Vecinos solicitan ayuda municipal para reparar tres riesgosos puentes
Verónica Salgado
Viejos tablones de madera colocados sobre un riachuelo dan vida a tres improvisados puentes que durante casi tres décadas han sido el único camino que conecta a los residentes del Callejón La Isla con la Ruta Internacional 215.
El paso del tiempo ha causado un considerable deterioro en la madera que compone las estructuras, lo que preocupa a las familias del sector ubicado en el kilómetro 18 de la vía hacia Puyehue, ya que no cuentan con ninguna seguridad para peatones y vehículos.
Esta situación llevó a los vecinos a comunicarse con el Departamento de Obras del municipio de Osorno, para solicitarles que colaboren en el recambio de la madera o derechamente la construcción de nuevos puentes que cumplan con las condiciones de seguridad necesarias.
Así lo explicó Manuel Pacheco -de 85 años- y representante de las 15 familias que viven en el sector y que ven con preocupación cómo el paso del tiempo ha causado efectos negativos en la totalidad de los tablones. Además, enfatizó que el cambio de alguna de las maderas ha sido sólo una "solución parche".
Manuel no es sólo el vocero del grupo vecinal, sino también el primero que llegó a vivir en el año 1985 al sector, junto a su esposa Dorama y sus seis hijos.
Recuerda que cuando decidió emigrar del sector Islote Rupanco y construir su casa en la zona, lo hizo pensando en la cercanía con Osorno y la posibilidad de encontrar mejores opciones de trabajo y educación para sus hijos.
"Cuando llegué yo mismo coloqué los tablones para pasar sobre los riachuelos, pero nunca pensé que tendría que seguir arreglando el camino por casi 30 años", dijo Pacheco.
En esa época sólo fueron un par de tablas de pino que utilizó para sostener un pequeño vehículo que era el único que circulaba por la zona. Con el tiempo los hijos formaron sus propias familias y llegaron más personas a vivir al lugar.
Con esa misma inquietud, cuenta que con sus propias manos sumó más tablones y dejó una estructura más ancha. Recuerda que la última vez que se realizó un cambio de maderos fue hace unos siete años.
"Fui al municipio a solicitar tablas y con la ayuda de mi hijo reparamos un poco los puentes. Pero este año esas tablas seguro se rompen y quedamos aislados totalmente", comentó el adulto mayor.
Su preocupación se orienta principalmente a los niños que viven en el sector, quienes cruzan al menos cuatro veces al día los puentes para llegar a sus escuelas. Entre cada madero es posible ver cómo pasa el agua y los espacios que se generan por el desnivel ponen en riesgo a peatones y automovilistas.
Adicionalmente, durante la época de lluvia la situación empeora por lo resbaladizo de la superficie, que no cuenta con barandas para aferrarse durante el cruce.
Para Manuel Pacheco, la preocupación se incrementa ya que uno de sus hijos es sordomudo y cada vez que sale de la casa los temores están presentes.
"Siempre fui yo quien estuvo a cargo de un tema que dejó de ser personal. Ese camino es vecinal y por lo tanto existen organismos responsables. Además, ya no tengo la fuerza física para realizar la mantención adecuada" explicó.
Carlos Guzmán tiene 72 años y durante los últimos cinco años se dedica a caminar por el lugar, sobre todo a la hora de la tarde, para evitar que la zona quede sola y pueda ocurrir algún accidente con graves consecuencias.
Él personalmente recuerda que ha realizado reparaciones, pero que el paso de los mismos automóviles provoca un desgaste del material.
Relata que durante el invierno el agua sube y muchas veces tapa los tres puentes, lo que provoca que los vecinos queden aislados o deban cruzar por sobre los tablones cubiertos de agua y barro.
"Si alguien nos construyera puentes como corresponden, esas situaciones no se darían. Somos muchos adultos mayores y ya no tenemos los mismos reflejos, sumado a que una caída para nosotros puede tener consecuencias graves", expresó Guzmán.
Cecilia Huenchul, de 68 años, vive en el sector desde el 2008 y a pesar de disfrutar de su apacible vida rodeada de árboles y naturaleza, no deja de preocuparse por el mal estado de los puentes.
"Hace un par de semanas llegó un pariente de Linares y su vehículo quedó colgando, porque una rueda fue atrapada por los viejos tablones", dijo Huenchul.
Agregó que situaciones como esas ocurren con mucha frecuencia, sobre todo en la época invernal.
En el Callejón La Isla existe un campo y sus trabajadores circulan con sus camionetas por los tres puentes. De hecho, los vecinos recuerdan que el dueño del predio se acercó a ellos para intentar buscar un arreglo para el camino.
"Nos vino a decir que le diéramos 500 mil pesos por familia y si nos complicaba mucho le podíamos pagar de 100 mil pesos mensuales. Nosotros con suerte sacamos 150 mil de pensión, así que era una solución inviable", explicó Huenchul.
Al ver que esa opción quedaba fuera de cualquier posibilidad, decidieron recurrir al municipio para solicitar su apoyo.
Es así como en respuesta a la solicitud ingresada por los vecinos en enero de 2014, funcionarios del Departamento de Obras Municipales visitaron el lugar y se estableció que es necesario realizar una inversión cercana a los seis millones de pesos.
Angela Villarroel, directora de Obras Municipales, señaló que efectivamente los profesionales fueron a evaluar el estado de cada estructura y concluyeron que el valor de reparar los puentes es de dos millones de pesos cada uno.
"Es necesario arreglar las bases que no están en buen estado. Este proyecto está en estudio de presupuesto", señaló Villarroel.
El concejal de la UDI, Víctor Bravo, ya había abordado la problemática de los vecinos del Callejón La Isla durante un Concejo Municipal reciente.
Para el edil, la necesidad de que el municipio se haga responsable del mejoramiento de la ruta de conectividad rural es fundamental.
"Si queremos que la gente que reside en los alrededores de la ciudad tenga una buena calidad de vida, es el municipio el llamado a entregar apoyo a esos sectores con caminos y puentes en buen estado", dijo Bravo.
Agregó que confía en que el municipio realizará el trabajo sin importar el costo que esto signifique, principalmente porque la necesidad de tener puentes de calidad ha sido de años.
Enfatizó que no es necesario esperar a que ocurra un accidente con consecuencias fatales para ir en ayuda de una comunidad que también es parte de la comuna.
Bases Los soportes de los puentes deben ser removidos, según señalaron los profesionales del Departamento de Obras Municipales.
Maderos Para la reparación deben ser utilizadas tablas de alta resistencia como pino o coihue.
"Es necesario reparar las bases que no están en buen estado. Ese proyecto está en estudio de presupuesto".
Angela Villarroel
Directora Obras Municipales