción de un trabajo comunitario me pareció lo mejor', afirma.
El equivalente dictado por el juez fue trabajar poco más de 80 horas en algún lugar donde la comunidad lo necesite, lo que finalmente recayó en el Cementerio Católico, ya que el Obispado de Osorno (dueño del camposanto) tiene convenio con la institución de seguridad. De no cumplirla, Johnny debía estar encerrado en la cárcel por 18 meses.
Mientras ha estado en el lugar, Johnny ha realizado varios trabajos que consisten en limpiar las tumbas, despastar o sacar las flores que ya están marchitas y llevar todo el material sobrante hasta el lugar donde se botan. Confiesa que lo más complicado de la labor es el frío que siente en el camposanto.
'Aquí hace mucho frío en las mañanas y como se trabaja al aire libre, a veces la lluvia hace su parte. Me toca entrar a las 9 de la mañana y el panteonero del lugar me dice lo que tengo que hacer y de ahí salgo a las 13 horas. Pero esto es muy preferible a tener que pagar con encierro', enfatiza.
Sin embargo, señala que poco a poco le fue 'agarrando' la mano al trabajo y al quedarle tan poco, sólo piensa en qué es lo que hará luego de terminar su compromiso con la comunidad.
Por mientras, y como la labor comunitaria no pretende intervenir con otras actividades de Díaz, Johnny después de trabajar en el lugar corre hasta el Mercado Municipal a ayudarle a su abuela que tiene un puesto en el recinto.
Como ya le quedan pocas horas con que pagar la pena sentenciada por el juez, ya tiene conversada una posible 'pega' en una firma constructora cercana, donde se desempeñará como peoneta, concretero o pintor, como dice él.
Anonimato
'Lo que estoy haciendo aquí es para enmendar un error que cometí', dice inmediatamente a modo de confesión J.C.T. de 27 años, mientras coincidentemente de fondo se vislumbra la cárcel de Osorno.
'Lo cierto es que lo hice por necesidad y como uno ya tiene antecedentes, es difícil que lo tomen en cuenta para un trabajo. El problema es que tengo casa y familia y no tenía más opción que hacerlo', señala, relatando una acción de hurto que cometió, según él, en un supermercado.
J.C.T. también se desempeña en el Cementerio Católico y cumple las mismas funciones de Johnny, claro que a diferencia de este último, prefiere mantenerse en el anonimato visual y sólo da a conocer sus iniciales. Ante el juez, J.C.T. prefirió también pagar sus culpas con trabajo comunitario, 'eso en vez de quedar encerrado. Aquí uno está tranquilo y cumple su pena de manera relajada y sin que nadie lo moleste', agrega.
Durante el mes que lleva trabajando en el cementerio, J.C.T. señala que lo han tratado bien y se ha sentido cómodo con ello.
'Uno llega en la mañana, firmo y espero que el encargado me diga las tareas del día y listo', explica.
Además, indica que cuando llegó había más personas cumpliendo penas similares. 'Según el calendario, quedamos sólo nosotros dos (con Johnny) y seré yo finalmente el último que se cumpla aquí en el cementerio'.
J.C.T. reflexiona: 'esta fue una buena experiencia para mí, había un buen ambiente y además rescato que por lo menos aporté algo a la comunidad'. Esto, mientras vuelve a las labores que le quedan durante las horas que le restan del día.
'cooperan harto'
Con 47 años de experiencia en el lugar, Ismael Cárcamo es el encargado del Cementerio Católico de Osorno o panteoneros, como dice él, y durante todos esos años de trabajo jamás había recibido la ayuda de personas ajenas al recinto.
Eso, hasta enero de 2013, cuando comenzaron a llegar personas como Johnny y J.C.T. a aportarles en las labores diarias del camposanto Católico que se encuentra en calle Eduviges.
'En una oportunidad y con este programa de Gendarmería tuve como a ocho personas en el cementerio y lo cierto es que ha sido una experiencia muy buena. Se han portado bien y han sido respetuosos con el trabajo que se lleva a cabo aquí. Me cooperan harto cuando vienen. Lo bueno es que aprenden rápido, así que no hay que estar encima de ellos para que realicen sus trabajos', señala Cárcamo.
Por eso, cuando se quede sin 'ayuda', Ismael indica que el trabajo se volverá un poco más complicado, porque se acumulará más de lo acostumbrado.
rehabilitación
Pero el cementerio Católico de Osorno no es el único lugar al cual optan por quienes desean realizar trabajos comunitarios para pagar sus deudas con la Justicia. El hospital, hogares de ancianos y otras instituciones también están disponibles, señala la asistente social y coordinadora territorial del programa PSC en Los Lagos, Oriana Olivares.
De la misma manera, el estar realizando labores de aseo en un lugar no es el único trabajo que puede efectuar una persona que haya sido destinada a llevar a cabo trabajos comunitarios.
'Tenemos personas que son destinadas a realizar labores de carpintería, capacitaciones a instituciones de escasos recursos y otras que se encuentran en labores de asistencia a enfermos terminales, donde su labor principal es la de apoyarlos en sus tareas diarias o simplemente escucharlos y acompañarlos. Incluso, existen individuos que han quedado contratados en los mismos lugares donde debieron desarrollar estos servicios', indica Olivares.
Según la coordinadora, el objetivo es reinsertar a estas personas en la sociedad.
Por su parte, el director de Gendarmería de Los Lagos, Alejandro Troncoso, indicó que si bien es un programa que ha venido a aportar a la rehabilitación, estas personas van a seguir necesitando el apoyo de la comunidad y de la sociedad en su conjunto.
'Por lo mismo, nos sentimos agradecidos de las organizaciones que en su momento han firmado los convenios para que estas personas puedan desempeñar estas labores', concluyó.
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Enero de 2013
Más hombres
'Encuentro que ha sido una experiencia muy buena, ya que me han cooperado harto'.
'Como no tenía dinero para pagar la multa, decidí que el trabajo comunitario era una buena opción'.