Cuarenta internos de origen huilliche celebran el Wetripantu en la cárcel
festejo. Los reclusos del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Osorno participaron ayer de un efku o ceremonia para conmemorar el año nuevo mapuche.
El rostro del interno Javier Neipán, de 39 años, demostraba ayer felicidad al ver y saludar a algunos conocidos de la agrupación musical Wechemapu de la comuna de San Juan de la Costa.
El hombre, que cumple una condena de 5 años desde 2010, fue uno de los participantes de la celebración del Wetripantu o año nuevo mapuche que organizó el área social del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Osorno junto con la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi) y que se desarrolló la tarde de ayer en el recinto penal.
Neipán quiso acompañar el ceremonial huilliche llamado Efku que estuvo a cargo de la maestra de ceremonia Viviana Lemuy y tomó una guitarra para festejar la ceremonia donde participaron cuarenta reos, en su mayoría descendientes de la etnia indígena.
'A muchos de ellos yo los conocía, así es que es una felicidad enorme compartir con los músicos porque cuando joven formé parte de ella', dijo Neipán antes de la presentación.
El teniente Gustavo Núñez, jefe subrogante de la unidad, señaló que no es habitual que se realice esta celebración, no obstante, la idea es integrar a la población penal y que no se pierdan este tipo de tradiciones
'Tenemos a varios internos que pertenecen a la etnia indígena, para quienes es fundamental estar apegados a sus tradiciones', dijo.
En todo caso, quienes participaron son reclusos que tienen buena conducta y que se inscribieron de manera voluntaria para participar en el ceremonial indígena.
FESTEJO
'Cuando uno está libre quizás no reflexiona y comete errores. Aceptamos esta invitación para acompañarlos para que podamos renovarnos y ustedes se sientan más cerca de la cultura a la que pertenecen '.
La maestra de ceremonia Viviana Lemuy nunca había participado en una conmemoración del Wetripantu en la cárcel de Osorno, por lo mismo se mostró contenta tras recibir la invitación.
'Para mí es un honor porque tenía ganas de estar y compartir con mis hermanos. Todos tenemos dignidad y derecho a estar cerca de nuestra cultura', comentó.
Lemuy detalló que en la ceremonia se realiza el bañado del alma, del espíritu, donde la madre tierra se renueva.
Otro de los internos que participó en esta celebración, en la cual incluso llevó una rama de laurel, fue el interno de 50 años Erwin Cárdenas.
El hombre, que lleva 26 años privado de libertad y que cumple cadena perpetua, dijo que la familia de su madre es de San Juan de la Costa, por lo que siempre ha estado cerca de su cultura, a pesar de estar preso.
'Para mí es un orgullo pertenecer a la etnia huilliche y quise participar en la ceremonia para representar a mis compañeros. Acá en la cárcel se van perdiendo estas tradiciones, por lo mismo destaco que se hayan acordado de nosotros', indicó.
El funcionario de la Conadi, Ponciano Rumián, quien además es integrante de la agrupación musical Wechemapu de San Juan de la Costa, que tiene 49 años de vida, dijo que siempre participan en colegios y en comunidades indígenas de la zona, pero nunca le había correspondido visitar la cárcel.
'Es significativo compartir nuestras tradiciones y cosmovisión con quienes están privados de libertad. Además, se abre un nuevo espacio para presentar y preservar nuestra cultura', destacó el integrante de Wechemapu.
Para mí es un orgullo pertenecer a la etnia huilliche y quise participar en la ceremonia para representar a mis compañeros'.
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