Monseñor Goic dice estar preocupado por 'frenesí legislativo' del Gobierno
Reformas. El Gobierno se defendió diciendo que tiene un programa 'ambicioso' y un tiempo limitado para aplicarlo.
El vicepresidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Alejandro Goic, manifestó ayer su preocupación por el 'frenesí legislativo' que, a su juicio, existe en el país, por el envío de las reformas educacional y tributaria, a la que se sumó el reciente anuncio del Gobierno de patrocinar la despenalización del aborto terapéutico y en caso de violación.
'A mí me preocupa un poco esta especie de frenesí legislativo (…) A veces da la impresión que parte del Gobierno quisiera apurar estos cambios y, por otro lado, por ese apuro los sectores opositores no brillan por su capacidad de diálogo, sino que también descalifican', afirmó el obispo de Rancagua.
En ese contexto, llamó a hacer los cambios en un 'espíritu de diálogo y de encuentro'. 'Quién se va a oponer a una educación de mayor calidad, quién se va a oponer a que haya tributos dignos para resolver los problemas de los chilenos más humildes, pero hagámoslo en ese espíritu de diálogo y de encuentro del cual el Papa nos ha hablado', señaló.
Goic manifestó que 'en estos últimos días ha habido una actitud un poco más dialogante, en el sentido de escuchar a los sectores más relevantes de la sociedad chilena frente a todos estos temas'.
Monseñor Goic también lamentó los dichos del presidente del PS, Osvaldo Andrade, sobre la Iglesia por su oposición al aborto terapéutico. El diputado sostuvo el jueves que 'la Iglesia tiene mucho que contarnos en materia de aborto (…) Pregunte usted por las monjas misioneras en Africa y se va enterar'.
'Con esa descalificación tan rápida no avanzamos (…) Pretender descalificar al otro porque a veces han ocurrido episodios dolorosos, que reprobamos y nuestra lucha es erradicar esos males de la Iglesia', replicó el religioso.
También defendió la postura de la Iglesia sobre el aborto y sostuvo que tienen 'razones fundadas' para defender la vida. 'Nosotros hemos señalado nuestro respeto irrestricto a la vida y hemos recordado cómo la Iglesia en años pasados defendió el derecho a la vida frente a la violencia y la tortura que ejercía el régimen político de la época. Hemos sostenido nuestra opinión clara y contundente de no a la pena de muerte y hoy queremos defender la vida y tenemos razones fundadas, desde la naturaleza humana y también desde la fe', aseveró.
El Gobierno se defendió de las críticas del religioso explicando que el programa del Ejecutivo es ambicioso y que el plazo con el que cuenta para impulsar estos cambios es limitado. 'El sentido de urgencia nuestro tiene un profundo sentido político, no es un eslogan, porque éste es un Gobierno que tiene un programa muy ambicioso, es un programa de largo alcance, y éste es un Gobierno que le quedan 45 meses y que tiene llevar adelante su programa', dijo el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo.
El vocero de Gobierno, Alvaro Elizalde, dijo, por su parte, que espera que la Iglesia también contribuya en el debate de las reformas. 'Hay instituciones tan respetables como las iglesias que, obviamente, nosotros esperamos que hagan su contribución', sostuvo.